jueves, 16 de noviembre de 2017

Las dos caras de Dubai

Dubái es un paraíso arquitectónico, una ciudad con los edificios más modernos y altos, y con el único hotel de 7 estrellas del mundo. Pero con toda su riqueza, la pobreza vive escondida a los ojos del mundo.

Dubai es una ciudad de los Emiratos Árabes Unidos (EAU), al sureste del Golfo Pérsico en la Península Arábiga. Es uno de los siete emiratos que conforman el país. Hoy se ha convertido en una metrópolis cosmopolita que ha ido creciendo hasta convertirse en una ciudad global, y el centro de negocios y cultural de Oriente Medio y la región del Golfo Pérsico. Aunque su ha sido construida históricamente sobre la base de la industria petrolera, el modelo de estilo occidental del emirato hace que ahora su economía se nutra de turismo, bienes inmuebles y servicios financieros. 

 

Aunque las excavaciones en Hatta, Al Qusais y Jumeirah indican que la zona estuvo habitada 3000 años antes de Cristo, no se habla de Dubái como ciudad hasta 1833, año en que la tribu Bu Flasa, liderada por la familia Maktoum, se asentó en los alrededores de Dubai Creek, la ría natural que se prolonga más de 10 km en la tierra. El modo de vida tradicional estaba sustentado en la cría de ganado, recogida de dátiles, pesca y recolección de perlas. La economía comenzó a despegar en 1894 cuando Sheikh Saeed Al Maktoum potenció el comercio exterior gracias a la exención de impuestos.

  

A principios del siglo pasado Dubái comenzó a crecer lentamente. Durante los primeros años la población se concentró en Bur Dubái y en Deira pero, posteriormente, comenzaron a expandirse por el campo. Desde sus inicios Dubái estuvo muy ligada al comercio, en 1908 ya existían más de 350 tiendas especializadas en Deira y 50 en Bur Dubái. La concentración de estas y su evolución dio origen a los zocos actuales. En el plano religioso y cultural se construyeron las primeras mezquitas, que al principio sirvieron también como colegios.

  

Los años 40 estuvieron marcados por la Segunda Guerra Mundial. A la guerra se añadió la aparición de perlas cultivadas en el mercado. Fueron épocas de escasez, pero Al Maktoum consiguió suministrar comida a las 20,000 personas que ya estaban asentadas en Dubái. En estas fechas se firmó un acuerdo con el gobierno británico para buscar petróleo. En los 50 comenzó a comerciar con oro y amplió Dubai Creek para que su comercio marítimo siguiera creciendo.

  

Los años 60 marcan el despertar de Dubái. El trabajo duro de las pasadas décadas comenzó a dar sus frutos con el descubrimiento del petróleo. A finales de esa década l ciudad ya contaba con toda la infraestructura para crecer libremente: se habían construido carreteras, puentes, redes de suministro de luz y agua, un buen sistema de telecomunicaciones y el aeropuerto. En 1969 comenzó a exportar petróleo y en ese año ya contaba con 59,000 habitantes.

 

La década de los 70 quedó marcada por un gran crecimiento demográfico. En 1977 la ciudad ya superaba los 200,000 habitantes. El alto precio del petróleo permitió a Al Maktoum comenzar a planificar lo que sería la Dubái que hoy conocemos. A finales de la década se había construido el puerto de Jebel Ali, el World Trade Center, la planta desalinizadora, el túnel Shindagha y el puente Garhoud. En 1971 se fundaron los Emiratos Árabes Unidos. Desde ese momento Dubái ha ido de la mano de Abu Dhabi, Sharjah, Ajman, Umm Al Quwain, Fujairah y, un año después, Ras Al Khaiman.

  

A partir de los 80 Dubái prosperó económicamente. El aeropuerto se amplió para dar cobijo a la reciente aerolínea Emirates Airlines, se construyeron complejos deportivos y recreativos y se empezó a pensar en el turismo como una fuente de ingresos adicionales. En esta época se descubrieron nuevos yacimientos de gas y petróleo en el desierto de Margham, y se inició el boom urbanístico para dar cabida a la gran cantidad de población que llegaba a Dubái. En 1990 alcanzó los 550,000 habitantes, murió Sheikh Rashid bin Saeed y su hijo heredó el cargo. Sus planes, aún más ambiciosos que los de su padre, han dado lugar a´Dubái de hoy.

  

Gracias a los esfuerzos del gobierno, actualmente la economía de Dubái solamente depende un 20 % del petróleo. El comercio y los servicios -incluido el turismo- dominan su economía actual. La exención de impuestos ha dado lugar a que muchas grandes empresas piensen en Dubái como sede de sus operaciones.

  

El sistema federal de gobierno en los(EAU incluye el Consejo Supremo (CS), que comprende a los gobernantes de los siete emiratos y elige un presidente y un vicepresidente de entre ellos para un período en el cargo de cinco años renovables. Aunque no sea oficial, el presidente es por herencia un jeque del emirato de Abu Dabi; y el primer ministro, un jeque del emirato de Dubái. El jeque Jalifa bin Zayed bin Sultan Al Nahayan es el actual presidente de los EAU. Accedió al puesto el 3 de noviembre de 2004, en reemplazo de su padre, Zayed bin Sultan Al Nahayan, muerto el día anterior. Es considerado unos de los hombres más ricos del mundo. Según la revista Forbes; su fortuna ascendería a 18,000 millones de dólares, ubicándose en el tercer puesto en el listado mundial.

  

El régimen es considerado dictatorial, pues las autoridades silencian toda crítica; detienen a personas de noche, las mantienen en lugares desconocidos durante meses; emplean la tortura física y psicológica para obtener confesiones y realizan lo que organizaciones internacionales y la ONU llaman 'juicios farsas', que condena a la gente a largas penas de prisión. Los constructores de las obras son inmigrantes de la India y Pakistán, que viven hacinados en barracas de los alrededores. Es la otra cara de la medalla.

  

Las imágenes que no se ven de una de las ciudades más ricas del mundo.

  


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