Ciudades fantasmas del mundo (XXIII)

Localidades despobladas en diversas provincias de España (VII)

Avellaneda

 

La aldea de Avellaneda se ubica en la comarca del Camero Viejo, en la provincia de Rioja, entre bosques de pinos y hayas. Un cartel que recuerda a sus antiguos moradores con una foto que permite ver cómo era el despoblado cuando todavía tenía vida. Hoy poco queda que permita reconocerlo. Sus habitantes dejaron el pueblo en busca de un futuro mejor.

Montfalcó

 

Los restos del despoblado de Montfalcó se encuentran en la sierra del Montsec, en la parte este de la comarca de la Ribagorza, en Huesca. En su época de máxima expansión, en los años 50, llegó a contar con 63 habitantes. Hoy todas sus casas están derruidas salvo una de ellas, que ha sido restaurada y habilitada como albergue. El municipio quedó deshabitado en 1960 cuando sus propietarios vendieron sus propiedades y tierras al patrimonio forestal del Estado.

Caserras del Castillo

Caserras del Castillo era una población de 1,000 habitantes durante la década de los 50 y hoy es un despoblado en estado de avanzada ruina.  El embalse que se construyó en el lugar hizo pagar un elevado precio a los habitantes de las poblaciones de la zona, que vieron desaparecer su modo de vida y tuvieron que abandonar sus hogares. El caso de Caserras resulta paradójico ya que fue precisamente la construcción del embalse la que produjo su máximo momento de expansión y a la vez el motivo final de su despoblación. La obra atrajo al municipio a los obreros que trabajaron en la construcción, pero un vez finalizada abandonaron el pueblo y con ellos emigrron sus antiguos habitantes que vieron anegadas sus principales tierras de cultivo.

L´estall

La deficiente red de infraestructuras existentes en la zona y la construcción de embalses para el aprovechamiento hidroeléctrico de los ríos pirenaicos asestó un importante golpe al desarrollo de esta comarca de la Ribagorza, en la provincia de Huesca, y obligó a sus habitantes a abandonar sus hogares. L´estall llegó a tener un centenar de habitantes y se despobló totalmente en 2003. Desde 1978 estuvo habitado únicamente por Santiago Pena que recibió un premio por haber sido el que más tiempo ha vivido solo en un pueblo de España. 

Santa María en Cameros

Santa María en Cameros es un hermoso despoblado enclavado en la subcomarca de Camero Viejo. Sus tierras estaban regadas por tres arroyos que confluyen debajo de la población y ceden sus aguas al río San Román. Sus antiguos pobladores se dedicaban al pastoreo trashumante, tenían ovejas y algunas vacas para la labranza. También cazaban perdices y liebres, y los arroyos daban uno que otro pez pequeño. Al pueblo no le llegó la era industrial, salvo unos cuantos telares de paños y balletas de consumo propio. Esa pobre economía de subsistencia fue la razón principal por la que sus habitantes emigraron masivamente en las primeras décadas del siglo XX y durante las décadas de los 60 y 70 del siglo XX, hasta que quedó despoblado.