Piqueo semanal

Nueva generación

Sin duda, se trata de una nueva generación de jugadores los que nos han dado la enorme satisfacción de volver a ver a nuestros colores patrios en una competencia mundial que atrae la atención de más de 5 mil millones de personas de todo el planeta. Reconocemos que erramos en nuestro comentario después del partido jugado en tierra de Nueva Zelanda, cuando afirmamos que estos jóvenes tenían genes heredados de los jugadores de otrora que no sabían tirar desde cualquier ángulo de media distancia. Ahora nos parece que sí son capaces de abrir forados en las 'murallas' adversarias, cosa que no vimos en la primera vuelta del repechaje. Por lo visto, hemos comprobado que sí han aprendido a hacerlo y que en Rusia podrían darnos más de una sorpresa agradable. Bien por Gareca que supo dirigirlos.

Nuevo santo

Los comentaristas deportivos, esos sabelotodo que pretenden dar lecciones de cómo organizar un partido, seleccionar a los jugadores y darse el lujo de señalar las tácticas a emplear, han tenido que tragarse sus comentarios y reconocer, una vez más, que estaban equivocados. Ahora todos aplauden a Gareca, y es justo que lo hagan. Porque él ha hecho el milagro de lograr lo que hasta seis meses parecía un imposible. Ha nacido, pues, un nuevo santo a quien prenderle su velita para que el once peruano siga cosechando triunfos. Esperamos que así sea. Amén.

 

San Gareca y sus once apóstoles renuevan la fe.

Milagros

Ahí no queda la cosa. Otro milagro obrado por Gareca es que la inmensa mayoría de jóvenes de hoy, de 35 años para atrás poco se interesaban en el fútbol peruano, porque nunca habían visto al Perú en un mundial. Y los que están en los 40 y poco más eran muy niños cuando nuestro seleccionado jugó en el mundial de España '82. Esta vez ellos también vibraron de alegría como lo hiciéramos nosotros en aquellos tiempos. Otro motivo para estarle agradecido a san Gareca y a sus once apóstoles titulares. Aparte del milagro de haber unido a todos los peruanos sin excepción en torno a una causa común, y habernos hecho olvidar por algunas semanas las cochinadas que se tejen en el campo político.

Contradicciones

Ahora volvamos a nuestra triste, y absurda, realidad. Empecemos por pedir explicaciones a los políticos, y a algunos opinólogos políticos, por qué cuando san Alan Gabriel (AG) y la reina Sofía (no la de Grecia, sino a la mantenida hija del exdictador Alberto Fujimori) dicen y reafirman que jamás recibieron dinero de Odebrecht se les cree casi a pie juntillas, pero cuando lo propio hace nuestro viejito gobernante se dice que es mentira lo que dice, y se le exigen pruebas de su inocencia. El mundo al revés. Ahora resulta, al menos en este caso, que una persona investigada y acusada por la supuesta comisión de un delito debe probar su inocencia, y ya no que los acusadores sean los que demuestren su culpabilidad. En este caso no existe la presunción de inocencia, como en los dos casos anteriores, a los que nunca se les ha pedido que demuestren su inocencia, pese a todas las pruebas indiciarias en su contra.

"Yo no me vendo" (AG). "Yo te alquilo" (M. Odebrecht).

Alquilables

En todo este intríngulis nadie ha reparado en algunos datos adicionales vertidos en forma aislada. Por ejemplo, san AG dice que él dictó charlas en Brasil y que por eso le pagaron. Pero, ¿es posible aceptar que por una conferencia haya cobrado US$ 100,000 (sí, señores, cien mil dólares o 350 mil soles). Ni Albert Einstein, con toda su sabiduría. Lo que nos demuestra que el inmaculado varón tiene la razón cuando dice que él no se vende. Pero sí se alquila. Y vaya a qué precio. Y tampoco se ha hurgado más allá ante las revelaciones en el sentido que, si él no fue favorecido directamente (para eso están los testaferros) sí lo hicieron sus más directos allegados. Ejemplos: la contratación del hijo de uno de sus brazos derechos: el corrupto expresidente del Congreso (sabemos lo que decimos) Javier Velásquez Quesquén y su secretario personal Luis Nava, cuyos hijos fueron contratados (vaya uno a saber en qué cargos y con qué sueldos) por la firma Odebrecht. ¿Fueron contratados solo por su cara bonita?

 

Los tres mosquiteros.

Contracorriente

Como se esperaba, y en una demostración más de su arrogancia y prepotencia, y para que sus opositores "sepan con quién se meten", los fujimoristas lograron que la Subcomisión de Acusaciones Constitucionales, que, para variar, la preside Milagros Takayama, una de las de su calañ…, perdón de su bancada, declarara procedente las denuncias constitucionales contra el fiscal de la Nación, Pablo Sánchez, por parte de su propio vocero, Daniel Salaverry, y la dique 'independiente' Yeni Vilcatoma. Este fue el primer paso. El segundo es que, luego, sin pruebas como hasta ahora, presentarán la acusación ante la Comisión Permanente, en la que también tienen la mayoría necesaria para aprobarla. De ahí pasaría al Pleno, en la que tienen solo 71 congresistas (72 con la independiente Vilcatoma), de los 85 que se requieren para su aprobación final. Por el bien de la institucionalidad del país, esperamos que los representantes de las otras seis bancadas, como lo han anunciado, voten en contra, y el tema sea enviado al tacho de basura como corresponde. Aunque no nos confiamos, dado lo cambiante que suelen ser nuestros (mal) llamados padres (padrastros sería lo correcto) de la Patria.

Judokismo

Hasta ahora no entendemos qué mosco (de color naranja ha de ser) le picó al congresista Mauricio Mulder para presentar el proyecto de ley que propone prohibir al Poder Ejecutivo que contrate avisos en los medios de comunicación privados, y se limite a hacerlo solo en los del Estado (diario oficial El Peruano, Canal 7 y Radio Nacional). Parece que está cada día más judoko, como diría nuestro colega César Augusto Dávila, 'Perro Mundo'. Pese a que se dice periodista (aunque haya dejado de serlo y tampoco está colegiado) el representante del partido estrellado (aunque en esta propuesta se ha quedado solo) no ha explicado cómo haría el Gobierno para anunciar un simulacro de sismo, una campaña educativa o, como hace poco, promover la participación ciudadana en un censo nacional, por citar solo algunos casos, teniendo en cuenta que El Peruano no lo compra el populorum, el canal del Estado tiene el más bajo nivel de sintonía y radio Nacional jamás podrá competir con RPP ni con radio Exitosa, para nuevamente citar solo dos casos. Se olvida cómo inundaban los medios las entidades del Estado cuando el segundo gobierno de su santo patrón, el señor AG. La vaca no se acuerda…

¿Qué hay detrás de su propuesta?

Ocultaciones

Olvida nuestro amigo Mulder que los medios privados se sustentan con los ingresos por publicidad, y tienen sus tarifas según los días, horas, programas, etc. en que se contratan. Quizás podría proponerse que, cuando se trate de un aviso de interés nacional, las tarifas para el sector público tangan un tratamiento preferencial y una rebaja especial. Lo que tampoco podría ser obligatorio ni impuesto por ley. Sería potestativo de los propietarios de cada medio. Conociéndolo como lo conocemos, la propuesta de don Maurice oculta otras intenciones. No creas que somos tan judokos, tío.

Aquí lo dejamos. Por ahora.