Camino al caos
Los fujiapristas que impulsan la vacancia presidencial no reparan en nada con tal de lograr sus propósitos, sin medir ningún tipo de consecuencia. Poco les importa que, de lograr su meta, el país se vaya por el despeñadero. La crisis que se generaría sería de imprevisibles consecuencias, y lo más probable es que –en el caso de los fujimoristas- el mando del país recaiga finalmente en manos del presidente del Congreso, pues lo más probable es que ni Martín Vizcarra ni Mercedes Aráoz acepten sustituir al presidente Kuczynski.
Insistente
La primera en frotarse las manos sería la lideresa de Fuerza Popular, que jamás reconoció el triunfo de PPK y desde un inicio se propuso hacerle imposible su gobierno y sacarlo del cargo, costara lo que costase. Con el respaldo de su entonces aplastante mayoría congresal y el respaldo de un sector de los experimentados apristas.
Martín Vizcarra: ¿deshojando margaritas?
Inaceptable
Por eso, resulta hipócrita el anuncio de los voceros naranjas en el sentido que con Vizcarra las relaciones Ejecutivo-Legislativo marcharían mejor y que le brindarían todo su respaldo. Por eso también las presiones para que el actual embajador en Canadá se pronuncie y diga si, ante una eventualvacancia de PPK, aceptaría ocupar la presidencia o renunciaría a ella. De darse el caso, sería insensato que Vizcarra aceptase el encargo, teniendo frente a sí a un Congreso que, como lo demuestran sus más recientes proyectos de ley aprobados, ha convertido al nuestro en un país ingobernable. Con un Congreso como el que tenemos sería una estupidez asumir el gobierno.
Manejable
En caso de no prosperar la vacancia, las futuras acciones de los fujiapristas (¿o aprofujimoristas?) serán de temer. Lo mismo ocurrirá con Vizcarra en el gobierno, pues le tumbarían ministros y gabinetes cada que se les ocurra. Un adelanto de ello es la aprobación del proyecto de ley de 'interpretación auténtica' de la Constitución, elaborada por el aprista Mauricio Mulder y aprobada en tiempo récord con el apoyo de los fujimoristas, sin ningún análisis ni debate previo en comisiones.
Repetitivo
La aprobación de esa iniciativa nos hizo recordar el proyecto de 'interpretación auténtica' de la Carta Magna que elaboró el extinto parlamentario Carlos Torres y Torres Lara para facilitar la postulación de Fujimori a su segunda reelección en el 2000. Eso les permitirá a los apristas practicar su deporte favorito: censurar ministros, como en su belle epoque, cuando aliado con la Unión Nacional Odriista (la infausta coalición apruna) censuraron a diez ministros y gabinetes a diestra y siniestra durante el primer gobierno de Fernando Belaunde Terry.
Reincidente
Más aún, no contento en sentarse en la Constitución con su proyecto -cuestionado por los más connotados constitucionalistas- el señor Mulder pretende aplicar retroactivamente su proyecto y no considerar como crisis ministerial la censura al gabinete de Fernando Zavala, sumando a su récord personal una nueva propuesta también abiertamente inconstitucional.
Cegatones
De otro lado, resulta absurdo que los fujimoristas acudan a las encuestas para insistir en su pedido de vacancia, ya que la aprobación presidencial llega a apenas un 19 %. Pero nada dicen cuando la misma encuesta revela que la aprobación del Congreso llega a solo un 14 % y la aprobación de su presidente, Luis Galarreta, es de 16 %, tres puntos porcentuales menos que PPK. ¿Qué podríamos hacer los ciudadanos de a pie para declarar la vacancia de tantos congresistas de dudosa moral, desaprobados por una amplísima mayoría ciudadana? ¿Tenemos que tragarnos el sapo en silencio?
¿Hasta cuándo?
¿Tenemos que seguir soportando que se propongan normas como aquella que propone obligar a los estudiantes de institutos a realizar sus prácticas profesionales en forma totalmente gratuita; denunciar penal los delitos contra la discriminación religiosa; o prohibir el Gobierno contratar avisos para informar de su gestión en los medios de comunicación privados, entre otras perlas más? Aparte de otras, a cuál más absurda, que pudieran presentar, cuando se sientan amos y señores del país. Se olvidan que la paciencia ciudadana tiene un límite, es un león dormido, que algún día despertará. Por el bien del país, esperamos que el despertar sea pronto.
Aquí lo dejamos. Por ahora.
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