El gobierno de Singapur se ha puesto como próximo objetivo convertirse en el primer país inteligente del mundo, en la ciudad del futuro. El programa ya comenzó y es muy ambicioso. De hecho, su lema dice: "Hay muchas ciudades inteligentes, pero solo una nación inteligente".
Y es que en Singapur todo gira en torno a la tecnología. Sus residentes ya cuentan con red de fibra óptica que se extiende a lo largo y ancho de la isla, proporcionándoles internet de alta velocidad, y ya hay tres teléfonos móviles por cada dos ciudadanos.
Pero las autoridades del país quieren ir más allá y convertirlo en 'un laboratorio viviente', una especie de sala de pruebas de soluciones inteligentes para cuestiones urbanas que transformen, aún más, esta tierra de la innovación.
Los drones son una de las tecnologías más utilizadas para la vigilancia.
El gobierno ha creado una red de sensores para monitorear la polución y el tráfico. Además, algunos edificios ya cuentan con sensores en viviendas de ancianos y acelerómetros con 'botón de pánico' incorporado para que, si les ocurre algo, la familia o las autoridades sanitarias puedan ser avisadas rápidamente.
El país está desplegado un gran número de sensores y cámaras en todo su territorio para que el gobierno pueda controlarlo todo.
El gobierno también ha creado un impresionante mapa en tres dimensiones para ver los detalles más pequeños en todo el país, especialmente en lo que respecta a la eficiencia energética.
Mapas 3D de consumo energético muestra cómo se gestionan los residuos en distintos edificios.
"Si haces clic en un edificio te dice el consumo y generación de energía, por ejemplo. Y si haces clic en el panel solar obtienes más información", explica un trabajador de la plataforma gubernamental Virtual Singapore.
El programa también permite gestionar el manejo de residuos "simulando cómo se organiza la basura en el edificio y cómo se recolecta" con unas líneas verdes y rojas.
La eficiencia energética es un aspecto clave para el desarrollo de Singapur.
En el Hospital General Changi de Singapur hay médicos humanos y robots. Cuatro robots HOSPI -desarrollados por Panasonic- comenzaron a formar parte de la plantilla del centro en 2015. Hoy son muchos más.
Se encargan de transportar medicinas y equipos, y de ayudar a los médicos. Son tan altos como una persona y capaces de interactuar con humanos y de incluso 'sonreír' a través de su pantalla.
Pero en el hospital también hay otros tipos de robots: los AGV que transportan mercancías más grandes; y, por supuesto, varios robots cirujanos, además de sistemas inteligentes para la geolocalización de pacientes y el análisis de datos.
HOSPI forma parte de la plantilla de los hospitales desde 2015, como parte el proyecto 'Smart Nation'.
Ubicada en el distrito 23 de Singapur, Tree House es una urbanización residencial con bloques de 24 pisos. Se trata del jardín vertical más grande del mundo.
Pero, además, sus espectaculares Gardens by the Bay (jardines de la bahía) son una muestra de sostenibilidad, arquitectura innovadora y última tecnología en un ambicioso proyecto con excelentes resultados.
Los 'superárboles' regulan la temperatura absorbiendo y dispersando calor, recolectan agua de lluvia y ofrecen una vista panorámica de la ciudad. Además, las granjas verticales permiten cultivar hacia lo alto ahorrando energía.
Estos árboles recolectan el agua de la lluvia y son una muestra de tecnología punta.
La ciudad-estado también cuenta con taxis inteligentes que funcionan sin conductor y se manejan solos en la ciudad.
Singapur se convirtió en la primera ciudad del mundo en introducir el uso de este tipo de vehículos. Fueron creados por la nuTonomy, que nació en el Instituto Tecnológico de Massachusetts (MIT), de Estados Unidos.
El MIT ha calculado que, en teoría, unos 300,000 taxis sin conductor podrían hacer el trabajo de los 780,000 taxis tradicionales que operan actualmente en Singapur, reduciendo los tiempos de espera en 15 minutos.
Las casas coloridas del barrio Bugis.
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