Los 'Jardines de la victoria'
En diciembre de 1941, poco después de que Estados Unidos entrara en la II GM, el secretario de Agricultura Claude Wickard comenzó a promover los Victory Gardens ('Jardines de la Victoria'), a fin de promover la siembra de verduras en jardines familiares y comunales, como una forma práctica de contribuir al esfuerzo que demandaba el conflicto.
Se estima que esa oportunidad se sembrados alrededor de 20 millones de Jardines de la Victoria, y en 1943 producían un 40 % de todas las verduras consumidas en EE. UU. (entonces con 132 millones de habitantes). Se calcula que se cultivaron entre 9 y 10 millones de toneladas de hortalizas, gran parte de las cuales fueron distribuidas en el ejército y los aliados.
El Departamento de Agricultura produjo folletos para guiar a los jardineros urbanos y preparó un fertilizante especial para uso doméstico; en tanto que revistas y periódicos publicaban artículos útiles; las revistas femeninas publicaban artículos sobre cómo almacenar, secar, escabechar y congelar la producción; carteles patrióticos instaban a la participación y jardineros veteranos orientaban a los voluntarios en la siembra y distribución de los excedentes y el intercambio de equipo.
Los jardines fueron promovidos como diversión familiar y para cubrir sus propias necesidades. Así, surgieron en los patios traseros y en los tejados de las ciudades. Los jardines del patio de la escuela proporcionaban verduras frescas para almuerzos escolares. Los jardines comunitarios fueron plantados en parques y terrenos vacíos y campos de béisbol, incluyendo el Golden Gate Park de San Francisco, el zoológico de Portland en Oregón y los jardines Copley Square y Fenway de Boston. El sitio de Fenway sigue siendo un activo Jardín de la Victoria hasta hoy.
Gracias a esa campaña el estadounidense promedio comió mejor durante la guerra que antes.
Tres muertes inexplicables
Entre los enigmas de la II GM que quizás nunca lleguen a despejarse figuran la muerte del actor británico Leslie, que participó en el reparto de la clásica película 'Lo que el viento se llevó'; del famoso músico norteamericano Glenn Miller y del escritor francés Antoine de Saint-Exupéry, autor del no menos famoso libro 'El principito'.
El 1 de junio de 1943, Howard despegó de Lisboa rumbo a Inglaterra en un viaje arriesgado, pues estaba en el radio de acción de las bases en territorio francés de la Luftwaffe, pero como el avión mostraba claramente su carácter civil, en principio estaba a salvo de los ataques. El avión fue avistado por una formación de ocho aviones alemanes, y pese a sus distintivos fue atacado sin advertencia previa y derribado sin que quedaran sobrevivientes.
Se ha especulado que se trató de un plan germano para asesinar al actor, y que en el aparato viajaba un doble de Churchill, lo cual fue motivo del ataque.
La verdad podría estar en los archivos de la Luftwaffe, peros estos fueron completamente destruidos por su máximo responsable, Hermann Goering, antes de finalizar el conflicto.
El músico Glenn Miller, autor de recordadas melodías, se alistó en la Fuerza Aérea, donde alcanzó el grado de capitán, y en 1944 realizó una gira por Inglaterra para tocar ante las tropas norteamericanas.
El 15 de diciembre de ese año decidió viajar de Londres a París para preparar una emisión de radio especial por la Navidad. Tomó un vuelo privado junto al piloto y un tercer pasajero no identificado. A partir de ahí, nunca más se volvió a saber del avión. Se tejieron muchas versiones, pero la más aceptable es la anotación de un aviador de la RAF (Real Fuerza Aérea Británica), según la cual ese día unos bombarderos arrojaron sus bombas sobre el canal de la Mancha, una de las cuales alcanzó accidentalmente a una avioneta cuya descripción coincidía con la de Miller.
No obstante, el misterio continúa.
Leslie Howard y Glenn Miller.
Saint-Exupéry era un veterano piloto que decidió pone su experiencia al servicio de los aliados.
En julio de 1944 fueron requeridos sus servicios para realizar misiones de reconocimiento como paso previo a la operación anfibia que se estaba preparando para ser lanzada en la costa sur de Francia a mediados de agosto.
Después varias incursiones, el 31 de julio de 1944, piloteando un avión de combate P-38 Lightning, el que sería su último vuelo, fue seguido sin novedad por los radares del cuartel norteamericano hasta que, a las 13:00 horas, desapareció de las pantallas.
Durante décadas se especuló sobre lo ocurrido, incluyendo que se había suicidado o habría fingido su propia muerte.
Hasta que en marzo de 2008 Horst Rippert, expiloto de la Luftwaffe, reconoció haber sido el autor de los disparos que abatieron el avión del literato francés. El octogenario germano dijo que sintió mucho su pérdida, pues había leído todos sus libros.
Si su testimonio es cierto, la muerte de Saint-Exupéry habría quedado definitivamente resuelto.
Antoine de Saint-Exupery y Horst Rippert mostrando el brazalete del primero.
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