viernes, 10 de noviembre de 2017

Piolinadas

Millonario lustrador de manzanas

Un joven le pregunta a un viejo rico cómo hizo su dinero.

El anciano toca su costoso chaleco de lana y dice: "Bueno, hijo, fue en 1932. Durante la Gran Depresión. Estaba sin un centavo."

"Invertí en una manzana. Pasé todo el día puliendo la manzana y, al final del día, vendí la manzana por diez centavos".


"A la mañana siguiente, invertí esos diez centavos en dos manzanas. Pasé todo el día puliéndolas y las vendí a las 5:00 p. m. por 20 centavos. Continué este sistema durante un mes, al final del cual había acumulado una fortuna de $ 9.80."

"Después de eso", continuó el viejo rico, "invertí los $ 9.80 en un puesto en el mercado para poder pulir y exhibir muchas más manzanas. Comencé a ganar alrededor de $ 50 por mes a partir de ese momento."

"Entonces, el padre de mi esposa murió y nos dejó dos millones de dólares."

"Solo cuando llueve"

Una mujer estaba teniendo una aventura mientras su esposo estaba en el trabajo. Un día ella estaba en la cama con su amante cuando escuchó el automóvil de su marido llegar en el camino de entrada. "¡Dios mío! ¡Date prisa! Toma tu ropa", le gritó a su amante. "Y salta por la ventana. ¡Mi esposo llegó temprano!

"¡No puedo saltar por la ventana!... ¡Está lloviendo!"

"¡Si mi marido nos atrapa aquí, nos matará a los dos!", respondió ella. "¡Tiene un temperamento muy severo y un arma muy grande! ¡La lluvia es el menor de tus problemas!"

Entonces el amante se levanta de la cama, agarra su ropa y salta por la ventana. Cuando comenzó a correr por la calle bajo la lluvia torrencial, descubrió que había corrido justo en el medio de la maratón anual de la ciudad. Continuó corriendo junto a los demás. Con la ropa metida bajo el brazo, trató de mezclarse lo mejor que pudo, pero no fue muy convincente.


Después de un rato, un pequeño grupo de corredores, que lo habían estado estudiando con curiosidad, trotaba más cerca de él.

- ¿Siempre corres desnudo? –preguntó uno.

- Oh, sí -respondió, jadeando en el aire-. Se siente maravillosamente el aire soplando sobre toda tu piel mientras corres.

Otro corredor se movió al costado.

- ¿Siempre corres llevando tu ropa debajo del brazo?

- Oh, sí - respondió nuestro amigo sin aliento-. ¡De esa manera me puedo vestir justo al final de la carrera y subir a mi auto para irme a casa!

Un tercer corredor miró un poco más abajo, y preguntó.

- ¿Siempre usas un condón cuando corres?

- Solo cuando está lloviendo.

Bien muerto

Dos cazadores están en el bosque cuando uno de ellos se desmaya y cae al piso. No parece estar respirando y sus ojos están vidriosos. El otro saca su teléfono y llama a los servicios de emergencia.
Cuando una voz de mujer lo atiende desesperado grita: 
- ¡Mi amigo está muerto! ¿Qué puedo hacer?

La operadora lo calma y le dice:
- Te puedo ayudar. En primer lugar, vamos a asegurarnos de que tu amigo está muerto.
Hay un silencio, y luego se escucha un disparo. De vuelta en el teléfono, el hombre le dice:
- Listo, ¿y ahora qué?

"Elemental, querido Watson…"


Sherlock Homes y el Dr. Watson se fueron a pasar unos días de campamento.
Tras una buena cena y una botella de vino se desearon buenas noches y se acostaron en sus respectivos sacos de dormir. 
Horas más tarde Holmes se despertó y llamó con el codo a su fiel amigo:
- Watson mira al cielo y díme qué ves
- Veo millones de estrellas…
- Y eso, ¿qué te indica? -volvió a preguntar Holmes. 
Watson pensó por un minuto y, decidido a impresionar a su amigo con sus dotes deductivas, contestó:

- Desde un punto de vista astronómico me indica que existen millones de galaxias y potencialmente por lo tanto billones de planetas; astrológicamente hablando, me indica que Saturno está en conjunción con Leo; cronológicamente, deduzco que son aproximadamente las 3:15 de la madrugada; teológicamente, puedo ver que Dios es Todopoderoso y que nosotros somos pequeños e insignificantes, meteorológicamente intuyo que mañana tendremos un hermoso y soleado día. Y a usted, ¿qué le indica, mi querido Sherlock?
Tras un corto silencio Holmes habló:
- Watson, estás cada día más estúpido... ¡Nos han robado la carpa!

En el telegrafista

Un perro va a una oficina de telegramas, agarra un papel en blanco y escribe: "Guau, guau, guau, guau, guau, guau, guau, guau, guau".
El empleado revisa la nota y le dice al can: 
- Aquí hay nueve palabras... Por el mismo precio puede enviar otro "Guau".

El perro replica:
- Muchas gracias, pero eso no tendría ningún sentido.

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