miércoles, 11 de octubre de 2017

Sucede en el Perú

Una estupidez más

El abogado de ese vil sujeto llamado Martín Alonso Camino Forsyth, que arrastró a su pareja Micaela de Osma por una calle y la introdujo a un edificio en Miraflores, tuvo la desfachatez de afirmar que el agresor solo la había 'jaloneado'. Medio mundo vio el video que grabó una vecina, pero para el infeliz letrado Javier Arribas Chimpen esa imagen no existía. ¿Hasta cuándo tendremos que soportar las absurdas (y hasta estúpidas) tesis que esgrimen ciertos abogados para que a sus defendidos no les caiga todo el peso de la ley? Estamos seguros que este sujeto, que debe haber obtenido su título a cambio de unas chapitas de gaseosa, es capaz de sostener que un sujeto le clavó 47 puñaladas a su anciana madre "en defensa propia". O que se trató de un suicidio el cuerpo seccionado de una persona, cuya cabeza fue hallada en Chorrillos y el tronco en un paraje de Chancay.

Otras sandeces

Hasta ahora no entendemos a ciertos sujetos que nos creen caídos del palto o unos reverendos cojudos, como aquel funcionario de la Municipalidad de Lima Metropolitana que dijo que el puente Solidaridad sobre el tío Rímac "no se cayó", sino que "se desplomó"; o el abogado del ex candidato presidencial César Acuña, que se atrevió a decir que este "no plagió" a otros autores para elaborar su tesis doctoral, sino que simplemente "copió" textos ajenos. Estamos seguros que solo en el Perú se dicen estas estupideces sin que nadie se escandalice.

Según el abogado, se trata de un 'jaloneo'.

Nuevas tesis

Las estupideces del 'abogado' Arribas no quedaron ahí. Él mismo declaró a los medios que había sugerido a la bestia que defiende que declarara que se sentía arrepentido, porque, según su peregrina tesis, "una persona que se arrepiente es menos peligrosa para la sociedad" (sic).  Quienes vimos al agresor sentado en el vehículo que lo conduciría a la comisaría, pudimos observar que no mostraba ningún arrepentimiento, masticaba tranquilamente alguna fruta y se mostró agresivo con los periodistas que pretendían entrevistarlo. ¿De qué 'arrepentimiento' habla, pues, el abogado de marras?

Sed lex

El mismo abogado reveló que le había recomendado a su 'cliente' (claro, se trata de un negocio) que dijera que estaba 'tomado' o 'drogado'. Según dijo (otras vez sic): "(Es beneficioso) para él si dice que estaba drogado o con tragos… La ley lo dice así, ¿yo que puedo hacer?" Como cereza de la torta añadió que en este caso "no hubo dolo ni mala intención". Increíble, ¿no? Creemos que todo abogado tiene derecho a ganarse los frijoles, pero no con estas absurdas tesis.

Antecedente

Eso nos hace recordar la agresión que sufrió la joven Arlette Contreras, quien fue arrastrada de los cabellos por el sujeto llamado Adriano Pozo, hecho que quedó registrado en las cámaras de seguridad del hotel donde ambos estaban hospedados. Tras ello, el agresor recibió como pena un año de prisión suspendida. La sentencia fue tan grotesca que motivó la más grande manifestación contra con el lema #NiUnaMenos, lo que hizo retroceder a la justicia ayacuchana.

 

Arlette Contreras: ¿también  fue 'jaloneada'?

Inexplicables

Los tres jueces que conformaban el Juzgado Penal de Huamanga y que dictó la insólita sentencia argumentaron que no hallaron responsabilidad debido a que al momento de la agresión, el sujeto se encontraba ebrio. Los magistrados María Pacheco Neyra, Nazario Turpo Coapaza y Édgar Sauñe de la Cruz (citamos sus nombres para que los olviden) argumentaron después que ellos habían tomado en cuenta la "graduación de la pena".  La pita que los partió.

Recomendaciones

Lo anterior significa que si usted, amable lector, desea sacarle la mierda "a la mujer que ama" y quiere que la justicia sea benevolente y no lo sancione como se merece, tómese unos tragos antes, y después haga lo que quiera con ella: golpéela, viólela, ultrájela, apuñálela, patéela, escúpala, destrócele la cara… y después diga que estaba borracho o drogado, y asunto arreglado.

Viejos sabios

Para el caso, bueno sería recordar lo que decían nuestros abuelos: los niños y los borrachos siempre dicen la verdad. Pues bien, aplicando ese principio podríamos concluir que la verdadera personalidad es la que muestran las personadas pasadas de tragos, estado que no les permite hacer elucubraciones ni urdir coartadas valederas. Cualquiera sea el caso, toda agresión contra una mujer, al igual que contra los niños y las personas de la tercera edad, debiera ser mayor, y ser aplicada sin ningún tipo de miramientos ni contemplaciones.

¿Talión a la vista?

Nos preguntamos si la legislación penal pudiese contemplar la aplicación de la ley del talión (ojo por ojo, diente por diente), tal como se aplicaba en muchos países de África y de Europa hasta la Edad Media. Y además se señala en tres libros de la Biblia (Éxodo 21: 23-25; Levítico 24: 28-20 y Deuteronomio 19:21). Pero haríamos una variante: que el agresor reciba el mismo trato que dio a su víctima. Vale decir, que sea arrastrado de los pelos por las calles o se le desfigure a golpes, según sea cada caso, para que experimente en carne propia el sufrimiento que le causó a su víctima. Claro está, que dicho trato se aplicaría como una pena adicional a la sentencia establecida por la ley. ¿Le gustaría a ese sujeto llamado Bruno Huacachin Cóndor que lo desfiguran a golpes como hizo con su conviviente Vanessa Arzapalo, en Huaycán, el mismo día en que Vanessa de Osma era 'jaloneada' por su pareja?

Cifras alarmantes

Lo cierto es que algo debe hacer nuestra sociedad para enfrentar estos hechos, que cada día son más frecuentes, con el consiguiente peligro de que nos acostumbremos a ellos y los veamos como algo natural o normal en nuestro mundo actual. Las cifras son elocuentes: en los ocho meses transcurridos del presente año (entre enero y agosto), el Ministerio de la Mujer y Poblaciones Vulnerables ha registrado 54,683 casos de violencia en Lima y Callao, incluyendo violencia contra menores de edad y otros miembros de la familia. A su vez, las ocho comisarías de mujeres de la capital han registrado 4,310 denuncias en el mismo período. Esta situación de por sí merece un análisis a profundidad y una revisión de la legislación penal, En este caso, como diría Vallejo, hay, hermanos muchísimo que hacer. Ahora.

Aquí lo dejamos. Por ahora.

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