martes, 21 de noviembre de 2017

Los síntomas del Alzheimer

La enfermedad de Alzheimer es la forma más común de demencia entre las personas mayores. La demencia es un trastorno cerebral que afecta gravemente la capacidad de una persona de llevar a cabo sus actividades diarias. Primero afecta las partes del cerebro que controlan el pensamiento, la memoria y el lenguaje, y es tan severa que interfiere con la vida cotidiana del individuo. El Alzheimer representa del 60 al 80 por ciento de los casos de la demencia.

Se estima que 5.4 millones de personas en los Estados Unidos tienen esta enfermedad, y para el 2050, el número de personas e con la enfermedad podría alcanzar a los 16 millones. Debido a que un 70 % de las personas que la padece vive en sus hogares, su impacto se extiende a millones de familiares, amigos y cuidadores.

¿Cómo saber si algún amigo, un ser querido o uno mismo tiene la enfermedad de Alzheimer o demencia? Si olvidamos continuamente dónde ponemos las llaves o confundimos el nombre de nuestros nietos o sobrinos, ¿son indicios de una enfermedad neurodegenerativa progresiva? No necesariamente. Solo un doctor puede diagnosticar la condición. Cada persona experimenta diferentes síntomas con diferentes severidades, pero hay algunas señales de advertencia que son comunes a todos y que debemos tener presente. Les presentamos algunos de esos signos.

Pérdida de la memoria

Es el síntoma más común de la mayoría de los tipos de demencia. Todos olvidamos los detalles de una conversación de vez en cuando, pero la aparición temprana de esta enfermedad puede hacer que una persona olvide conversaciones enteras que tuvieron lugar hace solo unos minutos. El Alzheimer generalmente afecta primero la memoria a corto plazo, lo que significa que la persona se olvida de la información que aprendió recientemente. Tienen problemas para recordar fechas y eventos importantes y piden la misma información una y otra vez. Incluso pueden perder la capacidad de reconocer a los miembros de su familia.

Falta de concentración y confusión

Confundirse acerca de los tiempos y lugares es un indicador común. La persona susceptible puede tener dificultades para concentrarse y tomar más tiempo para hacer las cosas que antes y pueden olvidar dónde están o cómo llegaron allí. Podría tener dificultades para entender que un evento sucedió en el pasado o que ocurrirá en el futuro, en comparación con algo que está sucediendo en el presente. Puede perder la pista de las estaciones y el paso del tiempo en general.

Se pierden las cosas

Una persona con Alzheimer puede comenzar a poner cosas en lugares cada vez más inusuales. Las llaves del auto y de la casa tienden a 'esconderse' a todos de vez en cuando, pero encontrar llaves perdidas en el congelador podría indicar un problema más serio. Esta situación puede incluso convertirse en acusaciones de robo cuando no puede encontrar una pertenencia personal que sin saberlo ha perdido. Puede llevar a la paranoia, y reaccionar colocando sus cosas en 'escondites' aún más inusuales para frustrar al presunto ladrón percibido.

Dificultad para hacer tareas domésticas

Una persona con Alzheimer puede tener problemas para recordar cómo conducir, cocinar su receta favorita o jugar un juego familiar. Es posible que comience a depender más de su pareja o de un miembro de su familia para hacer cosas que alguna vez disfrutó hacerlas por sí mismo. Los síntomas también pueden afectar las habilidades relacionadas con la visión, como la percepción de profundidad, la distancia de evaluación y la visualización de los colores. Esto puede conducir a un aumento en la torpeza percibida, accidentes y otros contratiempos inusuales.

Problemas al hablar o expresarse

El Alzheimer afecta la forma como como cada uno crea y procesa el lenguaje. Por lo general, tiene problemas para recordar las palabras correctas en una conversación o mientras escribe. Esta confusión puede hacer que se detenga abruptamente en medio de oraciones o conversaciones.

Problemas con cálculos sencillos


En las primeras etapas de la enfermedad, la persona puede tener dificultades para trabajar con números, incluidos los problemas matemáticos simples que ha tenido durante toda su vida, o realizar cálculos simples de suma y resta.

Cambios de humor y de personalidad

La persona puede exhibir cambios en la personalidad y cambios de humor repentinos. Podrían volverse temerosos, sospechosos, deprimidos o ansiosos. Una persona que alguna vez estuvo segura de sí misma podría volverse tentativa y tímida. Se puede enojar fácilmente en casa y en lugares nuevos o públicos, es decir, fuera de su zona de confort.

Cambios en la higiene

La atención repentina o en constante disminución a la atención personal, como bañarse poco frecuentemente, usar la misma ropa una y otra vez, y no cepillarse los dientes, puede indicar esta enfermedad. Si una persona mantuvo su casa inmaculada toda su vida, pero de repente deja de limpiar y permite que se acumule el desorden, podría ser motivo de preocupación.

Alejarse de amigos y familia

Otra señal de advertencia puede ser la retirada de las actividades sociales de las que alguna vez disfrutó. La persona afectada tiende a esquivar situaciones en las que tiene que estar cerca de otras personas para evitar llamar la atención sobre sus lapsos de memoria o dificultades de comunicación. Por lo general, se siente avergonzada por su incapacidad para conversar o realizar tareas como lo hiciera alguna vez. La depresión relacionada con este cambio en las habilidades también puede causar el retiro de las situaciones sociales.

Los médicos solo diagnosticarán la demencia si dos o más funciones del cerebro, como la memoria y las habilidades del lenguaje, se ven afectadas significativamente sin pérdida de la conciencia. Si cree que alguien por quien se preocupa puede tener la enfermedad de Alzheimer, contacte a su médico inmediatamente.

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