Ciudades fantasmas del mundo (XXV)

Localidades despobladas en diversas provincias de España (X)

Turruncún

La ciudad logró salir indemne de un terremoto en 1929 que tuvo su epicentro bajo su subsuelo y de los envites de la guerra civil unos años más tarde. Sin embargo, no pudo sobrevivir a los efectos de la reconversión industrial de los años 60 y 70. Sus habitantes tuvieron que abandonar sus hogares en busca de una vida mejor en otras localidades. Los únicos edificios que continúan en pie son la iglesia con su torre de estilo mudéjar y el edificio de las escuelas el último en construirse, en la década los 60 y no llegó siquiera a utilizarse, para entonces Turruncún ya había iniciado un camino sin retorno hacia su despoblación. En 1975 se despobló totalmente.

Mas del Labrador

Se encuentra en la comarca de la Matarraña, y a diferencia de otros pueblos de Teruel, la rápida despoblación de Mas de Labrador se debió a la guerra civil a principios del siglo XVIII. La población sufrió fuertes bombardeos que destruyeron la mayoría de sus edificios. Cuando las tropas nacionales tomaron la población dejaron un contingente de tropas alemanas instaladas, por lo que la mayoría de sus habitantes decidió abandonar el pueblo. En los años 40 quedaban 27 vecinos que ocupaban seis viviendas, y en 1950, se redujo a 16 vecinos en cuatro casas. La última familia abandonó la población en 1962.

Valdegrulla

Valdegrulla se encuentra en la parte occidental de la provincia de Soria. Desde los años 70 comenzó a sufrir los efectos de la despoblación de manera progresiva pero constante, hasta que en el año 1997 la última familia que residía abandonó el pueblo.

Treguajantes

Este pueblo de la comunidad autónoma de La Rioja en 1752 contaba con 89 vecinos, y en 1849 estos aumentaron a 250, que vivían en 70 casas distribuidas en varias calles y una plaza. Tenía una escuela con 30 niños. El agua se obtenía de pozos y dos fuentes. Sus habitantes vivían de la agricultura especialmente trigo, cebada, habas, guisantes, garbanzos y patatas; y de la ganadería lanar y caprino. Su despoblación comenzó en el siglo XX y concluyó a fines de los años 60.

Mon de Perarrúa

Se encuentra en la comarca de la Ribargorza, en la provincia de Huesca. Desde lejos se divisa en lo alto de un promontorio rocoso los restos del Castillo de San Clemente, prueba de que Mon de Perarrúa llegó a estar habitado hasta finales de la década de los 70. Sus habitantes vivían de la agricultura y la ganadería y progresivamente fueron trasladándose a Perarrúa, en el llano.