domingo, 13 de mayo de 2018

Heroínas de la Segunda Guerra Mundial (I)


La historia de la II GM está llena de acciones heroicas realizadas por mujeres, en muchas ocasiones poco conocidos pero cuya labor fue imprescindible en el decurso de la guerra.

Las mujeres participaron activamente en prácticamente todos los aspectos del conflicto, tanto militares como civiles.

Para la 'Operación Overlord' (clave de la Batalla de Normandía, que culminó con la liberación de los territorios ocupados por la Alemania nazi) las enfermeras recibieron entrenamiento militar. Se les enseñó a subir a un barco mediante una soga, saltar a los botes, desfilar, atravesar alambradas y barricadas, y autodefensa. El 'Día D' abandonaron sus tocados tradicionales y vistieron uniformes militares y botas.

Otras mujeres destacaron en diversas tareas para salvar la vida de muchos judíos perseguidos por el régimen nazi.

Estas son algunas de aquellas mujeres que se convirtieron en heroínas.

Lillian Gutteridge


Fue una enfermera británica que participó en la evacuación de los ejércitos aliados en Dunkerque, y una de las últimas enfermeras en abandonar Francia. Su ambulancia fue detenida por un oficial de las SS que le ordenó entregar a los heridos que transportaba. Lillian abofeteó al oficial, que respondió clavándole un cuchillo en el muslo. Antes de que la cosa se pusiera peor el oficial fue abatido por soldados del regimiento escocés Black Watch en retirada. A pesar de su herida, Lillian condujo la ambulancia hasta llegar al ferrocarril francés que se dirigía a Cherburgo. Durante el trayecto recogió otros 600 soldados franceses y británicos heridos. Días más tarde consiguió llegar a Inglaterra con sus pacientes.

Susan Travers


Fue la única mujer en la Legión Extranjera Francesa en el momento de estallar la guerra, ella estaba en Bir Hakeim, Libia, cuando las fuerzas de la Francia Libre fueron rodeadas por los alemanes. Se negó a ser evacuada con el resto de mujeres y permaneció bajo asedio durante 15 días, hasta que la situación se hizo insostenible. Poniéndose al volante de un camión logró atravesar el cerco alemán y conducir a los 2,500 soldados franceses cercados hasta las líneas aliadas, haciendo de escudo.

La enfermera checa que envenenaba nazis

En octubre de 2012 el pueblo checo de Trebon, en la región de Bohemia, inauguró una placa conmemorativa de una enfermera, cuyo nombre se desconoce, que tras la anexión alemana de Checoslovaquia, en 1938, se dedicó a matar a soldados alemanes contagiándoles enfermedades de transmisión sexual (ETS) que ella misma padeció tras ser violada por soldados nazis durante la ocupación de su país.

Dolida y en silencio planeó la forma de vengarse. Su mejor aliado fue el estrés de la guerra. Sabía que los soldados buscaban sexo para olvidarse de la presión del enemigo, y se valió de ello para ejecutar su macabro plan.

Decidió acostarse con cientos soldados nazis, a los que atendía en el hospital de Trebon, para contagiarlos de la ETS que le dejaron quienes la violaron.  Y mientras más relaciones tenía con los soldados más se infectaba y mayor era su trasmisión a los hombres.

En una temporada los soldados nazis empezaron a morir, no a consecuencia de la guerra, sino por tener sexo. La mortandad llamó la atención de la Gestapo, que logró identificar la causa de la muerte de sus hombres, y emprendió una tenaz y violenta búsqueda, hasta que la encontraron y la mataron a balazos.

Según medios europeos, en Trebon muchos le rinden homenajes a la mujer que se vengó por su país y por su propia dignidad.

Violette Szabo


Cuando su marid, oficial de la Legión Extranjera Francesa murió en combate, Violette fue reclutada por el SOE británico y enviada a Francia como espía en abril de 1944. Allí organizó una unidad de la resistencia, realizó sabotajes de puentes y carreteras, y enviaba reportes a Londres. Fue arrestada dos veces, pero en ambas ocasiones se las apañó para escapar.

Enviada de nuevo a Francia pocos días después del desembarco de Normandía fue interceptada en un control de carretera junto a su acompañante partisano. Saliendo del coche Violette abrió fuego contra los soldados alemanes, y siguió disparando hasta que su compañero logró huir.

Interrogada y torturada, no lograron hacerla hablar. Se la trasladó al campo de concentración de Ravensbrück en agosto de 1944, donde realizó varios intentos de fuga sin éxito. En enero de 1945 fue ejecutada por un oficial de las SS. Su historia se cuenta en la película 'Agente Secreto SZ', de 1958.

Augusta Chiwy


Augusta Chiwy fue una enfermera belgo-congoleña que se ofeció como voluntaria para servir en el hospital de campaña de Bastoña durante la Batalla de las Ardenas. En aquel momento solo había un médico atendiendo a los heridos norteamericanos. Augusta recorría el campo de batalla recogiendo a los heridos, bajo fuego enemigo. En 2011, a la edad de 93 años, el ejército norteamericano le tributó un homenaje.


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