Muerte anunciada
El comité disciplinario de Fuerza Popular acordó proponer la expulsión de Kenji Fujimori de su bancada, como horas antes había hecho lo propio con su colega Bienvenido 'Alzhéimer' Benavides, y después con Maritza García, los únicos a los que se les había abierto sendos procesos disciplinarios. Ante esa decisión, el hijo menor de los Fujimori publicó vía Twitter el documento que acredita la resolución del comité disciplinario fujimorista, y escribió el siguiente mensaje:
Mientras tanto, en algún lugar de Asgard...
"Uno para todos y todos para uno". #AdefenderlaDemocracia
#LaLibertadle ganaráalmiedo
#InfinityWar #ModoAvenger #LaResistencia
Triste mezcla de una serie de fantasía de Marvel con una frase de 'Los tres mosqueteros', que en realidad eran cuatro, y ahora parecen ser 10. ¿Será Kenji el D'Artagnan de esta versión 'made in siglo XXI' de la novela de Alejandro Dumas? Más una anunciada 'guerra infinita' y 'resistencia' en acción. Un sancochado propio de un juego infantil.
Juego de tontos
Si Asgard es el mundo de los Æsir, principales dioses del panteón nórdico, gobernado por Odín y su esposa Frigg, ¿Kenji es Odín? ¿Y quién hace de su esposa Frigg? Demás está suponer que los æsir son sus seguidores. Si ya son tres los que van camino a la expulsión por el pleno de Fuerza Popular,¿cuál es el camino a seguir? ¿Renunciarán a la misma bancada los otros siete 'avengers'?
La resolución contra Kenji y 'Los avengers' .
Detrás de cámara
Algo nos tinca que estamos asistiendo a una farsa tragicómica, cuyo desenlace por ahora no logramos discernir. El hecho nos movería a risa, si no fuera por el triste espectáculo que nos viene brindando esa agrupación política, que solo refleja la pobreza mental de sus integrantes. Una prueba más de la infinita estupidez humana. No por la decisión recomendada, sino por el ridículo y triste papel que cumplen estos aprendices de políticos. Gracias a personajes como ellos, sumados a los de otras bancadas, la política peruana parece funcionar en medio de una cloaca.
Soñar no cuesta
En todo caso, y fiel a sus propias y exclusivas creencias, la lideresa Keiko Fujimori confía en seguir fortaleciendo su posición y continuar en su irrenunciable e indeclinable decisión de llegar a convertirse en la primera presidenta del Perú. Ya lo habían adelantado algunos analistas políticos: la 'reina sin corona' cree a ciegas que la disidencia de Kenji y sus 'avengers', más la posición que tome el 'líder histórico' Alberto Fujimori, no mellará sus aspiraciones. Se trata, pues, de un pequeño seísmo, al que seguirá una 'reconstrucción con cambios' al interior de FP con miras al 2021.
Negro panorama
Cambiemos de tema y hablemos de otras preocupaciones. Dejemos de lado, por un momento, esta suerte de 'fujimorización' de la política, y proyectémonos al futuro, con miras a un eventual reemplazo en el cargo de Presidente de la República, sea porque PPK fuese vacado por decisión del Congreso (como se viene barajando) o sea porque tengamos que decidir en las elecciones del 2021. Por nuestra parte, no vemos a ningún candidato sin 'anticuchos', honrado y honesto, sin antecedentes, que merezca tal designación. Conocemos a muchos, honestos y honrados, pero que no serían capaces de someterse a la 'demolición mediática' que se pondría en marcha, como ocurre cada vez que alguien sale a la palestra y proclama sus aspiraciones.
Quién se atreve
Este panorama a futuro sería el mismo que enfrenta hoy la política venezolana, donde el dictador Nicolás Maduro no tiene quién le haga frente. Sus eventuales contendores están presos, exiliados o prohibidos de aspirar a un cargo público. Y los pocos, muy pocos, que podrían liderar la oposición, no se atreverán a subirse al podio, pues podrían ser víctimas de un atentado, ser acusados de cualquier supuesto delito o acción subversiva, y exponer a sus más allegados a sufrir todas suerte de represalias. Así las cosas, y visto el adelanto de las elecciones dentro de menos de dos meses, Maduro las tiene todo consigo. Seguirá el paso de otros dictadores del mundo, como lo comentaremos en nota parte.
Reciclaje
En nuestro país, la situación es no menos preocupante. No sería de extrañar que, tal como están las cosas, los dos únicos candidatos a la presidencia en unas próximas elecciones, sea dentro de algunos meses o en el 2021, podrían ser los hermanos Kenji y Keiko, que en determinado momento se reunirían y darían el 'abrazo de Guayaquil' (como San Martín y Bolívar), en el que uno de ellos (Kenji) daría un paso al costado para dejarle libre el camino a su 'rival' Keiko, y poder esta cumplir su sueño de 'libertadora' y establecer una 'monarquía' (a la peruana), con ella como reina, claro está. ¿Por qué no? ¿No dicen que la historia se repite?
¿Un adelanto de futuros abrazos?
Fríamente calculado
Todo esto, que podría oler a fantasía, formaría parte de un plan bien estructurado por una mente maquiavélica, pensado a futuro. El tiempo menos dará o quitará la razón. Pero que volveremos a seguir inmersos la 'fujimorización' de nuestra política, con el entusiasta aliento de los medios, no cabe ninguna duda.
Mayúscula estupidez
Hace unos días, 35 piezas de arte popular, denominadas 'las tablas de Sarhua' que estaban destinadas a ser exhibidas en el Museo de Arte de Lima (MALI) fueron incautadas por la Policía Nacional y el Ministerio Público, por presunta apología del terrorismo. "Al hacer la visualización de los trabajos en pintura y retablo, se percató que las pinturas correspondían a hechos que podrían estar en los alcances de apología al delito de terrorismo", dice el documento de 'inteligencia policial'.
Simple recordatorio
Se trata de las 31 tablas (arte de puntar y dibujar sobre molle o eucalipto), dos textiles y 1 retablo, pertenecientes al arte ayacuchano que fue enviado desde Estados Unidos al Perú como parte de una donación al MALI.
Los cuadros representan escenas que vivió el pueblo de Sarhua, en pleno corazón ayacuchano, durante la época del terrorismo, y grafican escenas donde aparece Sendero Luminoso, el grupo terrorista más sanguinario de la historia del Perú, realizando charlas u organizando luchas armadas. Así también es recurrente la representación de la hoz y el martillo, pues se trata de 'fotografías' de la época, en un contexto en el que el grupo terrorista tenía secuestrada a gran parte de la región.
Lo que no se quiere ver
Si esas son las conclusiones de los 'servicios de inteligencia' de la PNP, que les ha merecido el respaldo unánime de la ultraderecha peruana y de algunos de sus más conspicuos representantes, que Dios nos coja confesados. Esos sectores solo quieren recordar las atrocidades cometidas por el terrorismo y su derrota, pero no las barbaridades que se cometieron para combatirlo, como lo han destacado connotados analistas.
Uno de ellos, Juan Carlos Tafur, opina que "resulta curioso cómo esta derecha clama porque se recuerde cuantas veces se pueda hechos como el de Tarata". Y añadimos nosotros: ¿por qué no recordar con el mismo énfasis hechos como las matanzas de Cayara y Accomarca, y el asesinato de ocho periodistas y su guía en Uchuraccay, por ejemplo? ¿Nos acusarán de hacer 'apología del terrorismo' por esto?
¿Apología del terrorismo o ceguera política?
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