miércoles, 24 de enero de 2018

Episodios de la II Guerra Mundial

El amor en la guerra

La Segunda Guerra Mundial constituyó un frente inagotable de muerte y destrucción, y paradójicamente, también sirvió para que miles de hombres y mujeres se conocieran y decidieran casarse y formar una familia.

Durante los dos años anteriores al desembarco de Normandía, alrededor de un millón de soldados estadounidenses y canadienses permaneció en suelo británico, preparando la i9nvasión. De ellos, 70 mil norteamericanos y 47 mil canadienses aprovecharon su estancia para comprometerse o casarse con chicas inglesas, que posteriormente se irían a vivir con ellos a sus países de origen. La mitad de ellas llegarían a su nuevo hogar con uno o más niños.

  

Soldados a punto de partir hacia el frente se despiden de sus amadas.

Otras 7,000 mujeres australianas también se casaron con soldados estadounidenses que llegaron a su país desde diciembre de 1941 para protegerlo de la amenaza de invasión japonesa.

Los soldados norteamericanos que formarían parte de las tropas de ocupación de Alemania también se casaron con 14,175 mujeres alemanas, según el censo de 1950.

Lo mismo ocurriría en Japón. Por las mismas fechas, 758 mujeres niponas llegaron a Estados Unidos acompañando a sus maridos norteamericanos.

 

Mientras que estadounidenses y canadienses no tuvieron problemas para ingresar a su país con sus parejas, los soldados australianos tuvieron que vencer las reticencias que despertaban en su país sus novias japonesas. Así, hasta 1952 se mantuvo la prohibición de que ellas entrasen a Australia, por el resentimiento que todavía causaba la amenaza nipona o el recuerdo de los maltratos que habían soportado los soldados australianos a manos de sus captores japoneses.

No obstante, una vez allí, esas mujeres continuaron sufriendo prejuicios y marginación, sobre todo por parte de las australianas que no aceptaban bien el que sus compatriotas hubieran preferido como esposas a mujeres extranjeras.

   

 

                                                                                               Jean Moore besa a su novio, Ralph Neppel, un veterano de la II GM en silla de ruedas, 1945.

'Esposas de campaña'

Durante la guerra, era habitual que los oficiales del ejército ruso contaran con una o varias asistentes que formalmentente eran secreytarias de la unidad, pero a nadie se le escapaba su auténtica función.

Las mujeres accedían a adoptar ese papel, además del por el referido ingrediente carpe díem ('aprovechar el momento'), por una clara cuestión de conveniencia, ya que alcanzaban así una posición que les proporcionaba seguridad, en un ámbito en que esta escaseaba. Ellas eran conocidas como 'esposas de campaña' o Pokhodno-Polevye Zheny (PPZh).

Era normal que un oficial tuviera cinco o más PPZh, pero el general Gueorgui Zhukov tenía solo una, a su propia doctora, la teniente Lidia Zakharova. Esa relación se mantendría una vez terminada la guerra, sin que su esposa Alexandra -con quien tenía dos hijas- pudiera hacer nada por impedirlo, aunque finalizaría a principios de los cincuenta.

  

Lidia Zakharova 'asistente' del general Zhukov. Der.: Talanova, el general Rokossovski y Nadezhda.

Otra oficial del cuerpo médico, la también teniente Galina Talanova, sería la auxiliar de otro importante general del Ejército Rojo, Konstantin Rokossovski. Esta relación duraría toda la guerra e incluso tendrían una hija en común, Nadezhda, nacida en enero de 1945. Al acabar la guerra, Rokossovski regresaría junto a su esposa, pero se mantuvo en contacto con Galina hasta la muerte del militar en 1968.

 

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