La Tierra es el lugar magnífico que llamamos hogar. Es nuestra obligación tratar al mundo natural con amor y respeto, y mantener su belleza y salud tanto como podamos. Pero aunque esto es un enorme desafío para toda la humanidad, es posible empezar con algo relativamente modesto, como por ejemplo plantar un árbol, o al menos no cortar ninguno que ya haya crecido.
(Aprenda, señor alcalde de Lima.)
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