martes, 22 de mayo de 2018

Ciudades fantasmas del mundo (XXVI)

Localidades despobladas en diversas provincias de España (XI)

Poble vell de Corbera d'Ebre

 

Corbera d´Ébre sufrió los efectos devastadores de las tropas y la aviación franquista durante la guerra civil española. Su población original fue totalmente arrasada. Su núcleo urbano actual es una reconstrucción que se realizó cuando acabó el conflicto. En 1992 fue declarado Bien de Interés Cultural., y se iniciaron labores de conservación y consolidación de los restos para que puedan ser visitados con la finalidad de difundir los efectos que la guerra tiene en la población civil.

Cubillos


La despoblación comenzó en Cubillos en los años 50 y sus últimos habitantes abandonaron el pueblo en 1970 para instalarse en el cercano Cubillas, aunque seguían volviendo al pueblo para cultivar sus tierras. En los años 60 los jóvenes del pueblo comenzaron a emigrar a Barcelona, Madrid y a la capital de la provincia de Soria ya que la agricultura y la ganadería no ofrecían puestos de trabajo suficientes.

La Santa

 

El despoblado de la Santa se encuentra en la comarca riojana del Valle del Jubera, una de las más hermosas y despobladas de toda la región, también denominada las Alpujarras riojanas. En los años 50 y 60 las duras condiciones de la vida serrana provocaron que muchos de sus habitantes emigraran a otras zonas en busca de mejores condiciones de vida, dejando vacíos pueblos que habían sido habitados durante siglos. 

Camposillo


El despoblado de Camposillo se encuentra  a 1,100 ms de altitud en la hermosa y montañosa Cormarca del Alto Porma, en la provincia de León, en un valle formado por el río hoy represado por la mano del hombre en el embalse de Boñar, cuya construcción precisamente fue motivo de su abandono. Seis pueblos desaparecieron bajo las aguas del embalse y dos fueron expropiados a pesar de que las aguas represadas del Porma nunca llegarían a cubrir sus muros.  

Peña do Seo

 

Era un pueblo minero dedicado a la producción de carbón, wolframio, volframio o wólfram, también llamado tungsteno, que tuvo gran importancia durante la Segunda Guerra Mundial debido a su aplicación para el blindaje de vehículos bélicos y revestimiento del armamento. Se calcula que esta actividad dio empleo a 20,000 personas aunque su número habría sido muy superior ya que se utilizaba mano de obra clandestina y prisioneros de guerra que conmutaban la pena de muerte por el trabajo en las minas. Hacia 1953 era un poblado construido sólidamente en piedra y las casas contaban con luz eléctrica, agua caliente y calefacción central, lujos poco extendidos en la época. La mina cerró en 1958, pero siguió habitado hasta 1974 por el guardián de la mina y su familia, encargados del mantenimiento de las instalaciones. Cuando abandonó el poblado, se produjo el expolio y con el paso del tiempo el derrumbe progresivo.

 

 

 

 

 

 


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