La muralla blanca
El empate logrado por el seleccionado peruano frente a su similar de Nueva Zelanda tiene olor a triunfo, pues nos mantiene con la esperanza de ir al Mundial de Rusia 2018.
Pero, por lo visto la noche del viernes, si los once de Gareca desean un triunfo, lo primero que tienen que hacer es desbloquear esa muralla defensiva que arman los maoríes cada vez que se ven atacados por el contrario. Todos bajan a defender su valla y cerrarle el camino a los atacantes. Esto, que puede ser una virtud, es también un defecto que se debe aprovechar, pues con esa 'táctica' es muy difícil que los neozelandeses puedan organizar un contraataque, ya que todos se encuentran en su campo, defendiéndolo.
La falta de un ariete o punta de lanza en el equipo peruano también es evidente. Por eso no le fue posible abrir un hueco en la defensa contraria.
Si a eso le sumamos la 'falta de costumbre' de los jugadores peruanos de disparar de media distancia. Están acostumbrados a enamorarse la pelota y quieren acompañarla hasta el fondo de las redes (el 'rincón de las ánimas', como diría HM Morosini), es decir, quieren que balón y jugador ingresen juntos al arco.
La culpa de esa mala costumbre no es de ellos, es un 'defecto', si así pudiéramos llamarlo, que lo llevan en la sangre, en sus genes. No es de ahora, hay antecedentes.
En todo caso, con el permiso de todos los involucrados en este popular deporte, permítasenos recordar algunas 'perlas' históricas de nuestra historia futbolística.
Para la afición el seleccionado que nos representó en México '70 ha sido el mejor de los últimos 50 años, por la presencia en él de las mejores estrellas de nuestro balompié.
Recordemos lo que decía un cable de la agencia AFP, publicado en el diario La Crónica el domingo 7 de junio de 1970, al día siguiente que Perú venciera a la selección de Marruecos por 3-0 y pasara a los Cuartos de Final:
"Es asombroso el número de disparos, potentes casi todos ellos, que ribetearon la portería africana."
"Perú debe tener el récord mundial en ese aspecto. A los siete minutos ya había enviado Perico León tres cañonazos a los graderíos. Luego le imitaron otros jugadores, especialmente Cubillas y Gallardo."
Conste que estamos hablando de 47 años atrás, y es probable que se den toda suerte de explicaciones para justificar esos errores.
Mas ahí no queda la cosa. Retrocedemos un poco más en el tiempo y nos remontamos a 1933, año en que se inició la recordada gira de casi siete meses que realizó a Europa el Combinado del Pacífico, conformado por trece jugadores del Universario de Deportes, cuatro del Colo Colo de Chile, dos del Alianza Lima y dos del Atlético Chalaco.
En esa oportunidad, el Combinado hizo su primera presentación en la ciudad de Dublin, capital de Irlanda, el 1 de octubre de ese año, enfrentándose al club Bohemians. Los peruanos empataron el encuentro 1-1, con gol de Carlos Tovar.
Al día siguiente, el diario Irish Independent publicó un comentario sobre el juego de los sudamericanos, en el cual decía: "El gran defecto que le hemos notado a los delanteros es que no disparan al arco desde cualquier distancia."
"Los visitantes -agrega- hubieran ganado al Bohemians si no hubieran fallado tanto en sus remates finales."
Los 21 jugadores recorrieron Escocia, Inglaterra, Holanda, Austria, Checoslovaquia, Alemania, Francia, Italia y España, -con un balance final que nuestros historiadores (?) del fútbol han distorsionado indocumentada, inexplicable y ridículamente- y motivaron diversos comentarios sobre su juego.
Así, un renombrado comentarista de la época, el inglés Jack Colty, decía lo siguiente: "El público debe haber quedado maravillado del perfecto dominio de pelota que demostraron los sudamericanos y sus pases, que siempre fueron dirigidos al jugador mejor colocado. Pero a pesar de su aparente hipnotismo sobre la pelota y sobre los jugadores rivales, abusan de las filigranas y pecan de no disparar desde fuera del área."
"Parece raro que un equipo, con tantos jugadores perfectos y con absoluto dominio de la pelota, falle palpablemente en los remates y en la marcación."
Parece como si esos comentarios hubieran sido escritos ayer. Lo cual nos demuestra que los futbolistas peruanos de hoy adolecen los mismos defectos que sus antecesores.
Pero no nos lamentemos, confiemos en que nuestros jóvenes de hoy logren inclinar la balanza a su favor el próximo miércoles.
Ese día, la 'muralla blanca' neozelandesa será más evidente y quizás nuestros seleccionados no puedan perforarla. Por lo que nos adelantamos a creer que el equipo visitante tratará de mantener el mismo score, suplementario incluido, y llegar a la ronda de penales, que sí podría favorecerlos.
Por ello, nuestra sugerencia es que, desde que vuelvan a pisar el suelo patrio, nuestros jugadores sean sometidos a una práctica intensa, hasta el cansancio, de tiros desde los doce pasos.
Será una forma, además, de aprender a disparar al arco. Estamos seguros de que les va a gustar.
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