domingo, 3 de junio de 2018

La vida se gasta

Nos acostumbramos a vivir en departamentos y a no tener otra vista que no sea las ventanas de alrededor. Y porque no tiene vista, luego nos acostumbramos a no mirar para afuera. Y porque no miramos para afuera, luego nos acostumbramos a no abrir del todo las cortinas. Y porque no abrimos del todo las cortinas luego nos acostumbramos a encender más temprano la luz. Y a medida que nos acostumbramos, olvidamos el sol, olvidamos el aire, olvidamos la amplitud.

-          Nos acostumbramos a despertar sobresaltados porque se nos hizo tarde.

-          A tomar café corriendo porque estamos atrasados.

-          A leer el diario en el ómnibus porque no podemos perder tiempo.

-          A comer un sándwich porque no da tiempo para almorzar.

-          A salir del trabajo porque ya es la noche.

-          A dormir en el ómnibus porque estamos cansados.

-          A cenar rápido y dormir pesados sin haber vivido el día.

-          Nos acostumbramos a esperar el día entero y oír en el teléfono: "Hoy no puedo ir", "A ver cuando nos vemos", "La semana que viene nos juntamos".

-          A sonreír a las personas sin recibir una sonrisa de vuelta.

-          A ser ignorados cuando precisábamos tanto ser vistos.

-          Si el cine esta lleno nos sentamos en la primera fila y torcemos un poco el cuello.

-          Si el trabajo esta complicado, nos consolamos pensando en el fin de semana.

-          Y si el fin de semana no hay mucho que hacer, o andamos cortos de plata nos vamos a dormir temprano y listo, porque siempre tenemos sueño atrasado.

-          Nos acostumbramos a ahorrar vida. Que, de a poco, igual se gasta y que una vez gastada, por estar acostumbrados, nos perdimos de vivir.


ALGUIEN DIJO:

"La muerte esta tan segura de su victoria,

que nos da toda una vida de ventaja"


¡DISFRUTÉMOSLA!


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