Un mercante valiente y otro sin suerte
El trasatlántico Queen Mary logró convertirse en un barco célebre, como lo reseñamos en una nota anterior. No tuvo la misma suerte su gran rival en el cruce del Atlántico en época de paz, el SS Normandie; en tanto que un mercante noruego, el Mosdale fue considerado el más valeroso de la II GM. Empecemos con el segundo.
El mercante más valiente
Pese a los enormes riesgos que entrañaba atravesar el Atlántico infestado de submarinos alemanes, los marinos del Mosdale cruzaron ese océano en 98 ocasiones.
Este mercante, de tres mil toneladas cubrió las rutas entre Canadá, Estados Unidos y Gran Bretaña transportando frutas a este último. La mayoría de estos viajes los haría en solitario, renunciando a la seguridad de navegar en convoy, confiando en su buena suerte que nunca lo abandonó.
La operadora de radio del barco en 78 viajes sería la joven canadiense Fern Blodgett, nacida en 1918, que ansiaba combatir contra los alemanes en el mar, pero la marina canadiense tenía prohibido enrolar mujeres. La joven no se rindió: se convirtió en sparks ('chispas'), como se conocía a los operadores de radio, en una escuela nocturna de Toronto, mientras de día trabajaba como taquígrafa.
El mismo día que recibió su título, el 13 de junio de 1941, la suerte vino a su encuentro. El Mosdale se encontraba en el puerto de Montreal y necesitaba urgentemente un spark. Ella se presentó, pero el capitán del barco, Gerner Sunde, prefirió esperar que lo hiciera un hombre. El tiempo pasaba, ningún técnico se presentaba y el barco tenía que partir. Finalmente, Sunde incorporó a la joven a su tripulación. (La relación entre ambos llegaría más allá de lo profesional, y se casarían un año después. Ella continuaría frente a la radio hasta seis meses después de la guerra, se trasladaría con su esposo a Noruega, tendría dos hijas y enviudaría en 1962 cuando Sunde murió de un ataque al corazón.)
La spark Fern Blodgett Sunde y el capitán Gerner Sunde.
Paradójicamente, las veces que el Mosdale estuvo más cerca de ser hundido no fue en altamar, sino en el puerto de Liverpool. Durante un bombardeo alemán, el Malakand, cargado con munición, fue alcanzado y estalló muy cerca de él e hirió a varios tripulantes. En otra ocasión un incendio en el puerto le provocó daños, pero pudieron ser reparados.
El 18 de febrero de 1941, una semana después de partir de Halifax rumbo a Cardiff, rescató a once marineros que se encontraban en un bote salvavidas del busque Black Osprey, que había sido torpedeado por el submarino U-96.
Tras su actuación en la guerra, el mercante fue vendido en varias ocasiones y cambiando de bandera hasta que fue desguazado en 1973.
Un triste final
Otra fue la suerte del trasatlántico francés SS Normandie, que había competido con el Queen Mary por la Banda Azul, que distinguía al barco de línea más rápido en cruzar el Atlántico.
Al estallar la guerra, la nave se encontraba en Nueva York, donde quedaría retenido por el gobierno norteamericano. Cuando Francia fue derrotada por Alemania, y EE. UU. intervino en la guerra tras el ataque japonés a Pearl Harbor, el buque fue transferido a la US Navy y renombrado Lafayette, en honor al héroe francés de la guerra de independencia norteamericana.
Al igual que al Queen Mary, le fueron retirados sus lujosos acabados y se le transformó para alojar a 15 mil soldados. Pero la suerte del Normandie sería otra. El 6 de febrero de 1942 el obrero Clement Derrick, que estaba utilizando un soplete, incendió accidentalmente unos chalecos salvavidas y el fuego se extendió por todo el barco, ya que aún no se había retirado la decoración de madera. Para mayor desgracia, el sistema contraincendios del buque estaba desactivado en esos momentos.
El ingeniero que había diseñado el barco, Vladimir Yourkevitch, acudió de inmediato al muelle para asesorar en las labores de extinción pero, increíblemente, la policía no le permitió pasar el cordón de seguridad. Además, los bomberos arrojaron tanta agua que la nava acabó escorándose a babor y se volcó.
Trasatlántico SS Normandie o Lafayette: amarrado en el puerto de N. Y. en el muelle 88 del río Hudson,
incendiado y volcado sobre su lado de babor, en el invierno de 1942.
Si se hubiera escuchado la propuesta de Yourkevitch, de inundar primero las cubiertas inferiores para estabilizar la nave y bombear esa misma agua para apagar el incendio, el Normandie se hubiese salvado. Solo un hombre murió en el siniestro.
Los trabajos para reflotarlo se fueron aplazados por su alto costo, y permaneció volcado en el muelle 88 del río Hudson de Nueva York. El 7 de agosto de 1943 fue reflotado con miras a convertirlo en portaaviones, pero los daños que había sufrido hacían que los costos fueran cada vez mayores. El proyecto fue dejado de lado.
Finalizada la guerra, la nave fue vendida por 160,000 dólares a una empresa de Nueva York, pero nadie quería invertir en su reparación total. Finalmente, fue desguazada en Nueva Jersey en diciembre de 1948.
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