Cambios en la guía telefónica
Cuando estalló la II GM, en 1939, en la guía telefónica de Nueva York aparecían un total de 22 personas apellidadas Hitler. En 1945 ya no había ninguna; presumiblemente, todos ellos habían optado por cambiar su funesto apellido.
Orgulloso de su apellido
Sin embargo , el sargento del 101.º Batallón de la Policía Militar de Fort Dix, Nueva Jersey, llamado P. Hitler, estaba orgulloso de llamarse así y no estaba dispuesto a cambiarse el apellido, como había hecho la mayoría.
Cuando alguien se sorprendía al decir cómo se llamaba, él respondía; Sí, ese es mi apellido, que sea el otro el que se lo cambie."
Cambio en el equipo
En el fútbol brasileño la guerra también obligó a cambiar el nombre de sus equipos profesionales.
Cuando a principios de 1942 Brasil declaró la guerra a Alemania se dispuso también eliminar todas las referencias a los países del Eje en el deporte más popular de ese país.
En Belo Horizonte, capital de estado de Minas Gerais, el Club Societá Sportiva Palestra Italia, fundado en 1921 por inmigrantes transalpinos, tuvo que cambiar de nombre y de camiseta, porque esta utilizaba los colores de la bandera italiana. El 4 de febrero adoptó el nombre de Palestra Mineiro, pero la primera palabra, de origen italiano, también debía ser eliminada. Finalmente, en octubre fue renombrado Cruceiro, en homenaje a la Cruz del Sur. El equipo ganó el Campeonato Mineiro de 1943 a 1945.
Primera y actual camiseta del Cruceiro.
En Säo Paulo también existía otro equipo llamado Palestra Italia, fundado en 1914 por miembros de la colonia italiana, y con los mismos colores de su bandera. Tuvo que cambiar su nombre por el de Sociedade Esportiva Palmeiras, aunque conservó el color verde para la camiseta y el blanco para el pantalón. Para alejar toda sospecha, en su primer partido con su nuevo nombre salió al campo enarbolando la bandera brasileña.
Colores iniciales del Palmeiras y uniforme actual.
Otros equipos, que no llegaron a destacar o se convirtieron en clubes sociales y cambiaron su nombre fueron el Hespanha Football Club, fundado en 1914 en la ciudad de Santos, que cambió a Jabaquara Atlético Clube; y el Sport Club Germania, fundado en Säo Paulo en 1899, por Esporte Clube Pinheiros.
Swastika no cambia de nombre...
En 1911, en Ontario, Canadá, dos hermanos encontraron una mina de oro cerca del lago del mismo nombre. Los descubridores llamaron a la mina Swastika, por el ancestral símbolo de buena suerte en las culturas hindú y budista, sin saber entonces que unos años después Adolf Hitler lo escogería como símbolo de su infausto movimiento político. Alrededor de la mina creció un pequeño pueblo que se llamó también Swastika. En 1940, en plena guerra, las autoridades de Ontario decidieron cambiarle ese nombre con inequívocas connotaciones nazis por Winston, en honor del primer ministro británico, Winston Churchill.
Pero los habitantes de Swastika no estuvieron de acuerdo y decidieron mantener el nombre. Así, a partir de entonces, se podía leer en un cartel a la entrada del pueblo con la frase "Swastika. Población 545. Al infierno con Hitler, nosotros la escogimos antes".
Swastica en Ontario, Canadá.
Tesoro a buen recaudo
Uno de los secretos mejor guardados de la II GM fue el traslado del tesoro del banco de Inglaterra a Canadá, para ponerlo a salvo ante el peligro de una invasión de Alemania, que había ocupado Francia el 14 de junio de 1940.
El primer ministro británico Winston Churchill decidió requisar todos los valores pertenecientes a particulares y enviarlos a Canadá, a fin de evitar que cayera en manos de Hitler.
La operación debía llevarse a cabo con el mayor de los secretos, lo que no resultaba nada sencillo, pues podía resentir la moral del pueblo británico y la posibilidad de que los alemanes se enteraran de la operación constituía un riesgo adicional y peligroso.
Junto a los valores se trasladarían cientos de toneladas de oro y se haría por mar. Por entonces el Atlántico era un océano sumamente peligroso pues estaba copado por submarinos alemanes.
La tarea se encargó al crucero 'Emerald', anclado en Greenock. Este zarpó el 24 de junio al anochecer con el mayor capital transportado en toda la historia de la navegación, calculado en unos 500 millones de dólares de entonces.
El 8 de julio zarparon otros cinco buques de diferentes puertos británicos, que transportaron un total de 5,000 millones de dólares en oro, acciones y bienes negociables.
Lo más insólito del asunto es que en los meses en que se transportó el oro, los submarinos alemanes hundieron 134 buques de diversas nacionalidades pero ninguno británico. Más aún: la misión se logró mantener en secreto, pese a que en ella participaron unas seiscientas personas, además de miles de marineros y estibadores.
No hay comentarios:
Publicar un comentario