Érase una vez, en un pequeño pueblo polaco llamado Zalipie, alguien que pintó una flor en su tejado para cubrir una mancha de hollín que había dejado la chimenea. En aquellos años, la ventilación era muy pobre, y las manchas de hollín eran algo común en casi todas las casas. Así que otros vecinos siguieron el ejemplo y también comenzaron a ocultar las manchas con sus propias flores pintadas, hasta que todas ellas estuvieron cubiertas de flores.
El pequeño pueblo de Zalipie se encuentra en un área remota al sur de Polonia. Las personas que están dispuestas a hacer ese viajecito se encontrarán con una sorpresa muy gratificante en todas las paredes del pueblo.
Los habitantes de Zalipie tienen una hermosa costumbre que comenzó hace más de 100 años, cuando las mujeres del pueblo comenzaron a pintar y decorar las paredes de sus casas.
Aunque no se conoce la fecha exacta en la que esta tradición comenzó, se sabe que el propósito de la pintura era ocultar las manchas causadas por el humo de la chimenea.
Durante la Segunda Guerra Mundial, más del 17 % de la población fue cruelmente asesinada. Luego de 1948, el pueblo comenzó a celebrar competencias de pintura, en parte para recuperarse de la horrible tragedia que había vivido en ese tiempo.
A pesar de que con la instrucción de hornos y estufas modernas ya no había necesidad de seguir tapando las manchas, los habitantes decidieron mantener viva esta costumbre y continuaron decorando las casas del pueblo con hermosos dibujos pintados a mano.
Con el tiempo, todo en el pueblo acabó cubierto de flores, desde casas y graneros a puentes e iglesias y, desde primavera de 1948, el pueblo tiene una competición de Cabañas Pintadas (Malowana Chata). El propósito original de este concurso era parte de un movimiento para ayudar a Polonia a recuperarse psicológicamente de las atrocidades que sufrió el país en la 2.ª Guerra Mundial.
Luego, lo que comenzó como el trabajo de algunos, en poco tiempo se convirtió en el pasatiempo de todos. Hoy en día, las flores están presentes en puentes, casas, edificios, árboles, casas de perros, etc.
Zalipie, que está muy lejos de aquellos días oscuros, está ubicado en el sudeste de Polonia, a 90 minutos de Cracovia. Este precioso y colorido pueblecito es un destino fabuloso para una excursión memorable.
Cuando la tradición recién comenzaba, las mujeres utilizaban las colas de las vacas para hacer pinceles, con los que año tras año retocaban las pinturas.
Zalipie es una aldea en Polonia, en Gmina Olesno , condado de Dąbrowa , Voivodato de Pequeña Polonia . Se encuentra aproximadamente a 7 km al oeste de Olesno , a 13 km al noroeste de Dąbrowa Tarnowska , y 68 km al este de la capital regional de Cracovia .
El pueblo, de solo 743 habitantes, ocupa un área de 92 km2., pero la vistosidad de sus ambientes parece engrandecerlo.
Lo cierto es que este pueblito es un deleite para la vista.
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