Consecuencias de la II Guerra Mundial (I)

Aunque en estos días se conmemora la rendición incondicional del ejército alemán, que puso fin a la Segunda Guerra Mundial en el continente europeo, el punto final del conflicto fue sellado el 2 de septiembre de 1945 con la firma de la rendición del Imperio de Japón, exactamente al cabo de seis años y un día de enfrentamientos. La guerra implicó a la mayor parte de las naciones del mundo, incluidas todas las grandes potencias, agrupadas en dos alianzas militares enfrentadas: los Aliados y las potencias del Eje.  

La II GM determinó consecuencias que quienes la originaron no pensaron jamás que pudieran cobrar efectos tan terribles que la humanidad aún asombrada tal vez no alcance a comprender el por qué de esta conflagración que dejó hambre, desolación y muerte en los pueblos y países que la sufrieron en forma directa e indirecta.

La guerra tuvo también diversas consecuencias que vale la pena recordar.

Consecuencias políticas

Creación de la Organización de las Naciones Unidas (ONU)

Después de la I Guerra Mundial y a raíz de la firma del Tratado de Versalles en 1919, se creó la Sociedad de Naciones (SN), que pretendía agrupar a todos los Estados del mundo. Si bien la organización consiguió algunas victorias, finalmente fracasó en su intento de mantener unas relaciones internacionales de paz y se propició la II Guerra Mundial.

Es por eso que el 24 de octubre de 1945, después de poco más de un mes de haber culminado la guerra, cincuenta países se agruparon en la Conferencia de San Francisco y firmaron la partida de nacimiento de la ONU. Desde entonces, esta institución desde entonces rige las relaciones internacionales de sus Estados miembros, que hoy ascienden a 193.

Creación del Estado de Israel

El 14 de mayo de 1948 en la ciudad de Tel Aviv, David Ben-Gurión concretó la aspiración sionista de tener un estado judío en la Tierra Santa. Esta región era un mandato británico de la Sociedad de Naciones.

Después de la II GM, y a causa del 'Holocausto' nazi que asesinó a millones de hebreos, se registró una emigración masiva a la zona, lo que forzóel abandono de los británicos y la creación del estado judío. La ONU determinó que deberían crearse dos estados, uno judío y otro árabe. Los palestinos, que desde un principio se opusieron a la creación de un estado judío, siguen sin poder tener soberanía de su Estado.

3- Divisiones territoriales

Con la derrota de Alemania y Japón, Estados Unidos y la Unión Soviética se convirtieron en las dos grandes superpotencias del mundo. A raíz de esto, pasaron a dominar y dividirse el territorio en gran cantidad de países.

La Unión Soviética mantuvo el control de toda Europa del Este, instaurando repúblicas socialistas en Hungría, Albania, Yugoslavia y Polonia, entre otros.

Lo más relevante fue la división de Alemania, constituyéndose la República Federal Alemana, occidental y la República Democrática Alemana, oriental de corte marxista.

Algo similar ocurrió en Corea, ocupada por Japón desde 1910. En esta península asiática se aplicó una división por medio del paralelo 38, en la que el norte, previamente ocupado por las tropas soviéticasse constituyó como la República Popular Democrática de Corea, mientras que en el sur, zona ocupada por los Aliados, se formó la República de Corea. Esta división territorial se mantiene hasta hoy.

Desastre de las potencias del Eje
El Eje comprendió a Alemania, Italia y al Japón.

Alemania sufrió un completo desastre: su territorio se vio seccionado por la penetración rusa en la parte oriental, mientras que el resto del país era ocupado por norteamericanos, ingleses y franceses. Berlín, su capital, fue dividida en Berlín Occidental (República Democrática Alemana, RDA) y Berlín Oriental (República Federal de Alemania), lo mismo que el país.
Italia, que cumplió un papel segundón al lado de Alemania, perdió sus colonias en el continente africano, pero su territorio no sufrió mayor mutilación, pese a las pretensiones de Yugoslavia, ya que, al final, prestó ayuda a las fuerzas norteamericanas.
Japón vio desvanecerse sus sueños de constituir un nuevo orden y de formar la Gran Asia Japonesa con predominio en el Pacífico. Al final, su extensión territorial se circunscribió a sus cuatro islas que, posteriormente, fueron ocupadas por tropas norteamericanas al mando del general Douglas Mac Arthur.
Exaltación del sentimiento nacionalista
Los pueblos y países que participaron en Guerra acentuaron, en una u otra forma, su fervor nacionalista. Ello se debió, fundamentalmente, al sentido de la defensa del territorio patrio que debieron afrontar. En este aspecto, Polonia y Checoeslovaquia destacaron sobre los demás. Al mismo tiempo en Asia y en África surgieron nuevos estados libres, entre ellos Corea, la India y Birmania.

Armas nucleares

 

La II GM finalizó tras dos ataques nucleares perpetrados por Estados Unidos a las ciudades japonesas de Hiroshima y Nagasaki. Fueron las únicas bombas que se han lanzado contra la población civil. A partir de entonces se controló el uso de armas nucleares por parte de la ONU, siendo solo permitida a los cinco grandes ganadores de la guerra: EE. UU., Francia, Reino Unido, China y la Unión Soviética (hoy Rusia). Desde entonces no se han registrado ataques nucleares.

Avance de la democracia
El fin de la IIGG derivó en el total fracaso de los regímenes de orden dictatorial y totalitario de enbt0onces, como el Nazismo y el Fascismo. Algunas monarquías se extinguieron, entre ellas la de Bulgaria, Italia y Yugoeslavia. En cambio, en las nuevas repúblicas se implantó el voto popular, se afianzó el sentido de la libertad, en lo político o en el orden de la expresión de ideas.

De otro lado, desde 1946 Japón se transformó en una monarquía constitucional, dejando su reinado en mero simbolismo.

Juicios de Núremberg y de Tokio

Los jerarcas de la Alemania nazi, de la Italia fascista y del Imperio de Japón no quedaron impunes. Aunque Adolf Hitler se suicidó el día en que los soviéticos llegaron a Berlín y Benito Mussolini fue asesinado junto con su amante Clara Petacci, muchos otros no tuvieron ese final.

Entre el 20 de noviembre de 1945 y el 1 de octubre de 1946, se llevaron a cabo en la ciudad alemana de Núremberg una serie de juicios que acabaron condenando a la horca a más de una decena de militares alemanes, y otros tantos a cadena perpetua.

(Continuará…)