lunes, 5 de febrero de 2018

La batalla de Stalingrado

El pasado 2 de febrero Rusia celebró el 75.º aniversario de la batalla de Stalingrado considerada la más sangrienta de la historia de la humanidad y la más famosa de la Segunda Guerra Mundial, con un estimado de aproximadamente 2 millones bajas entre soldados de ambos bandos y civiles soviéticos.

La derrota alemana fue decisiva para el posterior desarrollo y final de la contienda.

La primavera de 1942 en el frente oriental se había presentado mucho más tranquila que el año anterior. La escasez de recursos, el agotamiento de ambos contendientes, y un invierno especialmente duro al que seguía el correspondiente periodo de deshielo y embarramiento al que los rusos conocen como rasputitsa, y que hace el terreno difícilmente transitable, hicieron que la guerra se tomara un pequeño respiro.

 

Lodo sin fin. Soldados de la Wehrmacht tirando de un coche embarrado (noviembre de 1941). La rasputitsa cumplió un papel al detener  a la Blitzkrieg y convirtiendo en casi inutilizables los poderosos tanques alemanes.

No obstante, las batallas que se libraron durante los años 1942 y 1943, resultaron decisivas en el desarrollo de la II GM. Así, en 1942 cuando el ejército alemán se planteó el dilema de dar el golpe de gracia la Unión Soviética antes de que Estados Unidos pudiera movilizar sus recursos económicos y militares. El 28 de junio del mismo año, Hitler puso en marcha la llamada Operación Azul, cuyo objetivo se centró en las riquezas minerales y petrolíferas de Ucrania y el Caúcaso. Entre las contingencias estratégicas se encontraba la ciudad de Stalingrado, cuya conquista pretendía cortar el suministro de recursos al Ejército Rojo.

Convencidos de que el ataque se produciría sobre Moscú de forma inminente, la ofensiva que los alemanes desplegaron por todo frente ucraniano cogió a los soviéticos completamente por sorpresa. De este modo, en una maniobra más que usual, el Ejército Rojo se replegó. Los alemanes se internaban imparables, pero solo logaron conquistar territorio desierto.

12

(1) La de Stalingrado fue una batalla eminentemente urbana en la los francotiradores tuvieron un papel protagónico y diezmaron a las tropas nazis. (2) Soldados soviéticos entre las ruinas de la fábrica Octubre Rojo, establecida el 30 de abril de 1897 y destruida totalmente durante la batalla de Stalingrado, pero fue restaurada poco después.

Stalin prefirió ceder terreno a enfrentarse con los nazis en una batalla perdida de antemano. La progresión de los segundos avanzaba por el Caúcaso, no obstante las largas distancias que dificultaban el abastecimiento de suministros y las montañas hicieron que nunca llegaran a alcanzar los pozos petrolíferos con los que pretendían hacerse. Fue sí que Hitler pronto decidió, el 19 de junio de 1942, poner rumbo hacia Stalingrado.

La batalla comenzaría el 23 de agosto de 1942 y enfrentó al Ejército Rojo de la Unión Soviética y la Wehrmacht de la Alemania nazi y sus aliados del Eje por el control de la ciudad, la cual tenía una importante industria militar y se establecía como un importante nudo de comunicaciones ferroviarias. La urbe se extendía a lo largo de la orilla occidental del Volga y carecía de puentes para cruzar el río.

Batería de lanzacohetes Katiusha del Ejército Rojo abre fuego contra los alemanes durante la batalla el 6 de octubre de 1942.

Poco antes, el 19 de julio Stalin ordenó que Stalingrado quedase en estado de sitio total, no permitiendo la salida de civiles, y disponiendo que se comenzaran los preparativos para resistir ante los alemanes, que se acercaban. Preocupado por el avance alemán hacia el Volga, que podía dividir a Rusia en dos, el 28 de julio Stalin emitió la famosa orden 227, pronto conocida como la orden "¡Ni un paso atrás!", por la que se prohibió la rendición bajo cualquier concepto, y se formó una línea de infantería en retaguardia con órdenes de fusilar a todo soldado o civil que retrocediese sin permiso. El 23 de agosto se acercaba y la batalla acechaba en el horizonte de la actual Volgogrado.

Como se preveía la lucha resulto terrible. Las tropas del Fürher llegaron a la ciudad, al frente de cuya defensa se encontraban los generales soviéticos Emerenko y Chuikov, y ante los que se tuvieron que enfrentar en un tipo de guerra hasta entonces desconocido para ellos: la lucha en una ciudad en ruinas y contra un enemigo que se conocía cada palmo del terreno.

12

(1) Soldados soviéticos combatiendo entre las ruinas de la ciudad. (2) Centro de Stalingrado después de la liberación de la ocupación alemana.

Los soviéticos recibieron numerosas pérdidas, sin embargo a las orillas del Volga llegaban nuevos refuerzos cada noche. La situación parecía aun peor para Wehrmacht alemana, que contaba con un número aún más alto de bajas y pérdidas de armamento, pero que sin embargo parecía hacer retroceder al Ejército Rojo. El avance fue tal que de hecho Hitler, llegó a anunciar la conquista de Stalingrado el 8 de noviembre. Pero las cosas cambiarían muy pronto.

 

Soldados del ejército rumano, aliado de Alemania, en el frente de Stalingrado. Tropas húngaras e italianas se sumaron a la ofensiva nazi. A las afueras, la artillería de campaña alemana bombardea posiciones soviéticas en el verano de 1942.

Las tropas alemanas se encontraban flanqueadas por las de sus aliados rumanos, húngaros e italianos, mucho más débiles y peor armadas. Mientras, por el lado soviético, se estaba fraguando la que recibió el nombre de Operación Urano, mediante la cual, tras acumular tropas a ambos lados del frente alemán, se produciría el cerco al Sexto Ejercito de los nazis.

 

Operaciones aéreas. Bombardeo aéreo de la Luftwaffe alemana sobre Stalingrado (septiembre-octubre de 1942), con aviones Junkers Ju 87 Stuka.

En un error de cálculo y basándose en las predicciones de Göring de que la Luftwaffe alemana podría dar soporte aéreo a las tropas, Hitler ordenó que el Sexto Ejercito mantuviera las posiciones. Para ventura de los soviéticos aquellos aviones no resultaron suficiente. Una posterior ofensiva del Ejército Rojo cercó por completo a las tropas alemanas, no dejando más opción al mariscal Paulus, quien encabezaba a la facción nazi, de rendirse el 2 de Febrero de 1943 desaviniendo las órdenes del Fürher.

12

(1) Un militar alemán armado con un subfusil soviético PPSh-41 vigila desde una barricada. Muchos alemanes tomaban las armas soviéticas que encontraban porque eran mejores para el combate en espacios cerrados. (2) Soldados alemanes capturados llevados a campos de prisioneros en Stalingrado, 1943. Al fondo: el elevador de grano y los silos.

La Wehrmacht había sufrido su primera gran derrota y la balanza en el frente oriental se inclinaba a favor de la URSS por primera vez. Fueron meses de sangre y pólvora que supusieron el gran punto de inflexión de la II Guerra Mundial en Europa, y dio lugar al contraataque soviético e inicio del repliegue alemán. La II GM acababa de cambiar su rumbo.

 12

(1) Friedrich Paulus y los miembros de su Estado Mayor ese rinden a los altos mandos soviéticos. (2) Un soldado soviético ondea la bandera roja tras la rendición alemana en febrero de 1943.

 

Fuente: National Geographic

Fotos: German Federal Archives


No hay comentarios:

Publicar un comentario