jueves, 24 de mayo de 2018

La bomba del ‘Negro Bomba’ (V)

Información oficial

            Los actos de violencia generalizados obligan a suspender las garantías constitucionales durante 30 días.

            El Gobierno declara duelo nacional por siete días.

            El primado de la Iglesia Peruana, Juan Cardenal Landázuri Ricketts, visita hospitales y propone iniciar una gran colecta nacional en favor de las víctimas y sus deudos.

            Los partidos políticos expresan su consternación y demandan una severa investigación.

            La ciudad empieza a llorar a sus seres desaparecidos.


            Esa misma noche, el Gobierno da su versión sobre lo ocurrido.

            El partido de foot-ball realizado hoy en el Estadio Nacional entre las selecciones del Perú y la Argentina, tuvo un trágico final debido a la exaltación de algunos espectadores que invadieron la cancha al ser anulado un gol efectuado por el equipo peruano, lo que dio lugar a violentas protestas de la multitud que colmaba dicho coso.

            No obstante los esfuerzos realizados por la policía para restablecer la calma, continuaban las protestas airadas contra el referí uruguayo, que había anulado el tanto del empate, siendo necesario usar los gases lacrimógenos en un intento, infortunadamente inútil, de evitar mayores desmanes.

            En efecto, al suspenderse el partido aparecieron hogueras incendiando parte de las tribunas y, dentro de la confusión reinante, resultaron contusionados en el tumulto buen número de espectadores y algunos policías, debiéndose lamentar el deceso de muchas personas lesionadas en la apertura, cuyo número se está tratando de determinar.

            La policía no usó armas de fuego y las bajas que hay que deplorar provienen exclusivamente del tumulto producido sobre todo en los accesos del Estadio.

            El Gobierno, hondamente consternado por estos fatales sucesos, originados en un hecho trivial, recomienda a la ciudadanía guardar la debida serenidad y colaborar con la fuerza pública para que este triste incidente no sea explotado por agitadores o maleantes, ni produzca más daños que los que ya, infortunadamente, han ocurrido. Con tal propósito ha suspendido las garantías constitucionales en toda la República por treinta días.

            Todos los hospitales del Estado, incluyendo los seguros sociales, los de índole militar y los particulares prestan la más decidida colaboración en la atención de las personas lesionadas. El Gobierno ha llamado a todo su personal de médicos para secundar esta labor.

                                               Lima, 24 de mayo de 1964.   

            Lima, 25 de mayo de 1964


            La capital del Perú amanece como si hubiera sido arrasada nuevamente por sus invasores del siglo XIX.

            Desde muy temprano, miles de personas salen a las calles a cometer actos de vandalismo, atentar contra instalaciones públicas y privadas y cometer actos de pillaje.

            Estudiantes de diferentes niveles se suman a los desmanes.

            La policía informa de numerosos detenidos y de cuantiosos daños ocasionados a la propiedad privada.

            Todos los medios de información se preguntan de quién es la culpa.

            Por qué tan pocos policías para tanto público; por qué no había agua; por qué estaban cerradas las puertas; por qué el alambrado del estadio es tan débil; por qué se permite la venta de bebidas alcohólicas al interior del estadio; por qué se permite público en la perrera, cerca de la cancha; por qué tantos por qués?

            La Comisión de Espectáculos de la Municipalidad de Lima responsabiliza directamente al Comité Nacional de Deportes por "haber impedido el ingreso de la Policía Municipal para controlar el cumplimiento de las disposiciones de seguridad establecidas por el Reglamento de Espectáculos y Diversiones Públicas".

            El Poder Judicial nombra como juez instructor a Benjamin Castañeda Pilopais, para que investigue los hechos y determine las responsabilidades del caso.  

            El Comité Nacional de Deportes clausura el Estadio Nacional por dos meses y demanda un informe minucioso a la Federación Peruana de Fútbol sobre lo ocurrido.

            En Montevideo un agotado y lloroso árbitro Ángel Eduardo Pazos declara a los periodistas que él no anuló ningún gol.

            Que solo sancionó una jugada peligrosa.

            Que pitó antes de producirse el gol.

            Que nadie escuchó su silbato porque estaban celebrando el gol.

            Que los jugadores peruanos aceptaron la decisión y siguieron jugando.

            Que descansará un tiempo y volverá a seguir arbitrando.

            En Lima, el pivot Enrique Casaretto declara que ha decidido no jugar nunca más en el Estadio Nacional.

            Se revela que la cifra oficial de muertos se eleva a 318.

            Los delegados de los equipos participantes en el torneo preolímpico se reúnen en la noche y dan a conocer su acuerdo.

                                               ACTA DEL ACUERDO

            En la ciudad de Lima, a los 25 días del mes de mayo de mil novecientos sesenticuatro, reunidos los delegados siguientes: el señor Mario Quaranta, Presidente de la Delegación Argentina; el señor Abrahim Tebet y el señor Ulmar Hargreaves, de la representación de Brasil; el señor Armando Lobos y Gustavo Pizarro, de la delegación de Chile; el señor Carlos Espinoza y Licenciado Ferdinand Hidalgo, de la delegación de Ecuador; el señor Américo Gil, de la delegación de Uruguay; el señor Teófilo Salinas y el doctor Ricardo Fernandini, de la delegación del Perú; y el señor José Salom, miembro del Comité Olímpico de la FIFA; y dejando constancia que la delegación colombiana por haber terminado su actuación, no se encontraba presente, en la ciudad de Lima, se tomaron los siguientes acuerdos:

            PRIMERO: En vista del duelo que aflige a la nación peruana, por la tragedia ocurrida el día de ayer en el Estadio Nacional, resuelven suspender el desarrollo del Torneo Pre-Olímpico en la ciudad de Lima.

            SEGUNDO: Dar por clasificado al equipo representante de Argentina, en atención al puntaje acumulado.

            TERCERO: Para la clasificación del segundo representativo de la América del Sur, en la Olimpiada de Tokio, deberán jugar los equipos de Perú y Brasil, un encuentro en la ciudad de Río de Janeiro el día 7 de junio del año en curso. En caso de empate se jugarán dos tiempos suplementarios de 15 y 15 minutos. Si éste persistiera se jugará un segundo encuentro, CUARENTIOCHO horas más tarde, con tiempos suplementarios, idénticos a los del primer partido, y en caso de persistir el empate, se aplicara el reglamento de la FIFA.

            CUARTO: El árbitro será neutral, de común acuerdo de las partes.

            QUINTO: Las restantes clasificaciones de las representaciones participantes, quedarán desiertas; y

            SEXTO: Comunicar a la FIFA para su conocimiento.

            Firman los representantes de Argentina, Brasil, Chile, Ecuador, Uruguay, Perú y del representante del Comité Olímpico.


Adiós Tokio

El 7 de junio, Perú enfrenta a Brasil, en un partido preliminar, en el estadio Maracaná de Río de Janeiro, ante 20 mil espectadores.

            (En el estelar, el seleccionado profesional de Brasil gana 4 a 1 a Portugal y se clasifica segundo en el torneo por la Copa de las Naciones.)

            El seleccionado peruano forma con Sartor en el arco; Guerrero y Castillo, en la defensa; Chumpitaz, Lara y Sánchez, en la línea media; y González Bravo, Zavala, Casaretto, La Rosa y Lobatón, en la línea de ataque.

            Brasil lo hace con Florisvaldo; Musa y Ze Luis; Iris, Valdés y Adevaldo; y Roberto, Ze Roberto, Evaldo, Tito e Ivo.

            Roberto a los 20 minutos y Ze Roberto a los 30 del primer tiempo; y Evaldo, al minuto y a los 40 de tiro penal, en el segundo tiempo, acaban con las esperanzas del preolímpico nacional.

            La todavía conmocionada afición peruana ni se sorprende por ese 4 a 0 con que Perú termina su participación en el torneo.


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