domingo, 10 de junio de 2018

Orígenes del fútbol (I)

Publicado en la revista 'Variedades'

del diario oficial El Peruano el jueves 7.06.18      

Palabras como Tsu Chu o Tsu Chin, kemari, harpastum, episkyros, calcio o soule, pueden resultar desconocidas para los pocos conocedores del mundo del deporte.

            No así para los estudiosos e investigadores que pronto las identificarán con las denominaciones que en la antigüedad se daba a la práctica del juego con pelota. Aunque sus reglas y características, obviamente, difieran sustancialmente de lo que hoy conocemos como el más popular y difundido de los deportes en todo el planeta: el fútbol (del inglés foot-ball: balompié - foot: pie; ball: balón, pelota).

Un juego muy antiguo

            El fútbol, con sus reglas primitivas y sus motivaciones esotéricas, religiosas o basadas en costumbres paganas o mágicas, existió desde muy antiguo entre las grandes culturas precristianas. Pero recibía otros nombres.

            Y aunque nadie se puede atrever a afirmar quién lo inventó ni de dónde vino, es posible exhibir teorías y sacar algunas conclusiones.

            Para algunos, el fútbol se practicaba en China desde la más remota antigüedad, y como prueba de ello muestran documentos que atribuyen su origen a un emperador del tercer milenio antes de Cristo.

            Algunos sostienen que fue el emperador chino Huang-Di (año 2500 a. C.) quien inventó un juego para entrenar a sus soldados, el cual consistía en colar una pelota de cuero entre dos palos clavados en el suelo.

 

Emperador Amarillo Huang-Di y juego de tsu-chu.

            Testimonio más definitivo lo constituye un texto militar que data de la dinastía Han (206 a. C.) que habla del llamado Tsu Chu o Tsu-chin, en estos términos: "Tsu debe patear; Chu es la pelota de cuero y rellena."

            Una de las formas de ese juego de pelota se practicaba el día del cumpleaños del emperador. Se organizaban dos equipos que se colocaban frente a una red de seda con una abertura de más de 30 cm en el centro. El tejido era sostenido por dos postes de bambú de más de 8 m de altura adornados con sedas de colores vivos. Los jugadores por turnos debían patear la bola y trasponer la abertura con ella.

            La representación más antigua e indudable de este juego es una impresión de Edimburgo que data de 1672 o 1673.

            Un juego similar, que más consistía en un ceremonioso pasarse la pelota de unos a otros, se cultivó en el Japón hace catorce siglos.

            Se llamaba kemari y se desarrollaba entre ocho jugadores en un campo de 14 metros cuadrados, aproximadamente. En sus cuatro ángulos se colocaban diferentes árboles para enmarcar el área: un pino en el NO, un sauce en el SE, un cerezo en el NE y un arce en el SO.

            No obstante, la introducción del fútbol, casi como lo conocemos ahora, con toda su rudeza, se atribuye a los romanos. La opinión ciertamente se puede atribuir al médico y escritor del Renacimiento italiano Girolamo Mercuriali (1530-1606), cuya obra 'De arte gymnastica' influyó en los escritores de deportes del siglo XVI.

 

Girolamo Mercuriali y su 'De arte gymnastica'

            Mercuriali investigó el juego romano harpastum, comparándolo -y diferenciándolo- con el fútbol italiano conocido como calcio. Fue cuidadoso en precisar que mientras el primero se jugaba con una pequeña bola o pelota, el calcio requería de una pelota larga.

            El haspartum y el fútbol fueron considerados en todas sus esencias como el mismo juego por las autoridades inglesas de los siglos XVI y XVII, aunque ninguna de ellas llegó a afirmar expresamente que el juego fue 'importado' de los romanos.

            Aunque es difícil decir con precisión cómo era realmente el haspartum, existen dos cortos relatos que sitúan a los historiadores cerca de la verdad. Uno, es un fragmento del dramaturgo cómico griego Antifanes (388-311 a. C.), y el otro, una carta del galo romano Sidonius Apollinaris (430-479 d.C.), ambos textos con 800 años de diferencia entre sí.

            Según esos documentos, el haspartum era un juego que se desarrollaba en un campo rectangular con una línea de centro y dos líneas de base.

 

Juego de haspartum (balonmano)

            El asunto consistía en tirar la pelota de modo que eventualmente cayera en la línea de base enemiga. La pelota era pasada de jugador a jugador, sin que ninguno pudiera tocarla dos veces, en cuyo caso era "hombre muerto".

            Parece que no existían las patadas, y se permitían algunas formas de tackles o estorbos adrede. Para los jugadores era una especie de lucha greco-romana, cuyas diferentes fases imitaban alegóricamente durante el juego.

            Antifanes lo explica así: "Cogiendo la bola, el jugador la pasa a un colega, mientras al mismo tiempo evita o evade a otros; golpea la pelota e incita a un tercero con gritos roncos: 'pásala', 'tira una larga', 'pásamela por abajo', 'arriba', 'una corta', 'pásala por atrás', 'retrocede'."

            Las funciones de los jugadores estaban diferenciadas: los más lentos eran ubicados cerca de la línea de base (conocida como locus stantium -posición de los jugadores de pie), mientras que los otros permanecían en el centro del campo (llamado area pilae praetervelan is or superiectae -el área donde la pelota vuela y es arrojada encima. Una frase poco feliz pero descriptiva.

            Además, había un jugador misterioso llamado medicurrens, 'el hombre del medio' en latín, cuya función no está muy clara. Parece que había sólo uno de ellos operando en o cerca de la línea central, y es descrito como que está luchando con otros jugadores e interceptando la bola, praetervelan em aut superioctam, al mismo tiempo que cuando la pelota está volando, estorba a los demás.

             El medicurrens debe haber sido una figura muy importante durante el juego, pero nadie ha explicado satisfactoriamente el papel que desempeñaba durante su desarrollo.

            Considerando los detalles anotados se deduce que el harpastum no fue un fútbol muy primitivo. Por el contrario, está considerado como un juego altamente desarrollado o sofisticado como cualquier fútbol actual.


Práctica de la esferomaquia.

            El termino sphaeromachia (pelea de pelota), que algunas veces se aplicaba a ese juego, habla por sí solo de su carácter violento.

            (El autor peruano César Miró sostiene que en Grecia se llamó esferomaquia al arte de empujar una esfera, o sea, de jugar a la pelota. "La esfera -agrega- tenía un metro de diámetro y por eso había que impulsarla con las manos. Luego pasó a Roma donde se llamó calcio, que es el nombre con que hasta ahora se le conoce...")

 


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