jueves, 23 de noviembre de 2017

Casonas antiguas de Lima

Las casonas de Lima tienen características peculiares que las hacen únicas, tanto por su material de construcción como por sus portadas, balcones, rejas o patios.  Dan carácter a la ciudad y fueron una de las razones por las que el centro histórico de Lima fue declarado Patrimonio Cultural de la Humanidad por la UNESCO, en 1991. Las casonas son un testimonio del pasado y para el futuro, constituyen un patrimonio material e inmaterial pues en ellas desarrollaron sus vidas personas relevantes de la historia de la ciudad o familias muchas de las cuales poseen aún descendencia en el Perú. El Estado Peruano utiliza algunas de ellas como sede de instituciones oficiales y de esta forma las mantiene en uso y en óptimas condiciones. Un caso de lo dicho es la Casa de Pilatos, de Esquivel y Jaraba, hoy sede del Tribunal Constitucional. Otro es el Palacio de Torre Tagle, sede del Ministerio de Relaciones Exteriores.

Casa de Larriva

  

Portada y arco de entrada.

 

Pasadizo y jardín interior.

Ubicada en el jirón Ica, a pocos metros del Teatro Municipal de Lima, es una de las casonas barrocas de Lima y una de las pocas que cuenta con dos patios. Construida por el marqués De Larriva en las primeras décadas del siglo XVIII, a pesar de los daños que produjo el gran terremoto de 1746 y un posterior incendio, se ha mantenido en pie y da en el presente una imagen de la magnificencia que tuvo en el virreinato. En la época republicana fue propiedad de la familia Gildemeister, hasta ser adquirida, a mediados del s. XX, por la Asociación Entre Nous y convertida en un centro cultural con la participación de la Asociación Lima Triumphante y la Universidad Católica Sede Sapientiae. Entre 1948 y 1955 fue restaurada de manera muy fiel a su estilo original, por el arquitecto Rafael Marquina y Bueno, y en 1972 fue declarada Monumento Nacional por RS 2900-72-ED.

Casa Riva Agüero

   

Portada, capilla y patio sevillano en la parte posterior.

  

Patio principal y ambientes interiores.

Ubicada en el Jirón Camaná 459 (antes Calle de Lártiga) es actualmente propiedad de la Pontificia Universidad Católica del Perú. Allí funciona su escuela de Altos Estudios, llamada Instituto Riva-Agüero en honor al último propietario residente de la casona, que se la legó, junto con sus demás bienes.

Su primer propietario fue el conquistador Juan Rodríguez de Villalobos, tras la fundación de Lima el 18 de enero del 1535. A mediados del s. XVI fue adquirida por el capitán Diego Maldonado, apodado 'el Rico', que la heredó a su hijo y sucesor, Juan Arias Maldonado. Tras el terremoto del 20 de octubre de 1687, fue adquirida por el capitán Francisco de Lártiga y Torres. En 1737, empezó a ser conocido el tramo de la calle de Amargura, sobre el que se alzaba la casa-habitación, como Calle de Lártiga. Pasó luego a propiedad del coronel Domingo Ramírez de Arellano, tres de cuyas hijas (María Rosa, Mariana y María Ignacia) quedaron como propietarias, pues la cuarta (María Josefa) se casó.

Cabe recordar que una de las casas posteriores a la que ellas ocupaban, la denominada 'casa de Blaque' fue alquilada al libertador chileno Bernardo O'Higgins.

A comienzos del s. XX, las propiedades que fueran del mayorazgo de Maldonado, quedaron de poder de las hermanas Rosa Julia y Dolores de Osma y Sancho Dávila, tras la muerte de su padre y de su hermana mayor. Viuda la última, tuvo un solo hijo nacido en 1885: don José Carlos de la Riva-Agüero y Osma, quien tras la muerte de su madre y de su tía en los años 20 quedó cono único propietario de las fincas.

José de la Riva-Agüero, muerto tempranamente en 1944 (víctima de una apoplejía fulminante), dejó un testamento por el cual sus propiedades rurales y urbanas –estas últimas de su tatarabuelo Domingo Ramírez de Arellano- terminaron perteneciendo a la PUCP.

Casa Aliaga

  

Casa Aliaga: fachada y escalera de ingreso.

 

Interior y patio con un árbol de ficus.

Esta casa data del siglo XVI, fue construida al mismo tiempo que la fundación de Lima, está ubicada frente a la puerta de ingreso de Palacio de Gobierno, en la primera cuadra del jirón de la Unión (antes Calle del Puente de Piedra), y hoy es un museo muy visitado (atiende lunes a domingo de 9:30 h a 17:00 h, y el precio de entrada general es de 30 soles).

Su fachada luce balcones de madera tallada que son un signo de la Ciudad de los Reyes y ha ido pasando a cada miembro de familia, descendientes del conquistador Jerónimo de Aliaga, y hoy va por su décimo sexta generación. Es la casa familiar más antigua de la ciudad y sus interiores, patios, zaguanes y capilla templo datan de la época colonial.

Casa Paz Soldán

 

Casa Paz Soldán: fachada e interiores en proceso de remodelación.

  

Esta tradicional casona tiene una larga historia. Ubicada en la antigua calle Belén (cuadra 10 del jirón de la Unión) con el número 1039, destaca por su gran fachada almohadillada. Está construida sobre los terrenos que en la época virreinal perteneció a doña Paula Piraldo y Herrera, destacada mujer que fue encomendera de Colán, en Piura, viuda del general Juan Andrade y Colmenero y 'salvadora' del puerto de Paita, que estuvo bajo la amenaza del pirata holandés Jorge Spilbergen quien llegó al puerto en 1615. Paula Giraldo llevó mucha gente para la defensa del puerto, defensores a los que subvencionó con sus propios recursos.

A través de los siglos, diversas personalidades de Lima virreinal han sido propietarios y residido en esta casa. En 1619 la adquirió Antonio de Alcalá Ugarte, pero por diversos problemas sus bienes fueron rematados, pasó a manos de Leandro de la Reynaga Salazar, jurisconsulto, rector de San Marcos y alcalde de Lima; luego, Diego Loarte edificó la casa, que fue vendida por sus hijas a fines del siglo XVII al general Nuño de Espínola y Villavicencio, caballero de Alcántara, y general de la Mar del Sur. En 1704 la casa fue adquirida por Agustín Carrillo, y en 1759 por Antonio Boza y Garcés de Marcilla, alcalde de Lima en 1786 y 1787, oidor de la Audiencia de Lima y rector de la UNMSM. A mediados del siglo XIX pasó a propiedad de la familia Paz Soldán, y ahí nacería el doctor Luis Alayza y Paz Soldán, destacado abogado, economista, diplomático, escritor y bisnieto del prócer Hipólito Unanue.

En la segunda mitad el s. XIX funciono ahí el Instituto Nacional, uno de los colegios más innovadores de la época y en las primeras décadas del siglo XX se convirtió en local de la asociación Entre Nous. A mediados del siglo pasado se convirtió en sede del club social de la excompañía Cerro de Pasco Corporation (convertido en Centromin Perú en la década del 70). En este periodo la casa recibió muchas modificaciones, varios de sus grandes salones con techos tallados fueron convertidos en locales comerciales y trasformados según las necesidades del club (en uno de ellos se construyó un gran horno para la preparación de pollo a la brasa), su capilla desapareció (su espacio fue convertido en un baño) y algunos de sus seis patios originales fueron convertidos en canchas de fulbito. El año pasado acabó su remodelación y hoy luce como antaño.

 

No hay comentarios:

Publicar un comentario