"Sobre Keiko existe evidencias de que recibió dinero negro de Odebrecht"
Gustavo Gorriti, periodista, director de IDL-Reporteros.
El periodista Gustavo Gorriti comenta en la siguiente entrevista los últimos acontecimientos políticos. Advierte sobre la posibilidad de que una "fuerza profundamente antidemocrática" haya recuperado fuerzas, esta vez en el nuevo gobierno del presidente Martín Vizcarra.
¿Te provoca alguna expectativa el gobierno de Martín Vizcarra? Buena o mala.
Es temprano como para poder decir lo uno u otro. Lo que se ha visto no es promisorio. ¿Puede cambiar, mejorar una vez se asiente? Es posible.
En tu última columna de Caretas sugieres que hubo una especie de operación política llevada a cabo por un sector para hacerse del poder. ¿Lo interpreto bien?
Lo que yo digo de manera específica, tú lo fraseas de manera general. Examiné el hecho de que César Villanueva, quien estuvo en contra del primer intento de vacancia, terminó siendo el director de orquesta del segundo intento. Para todo propósito práctico, (Villanueva) ha sido una figura central en la defenestración de Pedro Pablo Kuczynski.
Y es nombrado premier.
Así es. Emerge como la persona más importante del gobierno, después de Vizcarra. Resulta difícil pensar que Vizcarra no haya tenido un conocimiento de lo que estaba en desarrollo. La inferencia de los hechos hace muy complicado no plantearse esa hipótesis.
Así se entiende el silencio de Vizcarra durante la vacancia, ¿cierto?
Lo hace comprensible. Es mejor explicación que los efectos del invierno canadiense.
En esa misma columna señalas que la democracia puede estar en peligro. ¿Por qué?
El peligro proviene del tipo de compromisos y alianzas que se hizo en el proceso. Recuerda que el resultado neto del primer intento de vacancia fue un debilitamiento sustantivo del 'mototaxi', del 'keikismo'. Perdió la mayoría absoluta, con una tendencia erosiva en aumento, junto a un nivel de aceptación popular, el de Keiko, que se desplomaba. En paralelo, Kenji aparecía como una alternativa. Pero se produjo esta exitosa defenestración mediante la emboscada que desbarató a Kenji. Una sola celada anuló y canceló virtualmente todo el progreso que este había logrado. Y aunque eso no le devolvió toda la fuerza a Keiko…
¿Recuperó la iniciativa?
Representó un masivo contraataque. En paralelo, Vizcarra ha hecho una cantidad de gestos de apaciguamiento con la mayoría fujimorista, empezando por ese increíble papel de anfitrión en la promulgación de la ley del Congreso, que exceptuaba a este del control de la Contraloría…
Con Galarreta al lado.
Como personaje central y Vizcarra de anfitrión. Y hay que recordar otras cosas que indican la determinación (de Vizcarra), al menos en esta etapa, de no chocar y complacer a la 'mototaxi', entre ellas, haber ignorado a aliados del pasado conocidos como antifujimoristas, como Yamila Osorio. Eso me hace pensar que una fuerza profundamente antidemocrática, que ha demostrado su capacidad de utilizar el poder para protegerse, pueda tener ahora la capacidad de manejo, coacción y coerción que había perdido en diciembre.
Kuczynski era insalvable, ¿no es verdad?
Si a Villanueva se le puede llamar el director de orquesta de la defenestración de Kuczynski, este último fue el arquitecto. (Kuczynski) cometió todos los errores del catálogo y añadió nuevos no patentados. Es una de las personas más ineptas y más capacitadas para el autoengaño.
Me refiero a que, fuera de su incapacidad política, era insalvable desde lo judicial.
Pero si hubiera hecho un buen manejo político, lo judicial habría seguido su camino sin necesidad de que haya una fractura de gobierno, por lo menos no inmediata. Kuczynski ha salido por una acumulación de mentiras y conflictos de interés, porque no se le ha probado ninguna coima. Pero sobre Keiko Fujimori ya existe toda la evidencia de que recibió dinero negro de Odebrecht en su campaña del 2011.
Y no la tocan.
La llamada comisión investigadora de Lava Jato ni siquiera la considera investigada. Pueden verse fotos en la que es aclamada y, entre quienes lo hacen, se ve a la patética presidenta de la comisión. Sí, claro, Kuczynski tiene un grado de responsabilidad importante, sin embargo, está claro que la investigación de Lava Jato se maneja de una forma totalmente desproporcional…
¿Y arbitraria?
Desproporcional y arbitraria. Además, quienes deberían investigar centralmente el caso están sometidos a un conjunto permanente de presiones. Por todo esto, el hecho de que Kuczynski haya salido del gobierno no debe considerarse como un triunfo en la lucha contra la corrupción, el crimen organizado. Por el contrario, puede ser un retroceso. Kuczynski es una persona de importancia secundaria en el caso Lava Jato.
¿A qué etapa hemos llegado en el caso Lava Jato?
El gran peligro es que los condenados sean los lornas y los bribones, astutos y poderosos, manejen las condenas.
¿El peligro es que caigan los menos importantes?
El peligro es que aquellos que no tienen poder político y de intimidación sean a quienes se termine mandando a la hoguera, mientras que quienes están tan o más comprometidos emerjan inmunes. Deben estar todos los que tienen responsabilidad. No solo parte.
Partidarios y no partidarios de Ollanta Humala dicen que la prisión preventiva que cumple con Nadine Heredia es excesiva. ¿Compartes esa idea?
Fue un exceso. Los razonamientos eran un ataque a la lógica. Primó el deseo de tenerlos presos. Creo que (Humala) tiene responsabilidad y, eventualmente, se demostrará. Pero creo lo mismo de otros y eso no me hace salir a pedir detenciones provisionales.
Hoy, sábado, se entregó Lula. ¿Qué piensas de él?
Es un caso realmente difícil. Uno pudiera decir que gracias a buena parte de las reformas legales durante el gobierno de Lula, la investigación de Lava Jato ha sido posible. Y también se podría decir que hay una gran injusticia de que Lula vaya a la cárcel mientras la responsabilidad de Temer…
Es mayor, claro.
Exponencialmente mayor. Una altísima autoridad investigativa brasileña me dijo, en off, que tenía absoluta claridad de que Temer era el jefe de la mafia de la corrupción en Brasil. Hay algo profundamente inequitativo en esto. Dejando de lado los méritos históricos de Lula, hay pruebas de su colusión con el cartel de empresas constructoras y de que recibió algunos beneficios personales. Es doloroso, lamentable y real. La sentencia ha sido hecha por un juez de gran rectitud, como Sergio Moro. El voto tan dividido ha sido el retrato más fiel de lo que ha significado la tragedia del caso Lula. Es una tremenda lección, sobre todo para los reformadores sociales: el poder tiene que ser usado siempre con legalidad. Siempre.
Entrevista publicada en el diario La República el domingo 8.04.18
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