Los homenajes a las madres se originaron muchos siglos atrás. Se trataba de homenajear a la figura materna como símbolo de fertilidad y vida.
Los primeros orígenes de esta celebración se remontan al Antiguo Egipto, donde la diosa Isis, conocida como 'Gran diosa madre', entre otros muchos títulos, era objeto de culto y homenaje con tintes simbólicos y mitológicos por parte de su civilización.
Isis amamantando a Horus. Der.: Rea y Cibeles.
Algo parecido sucedió en la Antigua Grecia con la diosa de la mitología griega Rea, madre de Zeus, Poseidón y Hades, dioses del Olimpo, y considerada la Magna Mater deorun idaea, Magna Master o simplemente Gran Madre; y durante el Imperio Romano, se rendía culto a la diosa Cibeles, 'diosa Madre', en su templo con ofrendas florales durante tres días. Su culto derivaba probablemente de la antigua adoración a las grandes madres o diosas de la fertilidad, al igual que a Deméter, la diosa de la agricultura.
Los antiguos griegos fueron los primeros en rendir homenaje a Rea, madre. Los romanos a Cibeles, diosa de la madre tierra y símbolo de fertilidad.
El catolicismo en Europa comenzó a honrar a la Virgen María, madre de Jesús de Nazaret, aunque no fue hasta el 8 de diciembre de 1854 cuando el Papa Pío IX definiera esta celebración con la Inmaculada Concepción.
En la Inglaterra del siglo XVII se celebraba el 'servir de domingo'. Ese día las sirvientas iban a sus hogares a visitar a su madre, y festejaban el encuentro con una torta.
En España existen registros que datan del año 1330 en que las cofradías, creadas en honor a la Virgen de la Inmaculada en Gerona, le rendían culto. n los países cristianos honraban a la Virgen María, celebrando el día de la Inmaculada Concepción, el 8 de diciembre.
La festividad, como la conocemos hoy, fue el corolario de la lucha emprendida por dos mujeres importantes que irrumpieron en escena y lucharon por que se reconociera este día en un sentido más parecido al actual. Ellas fueron Julia Ward Howe y Anna Marie Reeves Jarvis. Esta última, ama de casa, inició una campaña a nivel nacional para que instaurase el Día de la Madre el segundo domingo de mayo de manera oficial a comienzos del siglo XX. El éxito de esta campaña fue la declaración oficial de Woodrow Wilson años más tarde y el hecho de que, a nivel internacional, cada país fue adoptando esta efeméride aunque no en la misma fecha.
Las precursoras
Julia Ward Howe (1819-1910), escritora y autora del Himno de la República (The Battle Hymn of the Republic), fue una abolicionista y activista estadounidense, defensora de los derechos de las mujeres en el contexto sociopolítico propio de la sociedad norteamericana de mediados del siglo XIX. Ella propuso dedicar un día a las madres por la paz. En 1872 comenzó a realizar encuentros para celebrar el día de las madres en Boston, Massachusetts, y en 1970 escribió su famosa Proclama del día de las madres.
Anna Marie Reeves Jarvis (1832-1905) fue una activista social durante y después de la guerra civil norteamericana. Ella y su hija, homónima, Anna Jarvis (1864–1948), son reconocidas como las fundadoras del Día de las Madres en los Estados Unidos, celebración que, en diversas fechas, después se extendió a muchos países del mundo.
Ana María Jarvis trabajó a lo largo de muchos años en el estado de Virginia promoviendo cuestiones de salud y seguridad social para las mujeres trabajadoras. Durante la Guerra de Secesión organizó grupos de mujeres para atender a los heridos del conflicto bélico, de ambos lados de las trincheras.
Al terminar la guerra se mostró muy activa promoviendo un día para conmemorar el trabajo de las mujeres, particularmente de las madres trabajadoras, reconociendo lo esforzado de ellas, que al tiempo que debían cuidar de su familia, tenían que trabajar por muy distintas necesidades. Murió en Filadelfia el 9 mayo de 1905.
Anna Marie Jarvis (1864-1948) fue hija de Ann Marie Reeves Jarvis. Siendo niña la familia se mudó a Grafton (Virginia Occidental) y estudió en la escuela Mary Baldwin College, donde se graduó en 1883.
En mayo de 1907, dos años después de la muerte de su madre, quiso conmemorar a su madre y su trabajo social, y organizó un día de la madre para hacerlo. A partir de entonces encabezó una activa campaña que fue extendiéndose a todo el territorio de los Estados Unidos.
Finalmente, siete años después logró que el presidente Woodrow Wilson recogiera la iniciativa y la promoviera él mismo hasta volver la conmemoración un día de fiesta para las madres.
El 8 de mayo de 2009, la CasaBlñanca publicó el discurso del presidente de los Estados Unidos, proclamando el día 10 de mayo como día de la madre.
En 1914, el Congreso de EE.UU. aprobó la fecha del segundo domingo de mayo como fiesta nacional y lo declaró el día de la madre.
Así fue gestado el día internacional de la madre que después fue encontrando eco en otros países que lo adoptaron hasta tenerse la celebración conocida en la actualidad.
Hacia 1920, Anna se percató de la comercialización generalizada de la idea de su madre y manifestó su desacuerdo con las motivaciones que fueron dándose para la conmemoración. Esto la hizo luchar en contra de este proceso que consideraba ilegítimo, hasta el punto de que en alguna ocasión fue arrestada por perturbar la paz debido a sus manifestaciones ruidosas. Ella y su hermana Ellsinore usaron su herencia y los recursos de que disponían, para hacer campaña en contra de las celebraciones comerciales del día de la madre.
Pero no lo lograron.
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