lunes, 28 de mayo de 2018

La revolución de Mayo del 68 (I)

La gesta estudiantil que cambió al mundo


Hace 50 años, en plena primavera, la ciudad de París fue escenario de uno de los acontecimientos que habría de marcar la historia contemporánea Francia y se extendería a diversos países del mundo. Lo que después sería conocido como Mayo Francés o Mayo del 68, se trató de una cadena de protestas y huelgas que se sucedieron entre mayo y junio de 1968. El movimiento estudiantil contagió a los sindicatos obreros y generó una protesta masiva nunca antes vista.

Sin embargo, vistas desde una perspectiva social y cultural, las protestas de mayo del 68 se convirtieron en todo un mito, en una suerte de representación de una época, y a la vez como la última gran revolución romántica en busca de la libertad individual y social.

En las huelgas y las protestas participaron no menos de 10 millones de estudiantes, obreros industriales, los sindicatos y el Partido Comunista Francés (PCF).


La magnitud de las protestas no había sido prevista por el gobierno de Charles De Gaulle francés, y lo dejó contra las cuerdas, temeroso de que se convirtiera en una insurrección de carácter revolucionario tras la extensión de la huelga general. Sin embargo, la mayor parte de los sectores participantes en la protesta no llegaron a plantearse la toma del poder ni la insurrección abierta contra el Estado, y ni tan siquiera el PCF llegó a considerar seriamente esa posibilidad. El grueso de las protestas finalizó cuando De Gaulle anunció las elecciones anticipadas que tuvieron lugar el 23 y 30 de junio.

Los sucesos de mayo y junio en Francia se encuadran en una ola de protestas protagonizadas, principalmente, por sectores politizados de la juventud que recorrió el mundo durante 1968. Estos sucesos se extenderían después a la República Federal Alemana, Suiza, España, México, Argentina, Uruguay, Estados Unidos, Checoslovaquia e Italia, lo cual ampliaba la escala del viejo refrán del s. XIX que dice que cuando París estornuda, toda Europa se resfría.

Mucho se ha escrito sobre esos hechos. Hagamos un recuento sucinto sobre las causas, los hechos y las consecuencias, considerando el contexto en que se  desarrollaron. 

Contexto económico

La crisis en Francia surge al término de una década de prosperidad económica sin precedentes. Tras la Segunda Guerra Mundial, el país galo comienza a vivir la reconstrucción, con un sistema capitalista aún vigente, y vive una época de prosperidad económica.

Sin embargo, desde un año antes se empezaron a manifestar los primeros síntomas serios de un grave deterioro de la situación económica. El número de desempleados aumenta de forma notoria, y al empezar 1968 ya eran 500,000 los afectados. La juventud se ve particularmente afectada, y las circunstancias llevan al gobierno a crear en 1967 la Agence nationale pour l'emploi (Agencia Nacional de Empleo, ANPE), para cubrir las pocas vacantes que se generan.

La crisis industrial amenaza ya a muchos sectores, y la larga huelga de los mineros de 1963 muestra el profundo malestar de la minería francesa ante un declive imparable. En 1968, dos millones de trabajadores cobraban el SMIG (salario mínimo interprofesional) y se sentían excluidos de la prosperidad. Los sueldos reales empieezan a bajar y crece la preocupación por las condiciones de trabajo.


Pero la presencia de las mujeres en las calles y en las protestas se hizo notar. El mayo francés dio un espaldarazo al feminismo. Tan solo siete años después, se aprobó el derecho al aborto.

En las afueras de las grandes urbes, extensas barriadas de chabolas (bidonvilles) se extienden desde mediados de la década de 1950. El más poblado, el de Nanterre, alcanza los 14,000 habitantes en 1965 y se enccuentra justo enfrente de la universidad donde surgirían los primeros movimientos contestatarios estudiantiles.

Internacionalmente, la década de los sesenta experimenta una serie de cambios a nivel mundial que llevan al cuestionamiento del sistema de dominación europeo, en particular, estadounidense sobre los territorios coloniales o recientemente independizados de África, Asia y América Latina. El triunfo de la Revolución Cubana y el  auge de los movimientos izquierdistas en Latinoamérica, y en particular  la Guerra de Vietnam, generan un amplio movimiento de solidaridad en gran parte de Europa y de los propios Estados Unidos que se canaliza en una abierta oposición al imperialismo.

En Francia esos movimientos tienen su génesis durante la Guerra de Indochina y de Argelia, que provocan una fuerte polarización en la sociedad francesa desde principios de la década de 1960. En octubre de 1961 una manifestación pacífica de argelinos en Paría acaba con una fuerte represión policial que provoca más de 200 muertos, cuyos cuerpos son arrojados al Sena, en una acción silenciada en el primero de los grandes 'apagones informativos' de la época. A raíz de este suceso aparece públicamente y por primera vez una corriente estudiantil radical que se manifiesta contra la actuación policial a través de dos organizaciones recientemente creadas: el Comité Anticolonialista y el Frente Universitario Antifascista (FUA). En febrero de 1962, una manifestación convocada por el PCF y la Confederación General del Trabajo (CGT) acaba con nueve muertos aplastados en la estación de metro de Charonne.

Esos dos sucesos provocan un sentimiento de rechazo hacia los Compagnies Républicaines de Sécurité (CRS, policía antidisturbios). Durante ese período, grupos estudiantiles como la Unión Nacional de Estudiantes de Francia se desplazan hacia la izquierda en el contexto de oposición a la guerra de Argelia, al tiempo que van surgiendo nuevos movimientos como el Comité Vietnam de Base y el Comité Vietnam Nacional (aparecidos, respectivamente, en 1967 y 1966) que organizan importantes movilizaciones antimperialistas y protagonizan gran parte de la agitación universitaria anterior a 1968.

El desarrollo de la Revolución Cultural en China también genera un nuevo referente para una parte de los sectores izquierdistas franceses, que ven en el maoísmo una nueva base ideológica, alejada del PCF y de la Unión Soviética, menos dogmática y mucho más innovadora con respecto al marxismo clásico soviético.

Igualmente, a raíz de la guerra de Argelia surgen movimientos ultraderechistas, que abogan por la defensa de la Argelia francesa, como la OAS (siglas en francés de Organización del Ejército Secreto) y los grupos Occident, Ordre Nouveau y Jeune Nation, que se enfrentan con los movimientos estudiantiles y obreros izquierdistas en las universidades y en las calles de las principales ciudades, generando una polarización cada vez mayor en la sociedad francesa.


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