viernes, 22 de junio de 2018

Singapur, la ciudad más cara del mundo

Hace algunas semanas, Singapur fue sede de la reunión entre los presidentes de Corea del Norte, Kim Yong-un, y de Estados Unidos, Donald Trump. Muchos se sorprendieron por el costo de la suite que ocuparía el primero, cuyo costo, por noche varía entre 7,000 y 9,00 dólares por noche. Es que no sabían que Singapur es la ciudad más cara del mundo. Conozcamos un poco más sobre esa isla con menos de 6 millones de habitantes.


Singapur, oficialmente República de Singapur, es un país soberano insular del sudeste asiático, formado por 63 islas, cuya forma de gobierno es la república parlamentaria. Su capital es Singapur, considerada una  ciudad-estado.


Singapur: ciudad de fantasía y la más moderna y cara del mundo.

Fundada como una colonia comercial británica en 1819, desde su independencia, se ha convertido en uno de los países más prósperos y cuenta con el puerto más activo del mundo. Gracias a la combinación de los rascacielos y el metro es una ciudad moderna y próspera con una mezcla de influencias chinas, malayas e indias y un clima tropical, con buena comida, buenas tiendas y una animada vida nocturna.

Cuando nació, era una pequeña isla con pocos recursos naturales recién independizada del dominio británico.

Con el paso de las décadas acabó transformándose y reinventándose hasta convertirse en un milagro económico y uno de los centros neurálgicos del comercio mundial, contando con el tercer mayor centro financiero, además de modelo global de éxito y de innovación.


Plaza central en Raffles Place.

Su economía globalizada y diversificada depende especialmente del comercio y del sector manufacturero. En términos de paridad de poder adquisitivo, Singapur es el tercer país con mayor renta per cápita del mundo, además de figurar entre los primeros países en las listas internacionales de educación, sanidad, transparencia política y competitividad económica.


Estación de metro Yio Chu Kang

Al momento de su independencia, el 9 de agosto de 1965, el Producto Interior Bruto (PIB) per cápita apenas superaba los US$ 500. Cinco décadas después, es de más de US$ 56,000 por cabeza. El país también es el quinto del mundo en millonarios, pues casi 9 de cada 100 de sus habitantes tienen fortunas de más de US$ 1 millón.

De hecho, según un reporte de Barclays Bank, Singapur es el país que más rápidamente produce millonarios en todo el mundo: más de la mitad acumuló sus fortunas en menos de una década.

Hoy la 'perla de Asia' es la ciudad más cara del mundo, según el último índice de la Unidad de Inteligencia de la revista británica The Economist. Es una nación cosmopolita, aunque más del 10 % de su población no se puede permitir el lujo de vivir en ella.


Parlamento de Singapur.

Políticamente, Singapur es una república parlamentaria multipartidista con un gobierno parlamentario unicameral inspirado en el sistema Westminster británico. El Partido de Acción Popular ha ganado todas las elecciones desde que el país obtuvo la independencia. Sin embargo, las libertades civiles y de expresión están restringidas y se dan casos de censura por parte del Gobierno, por lo que se le considera un país con rasgos tanto democráticos como autoritarios.


Mostrador de pago en una carretera de la ciudad.

El 'Padre de la patria'

La paternidad de la transformación de Singapur y su conversión en una potencia económica es atribuida a Lee Kuan Yew, quien gobernó el país desde su independencia hasta 1990.


Lee fundó el Partido de Acción Popular (PAP) en 1954 y fue su secretario general en las siguientes cuatro décadas. Al frente del Gobierno, condujo a Singapur hacia la independencia, poniendo fin al dominio británico, y, tras una breve federación con Malasia, en 1965 el país se convirtió en un Estado autónomo.

Lee diseñó un amplio programa de reformas para sacar a Singapur del "pozo negro de la miseria y la degradación" a un Estado industrializado y moderno.

Lee puso coto a la corrupción, que era un mal endémico en la antigua colonia, y se embarcó en un programa de vivienda de bajo coste y grandes programas de empleo.

También trabajó para limar las asperezas entre los diversos grupos étnicos de la isla y crear una identidad de Singapur única, basada en el multiculturalismo.

Para resumir su gestión económica basta decir que entre 1960 y 1980 el PIB per cápita de Singapur aumentó 15 veces su valor.

Fallecido hace tres a la edad de 91 años, Lee logró canalizar con éxito las energías de los singapurenses y forjó un Singapur próspero, moderno, eficiente y prácticamente libre de la lacra de la corrupción, lo que hizo que los inversores extranjeros acudieran al país.

Sin embargo, mientras era admirado por sus éxitos económicos, muchos expresaron preocupación por su historial de derechos humanos.

En efecto, los castigos corporales se convirtieron en una parte fundamental del sistema judicial durante su mandato. Más de 40 delitos están penados con este tipo de castigos.

Del mismo modo, intervenía en gran medida en la vida de sus habitantes. Estableció medidas de planificación familiar, que penalizaban fiscalmente a aquellos que tenían más de dos hijos. Decía a sus ciudadanos cómo ser corteses, cómo ser menos ruidoso, cuándo limpiar el lavabo, y prohibió a sus habitantes hacer grafitis o mascar chicle.

Lee dejó el cargo en 1990, después de ganar nada menos que siete elecciones. Transformó Singapur y en ese camino se convirtió en el primer ministro que más tiempo ha liderado un país en todo el mundo.

(Próxima entrega: Avances tecnológicos en Singapur)


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