Las ciudades fantasmas existen en casi todos los países de los cinco continentes. Continuamos dándolas a conocer.
Epecuén, Argentina
Villa Epecuén es un pueblo turístico en la provincia Adolfo Alsiba, en Buenos Aires. Fundado en 1921 a la vera del lago del mismo nombre, llegó a tener cerca de 1,500 habitantes, y era visitada por 25 mil turistas durante el verano. En 1985, una tormenta de gran intensidad que provocó una creciente del lago, seguida por varios inviernos lluviosos, sumergió a la ciudad completamente bajo el agua, obligando a su evacuación total.
Grand-Bassam, Costa de Marfil
Sus hermosos edificios datan de cuando era la capital de la colonia francesa, pero la ciudad no dejó de decaer desde que en 1896 el Gobierno la abandonó y para cuando el país alcanzó la independencia en 1960 ya era una ciudad fantasma. Una oleada de turismo en la década de 1970 condujo a su reasentamiento. Hoy, unas modestas 5,000 personas llaman a la ciudad su hogar, aunque algunas áreas permanecen en gran parte abandonadas.
Beichuan, China
Arrasado por el terremoto de Sichuan de 2008, el Gobierno decidió construir una ciudad nueva en lugar de intentar rehacer la antigua, en la que vivían 20,000 personas antes del seísmo y que se convertirá en un parque al ser considerado demasiado peligroso vivir ahí.
Kadykchan, Rusia
Construido por prisioneros del gulag, esta ciudad alojaba a los trabajadores de minas de carbón, cuya actividad decayó tras el hundimiento de la URSS. La muerte de seis mineros por una explosión en 1996 llevó al cierre de las minas y al abandono del lugar.
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