sábado, 12 de mayo de 2018

Ciudades fantasmas del mundo (XXII)

Localidades despobladas en diversas provincias de España (VII)

Sibirana


Pocos restos quedan hoy en pie del despoblado, entre ellosel castillo y la iglesia de Santa Quiteria, ambos de origen románico. Restos de la cimentación invadidos por la maleza son los únicos vestigios que han llegado hasta nuestros días. Su despoblación debió producirse a fines del siglo XVII o principios del siglo XVIII. Su ubicación, en una zona agreste, mal comunicada y con un clima que dificultaba las actividades agrícolas hizo que fuera despoblándose paulatinamente hasta quedar finalmente abandonado. En la actualidad únicamente hay un edificio rehabilitado que es utilizado como refugio de cazadores.

Aldealcardo


De origen medieval, su desarrollo se vertebró en torno al transporte de mercancías. Su edificio más significativo es su iglesia parroquial. En sus últimos años de vida llegó a tener luz eléctrica y una tienda. Sin embargo, los jóvenes decidieron emigrar en busca de nuevas oportunidades para mejorar su calidad de vida. Los últimos habitantes dejaron Aldealcardo en 1972.

Lapenilla


Está ubicado en pleno prepirineo de la provincia de Huesca, sobre un terreno escabroso surcado por profundos barrancos. Su origen fue un asentamiento militar fortificado a cuyo abrigo se fue expandiendo el núcleo de la población. A partir de los años cuarenta del siglo pasado comenzó a despoblarse. Los hijos menores de las familias abandonaron el pueblo para buscar sustento. La construcción de un embalse trajo consigo la despoblación total del municipio.

Júnez


En el norte de la provincia de Zaragoza se encuentra enclavado este despoblado, sobre un promontorio rocoso a 550 m de altitud a orillas del río del mismo nombre, del cual sus habitantes obtenían agua para abastecerse. Llegó a tener escuela propia con maestra residente, y hasta los años cuarenta también contó con un cura propio. Las duras condiciones de vida, la falta de servicios básicos y la prohibición de criar cabras para proteger el monte provocó que sus últimos habitantes se vieran forzados a marcharse para buscar un medio de vida en otro lugar. El último habitante de Júnez cerró su casa en 1973,

Valtrujal

 

  

Es uno de los pueblos más recónditos y despoblados del valle del Jubera en la provincia de La Rioja. Solo vacas y caballos recorren sus calles y el interior de sus casas. Algunas calles están prácticamente inaccesibles debido a la maleza. La única casa que se encuentra en mejor estado es utilizado por la Guardia Civil de montaña para realizar prácticas de supervivencia en la zona.


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