No hay mejor energía que la que obtenemos después de dormir un buen sueño. Sin embargo, también hay muchas ventajas que vienen incluidas en las siestas cortas. Investigaciones recientes han revelado que las siestas cortas le aportan energía al cuerpo y la mente. Por algo JFK, Churchill y Edison eran aficionados a ellas en el intermedio de sus respectivas gestiones. Estos son algunos de los beneficios de una siesta después del almuerzo.
Aumenta la productividad
Empresas progresistas como Zappos, Nike y Google han designado salas de siesta para sus empleados. En Japón, la ley obliga a los trabajadores a descansar después del almuerzo. ¿Por qué? porque varios estudios han demostrado repetidamente que las siestas mejoran la productividad. Hoy en día, la gente tiende a trabajar más horas que nunca y están cada vez más 'quemados'. Una siesta en la tarde es como un impulso de energía. Si trabaja de 9 am a 5 pm en un turno regular, lo mejor es evitar tomar la siesta ya que esto puede afectar el sueño nocturno. Los expertos recomiendan una siesta de 10 a 30 minutos en la mitad del día.
Impulsa la energía sin estimulantes
La mayoría de personas tiende a tomar una taza de café o una bebida energética con azúcar cuando están un poco bajo de energía, pero la cafeína y el azúcar pueden aumentarla a corto plazo. Esto puede generar que la persona sea menos productiva y se sienta más cansada al final del día. Estas soluciones temporales dan energía pero también causan estragos en la salud, especialmente las bebidas energéticas que ejercen presión sobre el corazón. Frente a ello, la siesta ofrece una opción mucho más saludable para inyectarle un toque de energía al cuerpo.
Investigaciones realizadas sobre los ciclos cortos de sueño sugieren que una siesta es beneficiosa para las funciones cognitivas. Durante el sueño, el cerebro hace una 'limpieza', que le permite clasificar los datos y consolidar los recuerdos. Después de despertarse, la mente será menos confusa y los pensamientos estarán más organizados.
Aumenta el estado de alerta
Toda persona que trabaja durante el día debe estar familiarizada con la depresión de la tarde. Naturalmente, las personas experimentan una caída en su energía vital 8 horas después de despertar, por lo general entre las 2 y las 4 de la tarde. Las investigaciones sugieren que tomar una siesta después del almuerzo puede darle una 'sacudida' al cuerpo y evitar aquello.
Da mayor seguridad
Una persona sana requiere de 7 a 8 horas de sueño por día, pero muchas solo duermen 6 o menos, por lo que es muy probable que estén de mal humor y cometan errores. Con menos de 6 horas de sueño, el riesgo de accidentes de tráfico y laborales se triplica. Una siesta vespertina puede mejorar la energía, aumentar la concentración y reducir esos riesgos.
Mejora la memoria
Hacer la siesta es especialmente bueno para el aprendizaje y la retención de la memoria. Varios estudios han demostrado que los estudiantes que tomaron siestas antes de los exámenes obtuvieron puntuaciones más altas en sus pruebas. ¿La razón? Durante el sueño, el hipocampo, la parte del cerebro que consolida nuestra memoria a corto plazo, utiliza el tiempo para transferir la información a la memoria a largo plazo, asegurándose de que no se olvide lo aprendido.
Eleva el estado de ánimo
En pocas palabras, el sueño es una actividad relajante y puede tener efectos similares en el estado de ánimo a los producidos por la actividad física. Una siesta corta no sustituye el descanso de una noche completa, pero sin duda puede reforzar un mal humor y reducir el estrés causado por la somnolencia. Incluso si se ha tenido un buen sueño, la siesta no nos deja aturdidos a causa del corto período de tiempo dormido.
Aumenta la creatividad
La creatividad viene en diferentes formas, y aunque no parezca, algunas tareas requieren de mucha creatividad. Una buena siesta le permitirá al cerebro procesar bien la información, por lo que al despertar la persona será capaz de combinar creativamente las ideas.
Disminuye el estrés
Las siestas también trabajan para contrarrestar los efectos negativos del estrés y la ansiedad diaria. Los investigadores encontraron que la respiración relajante que hacemos durante el sueño relaja la tensión en la espalda y los hombros, y disminuye la presión arterial. Algunas personas encuentran que no son capaces de tomar una siesta en el trabajo, pero pueden lograrlo con la meditación. Aunque no es tan poderosa como una siesta, la meditación produce ondas cerebrales más lentas, similares a las producidas durante el sueño, lo que reduce el estrés y despeja la mente.
Mejora la salud
La siesta incide en la salud en general. Investigadores han encontrado que quienes duermen en las tardes tienen un menor riesgo de desarrollar enfermedades del corazón y deprimirse. Las siestas también ayudan al cuerpo a procesar carbohidratos y equilibrar los niveles hormonales.
Por lo tanto, recuerde tomar una siesta diaria de 30 minutos para disfrutar de sus increíbles beneficios.
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