miércoles, 23 de agosto de 2017

Esposas de los dictadores I

¿Qué sienten aquellas mujeres que de la noche a la mañana se convirtieron en esposas de hombres poderosos, y que hasta entonces nadie las conocía? Ellas consiguieron en poco tiempo tener el mundo a sus pies, gracias a sus maridos, aunque muy pocas se mostraron ajenas al poder y se dedicaron a cuidar del hogar. ¿Quiénes son estas mujeres que han recibido diversos apodos; cuánto saben o sabían de los crímenes de sus esposos, eran sus confidentes y cómplices? En esta nueva serie, les mostramos las facetas de algunas de ellas.

Rosario Murillo (Nicaragua

 

Polémica, poderosa, extravagante e incondicional compañera del presidente de Nicaragua, a quien acompaña en el cargo como vicepresidenta, se ha convertido en un elemento fundamental en la toma de decisiones al más alto nivel.

"En política nacional ella es la encargada de todas las comunicaciones del gobierno. Ella tiene una influencia directa en la formación de política pública, y en la última cumbre de Celac fue nombrada canciller en funciones. Además juega un papel importante en la política exterior y representa al Estado en estas cumbres", afirma sus allegados.

De hecho, quienes conocen desde dentro el funcionamiento del gobierno nicaragüense, aseguran que son muy pocas las decisiones importantes que se tomaran sin su aprobación.

Cilia Adela Flores de Maduro (Venezuela)

 

Ex presidenta de la Asamblea Nacional (2006-11) y esposa del presidente Nicolás Maduro, fue denominada 'primera combatiente' tras el triunfo de este en las elecciones de abril de 2013.

Ha sido procuradora general de la república, forma parte y fue jefa política del Partido Socialista Unido de Venezuela (PSUV).

Ella y su hijastro, Nicolás Maduro Guerra, han sido elegidos para formar parte de la cuestionada Asamblea Constituyente, que ha asumido suprapoderes y está encargada de redactar una nueva Constitución, acorde a las exigencias de su marido.

Ha sido acusada de supuesto nepotismo por haber tenido presuntamente a 16 parientes cercanos trabajando como empleados en la AN, mientras que ella era diputada. Ella respondió que era parte de una campaña de desprestigio, por parte de 'mercenarios de la pluma'. En 2012, los familiares de Flores habrían conseguido acceder a 42 puestos en la AN.

El 11 de noviembre de 2015, un ahijado y sobrino suyos, Efraín Antonio Campo Flores y Francisco Flores de Freitas, respectivamente, habrían sido arrestados en Haití por supuesta conspiración para introducir 800 kg de cocaína a los Estados Unidos

Dalia Soto del Valle (Cuba)

   

Cuando cumplió cuarenta años en el poder, el comandante Fidel Castro dio a conocer al mundo a la única mujer a la que le ha hecho caso en su vida: Dalia Soto del Valle, su esposa. Fue en 1999 durante un juego de béisbol entre Cuba y Venezuela. De los pocos fotógrafos que dejaron ingresar al estadio de La Habana, solo uno pudo capturar una foto de aquel mito de ojos verdes que acompañó a su esposo, sigilosamente como siempre, dos filas detrás de él.

Castro la conoció en 1959 en una de sus visitas a Cienfuegos para impulsar una campaña de alfabetización. Él tenía 36 años y ella 17. Desde entonces nunca se separaron. Fidel no se casó de inmediato con la joven profesora, pero si ordenó que fuera a vivir a La Habana, en el barrio de Punta Brava. Diez meses después nació su primer hijo: Alexis Castro Soto del Valle.

Diez años antes Fidel se había casado con Mirta Díaz-Balart, con quien tuvo a Fidelito Castro Diaz-Balart. El amor terminó y Mirta y Fidelito se fueron a vivir en Miami con los 'gusanos' opositores al régimen castrista.

Otro amor furtivo fue Natalia Revuelta, con quien tuvo a Alina Castro, quien huyó a Miami, se cambió el apellido a Fernández y convirtió en férrea opositora del régimen de su padre.

En los años ochenta Castro decidió formalizar su relación con Dalia y se casaron por lo civil en presencia de los cinco hijos varones de aquella relación: Alexis, Alex, Alejandro, Antonio y Ángel Castro Soto del Valle. Pero ella no se dedicó a ser la primera dama de Cuba, sino una consagrada ama de casa de la que se admira su paciencia y poquísimo afán de figurar.

Cuando la salud del comandante comenzó a decaer en 2001, a Dalia se le vio en cinco actos oficiales. Jamás de la mano de su esposo, pero sí muy cerca de él.

María Lucía Hiriart Rodríguez (Chile)

 

Conocida solo como Lucía Hiriart, la viuda del exgeneral Augusto Pinochet, ostentó el cargo protocolar de primera dama de Chile durante el régimen militar liderado por su cónyuge entre 1973 y 1990. Contrajeron matrimonio civil el 29 de enero, y religioso el 30 de enero de 1943. El matrimonio tuvo cinco hijos, tres mujeres y dos hombres: Inés Lucía, Augusto Osvaldo, María Verónica, Marco Antonio y Jacqueline Marie

Famosa por ser una mujer fuerte y dominante, confidente y mano derecha de su marido, Hiriart habría sido, en palabras del propio Pinochet, una de las personas que más influyeron en su decisión de liderar el golpe de Estado contra el presidente Salvador Allende el 11 de septiembre de 1973.

Es considerada como una de las asesoras más cercanas que tuvo Pinochet durante los casi 17 años de su régimen autoritario. Siempre se discutió el poder que tuvo sobre las decisiones en el gobierno, y se destacó por una fuerte defensa de lo realizado por el régimen, liderar la construcción de centros de ayuda a personas de más bajos ingresos; crear y refundar instituciones como la Corporación Nacional del Cáncer, el Comité Nacional de Jardines Infantiles y Navidad y el Centro de Madres (CEMA), organismo que siguió presidiendo hasta agosto de 2016.

En 2005 el Servicio de Impuestos Internos la denunció por complicidad en el delito de evasión tributaria (US$ 2.35 millones) y fue procesada judicialmente. Sufrió prisión preventiva durante un día. Finalmente, los tribunales revocaron los procesamientos en enero de 2007.

En octubre de 2007 se dictó su encausamiento y arresto, junto a sus cinco hijos y otras 17 personas, por el delito de malversación de fondos públicos, pero fue ingresada en ambulancia en el Hospital Militar de Santiago. Dos días después obtuvo la libertad bajo fianza, y el 26 de octubre el proceso en su contra fue anulado por la Corte de Apelaciones de Santiago por presunta violación de sus garantías individuales.

Recibe mensualmente una pensión de 3.1 millones de pesos (US$ 4,600) de la Caja de Previsión de la Defensa Nacional (Capredena). De esta forma, heredó la jubilación que recibía su esposo desde su retiro como comandante en jefe del Ejército.
Michèle Bennett Duvalier (Haití)

 

Desde que asumió como ex primera dama de Haití como esposa de Jean-Claude Duvalier, 'Baby doc', su familia empezó a enriquecerse cada vez más. Su padre Ernest Bennett era dueño de la distribuidora de BMW en Haití y de las aerolíneas nacionales Haiti Air. Exportaba café y se rumoreaba que su familia traficaba con drogas en sus aviones C-46.

Se hablaba de 50,000 dólares solo en decoración de flores, traídas de Estados Unidos para el Palacio Nacional; de cuatro mansiones de los Duvalier-Bennett y US$ 1.7 millones en compras en Nueva YorkLondres y París. Las fiestas en Palacio Nacional eran un derroche de buen gusto, excesos que un país como Haití no podía costear.

Michèle era amante de las joyas y los vestidos de diseñador, entre ellos Givenchy donde una vez hizo compras de por 168,780 dólares. Además, guardaba sus docenas de abrigos de piel en salas refrigeradas en el Palacio. Uno de sus proyectos favoritos y conocidos fue la remodelación del Palacio Nacional. Compró muebles estilo Luis XVI, lujosas lámparas de araña, fina seda, arte egipcio, hermosas figuras de marfil africano, lapislázuli y oro; y un moderno sistema de aire acondicionado, por un total de US$ 4 millones.

En 1986, al colapsar el gobierno, con la ayuda de la embajada de Estados Unidos, los Duvalier salieron en la madrugada del 7 de febrero de 1986 rumbo a Francia junto a familiares y amigos, llevando consigo sus diamantes, objetos de arte y abrigos de piel. Al inicio de su exilio, la familia alquiló una hermosa villa en Mougins, donde Michèle continuó con su derrochadora vida junto a Jean-Claude, comprando automóviles lujosos y asistiendo a fiestas de la alta sociedad francesa. La ex primera dama era una de las favoritas en las boutiques más exclusivas del país, haciendo compras de US$ 270,200 en la conocida joyería Boucheron, US$ 9,752 en Hermès, y US$ 13,000 por hospedarse una semana en un hotel de París.

En 1990, Michèle y Jean-Claude se divorciaron en la República Dominicana. La mayor parte de la fortuna de Duvalier se la dejó a su esposa después del divorcio. Ella sigue en Francia, en el castillo de Théméricourt, con sus hijos.

 

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