Se dice que los tacaños no comen plátano por no botar la cáscara. No haga caso, usted coma su plátano y no bote la cáscara. Tampoco las de diversos frutos, pues de hacerlo estaría perdiendo una carga de nutrientes. Por ejemplo, una cáscara de naranja tiene casi dos veces la cantidad de vitaminas que la naranja en sí misma, y aunque puede sonar un poco extraño al principio, hay un sinfín de maneras de incorporar las cáscaras de naranja a la dieta. Lo mismo puede decirse de las diez frutas y verduras que les presentamos a continuación, cuyas pieles son muy nutritivas y debemos comerlas. Les explicamos cómo.
Manzanas
La piel de una manzana contiene alrededor de la mitad del contenido total de fibra dietética de la fruta. Una de tamaño mediano tiene 9 mg de vitamina C, 100 UI de vitamina A y 200 g de potasio. Al quitar la cáscara, se pierde un tercio de esos nutrientes, pues tiene cuatro veces más vitamina K que la pulpa, alrededor de un 5 % de su valor diario. La vitamina K ayuda a formar coágulos de sangre cuando se sufre una herida y también ayuda a activar las proteínas que el cuerpo necesita para el crecimiento celular y el mantenimiento de huesos sanos. La piel de una manzana también contiene la quercetina antioxidante, que puede ayudar a la función pulmonar, aliviar problemas respiratorios y proteger los pulmones. Además, se cree que es capaz de luchar contra el daño del tejido cerebral y proteger la memoria.
Papas
La piel de una patata contiene más hierro, magnesio, calcio, potasio, vitamina B6 y vitamina C que el resto de la papa. Por ejemplo, 100 g de cáscara de papa tiene siete veces más calcio y 17 veces más hierro que la misma cantidad de carne de patata. Desechar la piel y hace perder un 90 % del contenido de hierro de la papa y la mitad de su fibra.
Naranjas
La cáscara de esta fruta contiene el doble de vitamina C que la fruta. También tiene mayores concentraciones de vitamina B6, magnesio, calcio, potasio y riboflavina. Los flavonoides de la cáscara tienen propiedades anticancerígenas y antiinflamatorias. Aunque sean muy nutritivas, se evita comerlas porque son muy amargas y difíciles de digerir. Pero se las puede rallar y espolvorearlas en una ensalada o en un aderezo de vinagreta.
Pepinos
La piel de este fruto contiene antioxidantes, fibra insoluble y potasio. También contiene la mayor parte de la vitamina K. Cuando prepare una ensalada con él no se deshaga de la piel.
Kiwis
La piel de esta fruta también es comestible; contiene más flavonoides, vitamina C y antioxidantes que la fruta y el doble de la fibra. Por lo tanto, lávela y cómala como si fuera un melocotón.
Berenjenas
Su color púrpura proviene de un potente antioxidante conocido como nasunina, que ayuda a proteger contra el cáncer, especialmente en el cerebro y otras partes del sistema nervioso. También tiene propiedades antienvejecimiento, es rica en ácido clorogénico, un fitoquímico con propiedades antioxidantes y antiinflamatorias, y promueve la tolerancia a la glucosa.
Mangos
Los investigadores han encontrado que la piel del mango contiene propiedades similares a resveratrol, que ayuda a quemar grasa e inhibe la producción de células de grasa maduras. Su carne también es muy beneficiosa, pero no produce los mismos resultados, lo que sugiere que se necesita comer la piel con el fin de obtener esta propiedad beneficiosa.Su cáscara también contiene mayores cantidades de polifenoles, omega-3 y ácidos grasos poliinsaturados que su carne del mango. La piel de mango también contiene compuestos que combaten el cáncer, la diabetes y las enfermedades del corazón. Se puede comerla cruda o cocida. Otra forma es comer la carne y la piel es comer como si fuera una manzana o melocotón.
Zanahorias
Puesto que su piel es del mismo color que la misma zanahoria, su cáscara y su carne tienen un valor nutritivo similar. Sin embargo, la mayor concentración de fitonutrientes se encuentra en la piel. Así que solo tiene que lavarla en lugar de pelarla.
Cebollas
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