domingo, 6 de mayo de 2018

Piolinadas

Hijos homónimos


Una señora va a sacar el pasaporte. El funcionario de turno le pregunta:

- ¿Cuántos hijos tiene, señora?

- Diez.

- ¿Cómo se llaman?

- Bernardo, Bernardo, Bernardo, Bernardo, Bernardo, Bernardo, Bernardo, Bernardo, Bernardo y Bernardo. 

- ¿Todos se llaman Bernardo?

- Ajá...

- ¿Y cómo hace para llamarlos cuando, por ejemplo, están jugando todos fuera?

- Muy simple, grito Bernardo y todos entran.

- ¿Y si quiere que vayan a comer? 

- Igual. Grito Bernardo y todos se sientan a comer. 

- Pero si usted quiere hablar con uno en particular, ¿cómo lo hace?

- ¡Ah! En ese caso, lo llamo por su apellido.

Boda imposible

Un oficial de policía en un pueblo pequeño detuvo a un automovilista que conducía demasiado rápido por la calle principal.

"Pero, oficial", dijo el hombre, "puedo explicarle lo que sucede".

"Solo cállate", espetó el oficial. "Voy a dejar que te relajes en la cárcel hasta que el jefe regrese..."

"Pero oficial, solo quería decir..."

"¡Te dije que te mantuvieras callado! ¡Vas a ir a la cárcel!"

Unas horas más tarde el oficial miró a su prisionero y le dice: "Tienes suerte de que el jefe esté en la boda de su hija. Cuando regrese estará de buen humor."

"No creo que eso ocurra", responde el hombre en la celda. "Yo soy el novio."

¿Por qué a mí?


Un hombre estaba acelerando por la autopista, sintiéndose seguro en una manada de autos que viajaban a la misma velocidad. Sin embargo, cuando pasaba por un control de velocidad, fue atrapado con un detector de velocidad infrarrojo y escuchó el sonido de una sirena y luces intermitentes.

Maldiciendo su suerte, el hombre supo de inmediato lo que se avecinaba, por lo que aminoró la velocidad y se detuvo.

El oficial salió del auto, muy tranquilo, y caminó hacia el automóvil del hombre.

Entregó la multa, escribió su firma y estaba a punto de irse cuando el hombre le preguntó: "Oficial, sé que iba muy rápido, pero no creo que sea justo; había muchos otros autos a mi alrededor que iban tan rápido como yo, ¿por qué solo yo recibí la multa?"

"¿Alguna vez ha ido a pescar?", le preguntó el policía.

"Ummm, sí...", contestó el conductor sorprendido.

El oficial sonrió y agregó: "¿Alguna vez atrapaste todos los peces?"

"Dios Me Salvará"

Un pueblo sufre unas inundaciones y un hombre se queda en lo alto de un campanario totalmente aislado.
Pasa toda la mañana y por la tarde llega una barca:
- ¡Oigaaa! suba que le llevamos.
- Noooo, graciaaaas, tengo fe en Dios y seguro que él me salvará.

- ¿Está seguro?
- Sí, sigan que Dios me salvará.
En esto que pasa toda la noche y al día siguiente pasa a su lado una lancha:
- ¡Eh, oiga! suba que le llevamos.
- No, no hace falta. Soy muy devoto y seguro que Dios me salvará.
Sigue pasando el tiempo y por la tarde llega un helicóptero del ejército.
- ¡Eh! ¡El del campanario! ¿Necesita ayuda?
- ¡No gracias! Confío en Dios, Él me salvará.

En esto que esa noche vuelve a subir el nivel de las aguas y el hombre se ahoga. Cuando va al cielo se encuentra con Dios y le dice:
- ¡Dios mío! ¿Por qué no me has ayudado?
- ¿Qué no te he ayudado? Te mandé una barca, una lancha, un helicóptero...

Farmacia brasileña

Entra un turista a una farmacia en Brasil y le dice al farmacéutico:
- Deme unas aspirinas, por favor.
 El dependiente saca una aspirina enorme, del tamaño de un plato y se la envuelve. El turista, confundido le pregunta:
- ¿No tiene una aspirina más pequeña? ¿Una de tamaño normal?
Y el farmacéutico le responde: 
- ¡En Brasil fabricamos as aspiriñas mais grandes du mundu!
El tipo, asombrado, acepta la enorme aspirina y dice:
- Deme también un tubo de pasta de dientes, por favor.

El farmacéutico saca un tubo del tamaño de un termo y le dice: ¡en Brasil fabricamos o tubo do pasta dentífrica mais grande du mundu! ¿Vocé gusta algo mais?
El tipo lo piensa un poco y le responde:
- No, gracias... los supositorios los compro de regreso a mi país.

Castigo celestial

Tres hombres mueren juntos en un accidente y van al cielo.

Cuando llegan, San Pedro dice: "Solo tenemos una regla en el cielo: ¡no pisar a los patos!"

Entonces entran al cielo y, por supuesto, hay patos por todos lados. Es casi imposible no pisar un pato, y aunque hacen todo lo posible para evitarlos, un hombre pisa un pato accidentalmente.

Entonces vuelve San Pedro con la mujer más fea que se haya visto, la encadena con el hombre que pisó el pato y dice: "¡Tu castigo por pisar un pato es pasar la eternidad encadenado a esta mujer tan fea!"

Al día siguiente, el segundo hombre pisa accidentalmente a un pato. Aparece San Pedro, que no se pierde nada, y con él está otra mujer extremadamente fea. Los encadena con la misma advertencia que al primero.

El tercer tipo ha observado todo esto y no quiere ser encadenado por toda la eternidad a una mujer fea, así que es muy cuidadoso en el camino. Se las arregla para pasar meses sin pisar ningún pato, hasta que un día San Pedro se acerca a él con la mujer más hermosa que jamás haya visto: una rubia alta, bronceada, curvilínea y sexy. San Pedro los encadena sin decir una palabra.

El hombre comenta a la rubia: "Me pregunto qué he hecho para merecer que me encadenen por toda la eternidad a ti."

Ella dice: "No sé tú, pero yo pisé un pato."

Asesinato en Oklahoma

Escena: un tribunal en Oklahoma donde una persona está siendo juzgada por asesinato. Hay una fuerte evidencia que indica culpabilidad; sin embargo, no se había encontrado el cadáver.

En la declaración final de la defensa, el abogado, sabiendo que su cliente es culpable y que parece que probablemente lo condenarán, recurre a un ingenioso truco. "Señoras y señores del jurado –dice mientras mira su reloj-, tengo una sorpresa para todos… Dentro de 1 minuto, la persona que se presume muerta en este caso ingresará a este tribunal", agrega, y mira hacia la puerta del tribunal.


Los miembros del jurado, algo aturdidos, miran ansiosos. Pasa un minuto, y no ocurre nada. Finalmente, el abogado dice: "En realidad, inventé la declaración anterior. Pero todos miraron con anticipación. Así que, por lo tanto, existen dudas razonables de que alguien fuera asesinado e insisto en que mi cliente sea declarado inocente."

El jurado, claramente confundido, se retira a deliberar. Pocos minutos después regresa y un representante pronuncia un veredicto de culpabilidad.

"¿Pero cómo?" pregunta el abogado. "Será un error, los vi a todos mirando hacia la puerta."

El representante del jurado responde: "Oh, sí, todos miramos, pero su cliente no lo hizo."

Mi amigo pingüino

Llega Pablo a su casa con un pingüino de la mano, y su mujer le pregunta:
- Pablo, ¿pero qué haces con ese pingüino?
- Pues nada, que me lo he encontrado y no sé qué hacer con él.
- Si serás tonto, Pablo, ¿por qué no lo has llevado al zoológico?
- Vaya, pues qué buena idea. ¡Hoy mismo lo llevo al zoológico!

Pablo vuelve casi al anochecer a casa, pero sigue con el pingüino, por lo que su mujer, extrañada, le pregunta:
- ¡Pero bueno! ¿No habías dicho que llevarías al pingüino al zoológico?
- Sí, lo llevé allí y nos hemos divertido tanto, que mañana nos vamos al cine...

Mi madre trabaja en la calle

El profesor de Johnny preguntó a toda clase qué hacían sus madres para ganarse la vida. 

Una niña pequeña dijo que su madre era doctora, otra que su madre era ingeniera.

Cuando fue el turno del pequeño Johnny, se puso de pie y dijo: "Mi madre es una prostituta".

Naturalmente, después de esta observación, lo enviaron a la oficina del director. Después de 15 minutos regresó a la clase. Entonces la maestra le preguntó: "¿Le dijiste al director lo mismo que dijiste en clase?"

Johnny dijo: "Sí"

"Bueno, ¿y qué dijo el director?"

"Dijo que cada trabajo es importante en nuestra economía, me dio una manzana y me pidió mi número de teléfono."

La rubia y el termo


Una rubia entra en una tienda y observa un objeto brillante en la vitrina, desconocido para ella.  Decide preguntarle al tendero:

- ¿Qué es ese objeto brillante?

- Es un termo –responde el tendero.

-¿Para qué sirve? –pregunta la joven.

- Hace que las cosas calientes permanezcan con calor y que las cosas frías permanezcan frías.

Tras dudar un instante, la rubia se decide:

 - Creo que podría usar algo así. ¡Lo compro!

Al día siguiente, llega a su trabajo con su nuevo termo. Ve a su jefe y le muestra su nuevo termo brillante. "Ayer compré esto, ¿no es maravilloso? Es un termo y hace que las cosas calientes permanezcan con calor y que las cosas frías permanezcan frías."

El jefe le pregunta: "¿Y qué lleva dentro del termo?"

La rubia responde: "Un poco de café y un helado."



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