Con todas las caricaturas y estereotipos que se han difundido sobre ellos, es probable que muchas personas tengan una idea distorsionada de los vikingos, totalmente ajena a la realidad; y desconozcan cosas nunca imaginadas sobre esos marineros que allanaron y colonizaron las costas de las Islas Británicas y más allá entre los siglos IX y XI; y llegaron a las costas de la actual Canadá, siglos antes que Cristóbal Colón pisara América. Estas son algunas verdades históricas:
Los vikingos no usaban cascos con cuernos
Debemos olvidarnos de los belicosos vikingos con trajes de guerreros y luciendo cascos adornados con cuernos. Las representaciones que datan de la época vikinga no pueden probar que lo usaran, y el único y auténtico casco vikingo que se ha descubierto es sin cuernos. Los pintores parecen haber inventado la tendencia durante el siglo XIX, tal vez inspirados por descripciones de europeos del norte por antiguos cronistas griegos y romanos. Mucho antes de la época de los vikingos, los sacerdotes nórdicos y germánicos usaban cascos con cuernos para fines ceremoniales.
Eran conocidos por su excelente higiene
Las excavaciones de sitios vikingos han revelado pinzas, afeitadoras, peines y limpiadores de oídos hechos de huesos de animales y cornamentas. Los vikingos también se bañaban al menos una vez por semana, que ya es mucha más frecuencia que otros europeos de su época, y disfrutaban baños en aguas termales naturales.
Usaban un líquido especial para conservar el fuego
Los vikingos no dudaron en aprovechar el poder de un producto de desecho humano. Recolectaban un hongo especial de la corteza de los árboles y lo hervían durante varios días en la orina antes de convertirlo en algo parecido al fieltro. El nitrato de sodio que se encuentra en la orina permitía que el material estuviera caliente y latente en lugar de arder, por lo que podían llevar el fuego con ellos al viajar.
Enterraban a sus muertos en barcos
No se puede negar que los vikingos amaban sus barcos, tanto que era un gran honor ser enterrado en uno de ellos. En la religión nórdica, los valientes guerreros entraban en reinos festivos y gloriosos después de la muerte y se creía que los barcos que les servían bien en la vida los ayudarían a llegar a sus destinos finales. Los restos de distinguidos asaltantes y mujeres prominentes a menudo descansaban en barcos, rodeados de armas, bienes valiosos y algunas veces hasta de esclavos sacrificados.
Practicaban la trata de esclavos
Muchos vikingos se hicieron ricos con el tráfico humano. Capturaban y esclavizaban a mujeres y hombres jóvenes mientras saqueaban asentamientos anglosajones, celtas y eslavos. Estos últimos eran vendidos en gigantescos mercados de Europa y Medio Oriente.
Las mujeres vikingas disfrutan de algunos derechos básicos
Las niñas vikingas se casaban desde los 12 años y se ocupaban de la casa mientras sus maridos navegaban en busca de aventuras. Aun así, tenían más libertad que otras mujeres de su época. Si no eran esclavas, podían heredar propiedades, solicitar el divorcio y reclamar sus dotes si sus matrimonios terminaban.
Se pasaban la mayor parte de su vida como granjeros
Aunque no lo crean, la mayoría de hombres vikingos se dedicaba al agro. Muchos eran piratas insensibles que solo bajaban de sus botes para quemar aldeas, pero la gran mayoría sembraba pacíficamente cebada, centeno y avena, durante gran parte del año; y criaban ganado, cabras, cerdos y ovejas en sus pequeñas granjas, que normalmente producían la cantidad suficiente de alimentos para mantener a una familia.
Esquiaban por diversión
Los escandinavos desarrollaron esquís primitivos hace al menos 6,000 años, aunque los antiguos rusos pudieron haberlos inventado antes. En la era vikinga, los escandinavos consideraban el esquí como una forma eficiente de moverse y una forma popular de recreación. Incluso adoraron a Ullr, un dios del esquí.
Los varones preferían ser rubios
Para ajustarse a los ideales de belleza de su cultura, los vikingos de cabello moreno, generalmente hombres, usaban un jabón fuerte con un alto contenido de lejía para decolorarse el cabello. En algunas regiones, las barbas también se desteñían. Es probable que estos tratamientos también hayan ayudado a los vikingos con un problema mucho más espinoso y desenfrenado: los piojos.
Los vikingos nunca fueron parte de un grupo unificado
Los vikingos no reconocían a sus compatriotas. De hecho, probablemente ni siquiera se llamaban a sí mismos vikingos: el término simplemente se refería a todos los escandinavos que participaban en expediciones al extranjero. Durante la era vikinga, la tierra que ahora conforma Dinamarca, Noruega y Suecia era un mosaico de tribus lideradas por caciques que a menudo luchaban entre sí cuando no estaban ocupadas causando estragos en las costas extranjeras o comerciando.
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