domingo, 28 de enero de 2018

10 Cosas poco conocidas sobre los camélidos

A pesar de su importancia para numerosas familias y de haberse convertido en un símbolo de la cultura popular en muchos países, pocos conocen lo que esconden estos mamíferos artiodáctilos de largos cuellos.

Los camélidos habitan en África, Asia y América del Sur, pero cada una de las especies que existen tuvieron su origen en América del Norte hace 40 millones de años. Durante su evolución, las diferentes familias de camélidos se fueron dispersando a través del estrecho de Bering hacia los lugares donde hoy son conocidos. Allí evolucionaron para formar la tribu de los Camelini que comprende al camello bactriano moderno con dos jorobas de Asia, y al dromedario o camello con una joroba, que se encuentra en Oriente Próximo y norte de África. Los camélidos migraron igualmente hacia el sur por el istmo de Panamá y se expandieron por América del Sur donde formaron la tribu de los Lamini y desaparecieron del norte del continente.

Hoy, los camellos, dromedarios, llamas, alpacas, guanacos y vicuñas son el principal medio de subsistencia de millones de personas en al menos 90 países. Por eso, la Organización de Naciones Unidas para la Alimentación y la Agricultura (FAO) ha elegido a los camélidos como los representantes del nuevo año que comienza. Conozcamos algunas curiosidades sobre esta familia de mamíferos.

Ungulados pero no rumiantes. Los camélidos se diferencian de los rumiantes porque su dentición muestra rastros de incisivos centrales vestigiales en el maxilar superior, y la presencia de dientes caninos verdaderos.

3 Estómagos que alimentar. Otra diferencia con los mamíferos placentarios ungulados es que sus estómagos poseen tres cámaras en vez de cuatro, y que su labio superior está dividido en dos partes, cada una móvil por separado.

Ovulación inducida. Los camellos, dromedarios, alpacas y llamas tienen ovulación inducida, es decir, que la hembra genera un gameto, durante o justo antes del apareamiento debido a un estímulo externo, contrario a la ovulación cíclica regular.

Tilópodos. También son conocidos con este nombre, del griego 'pies con almohadillas', es decir, no tienen pezuñas; a cambio tienen dos dedos con uñas en cada pie y almohadillas de plantar. La mayor parte de su peso recae en estas almohadillas resistentes y fibrosas. Los camélidos andinos, tienen la capacidad de utilizarlas para ganar más agarre en los terrenos rocosos.

A ritmo de camélido. Todos los camélidos caminan de una manera particular debido a su sistema de locomoción; en marcha, las dos extremidades del mismo lado se mueven simultáneamente. Se trata de una manera de caminar diferente a la de los caballos, por ejemplo, que tienen un galope intercalado.

Atracones de agua. La capacidad de resistencia ante la deshidratación ha hecho de los dromedarios unos animales muy valiosos en el desierto. Estos animales pueden llegar a beber hasta 150 litros de agua en muy poco tiempo.

Resistencia insólita. Gracias a su gran capacidad de adaptación, los camellos salvajes han logrado colonizar hábitats increíblemente desfavorables. En China, durante 45 años, científicos realizaron 43 pruebas nucleares atmosféricas a pesar de las cuales los ejemplares de camello salvaje han sobrevivido a los efectos de la radiación. También, ante la ausencia de agua dulce, poseen una adaptación para beber el agua de las charcas de la zona, la cual cuenta con un contenido de sal más elevado que el agua de mar. 

Corredores veloces. Aunque no pueda parecerlo, el guanaco es un animal tremendamente raudo, pudiendo alcanzar en carrera una velocidad de hasta 64 km/h. La velocidad es importante para su supervivencia, debido a que en los lugares abiertos donde viven no hay donde esconderse fácilmente.

Un canto a la diversidad genética. Antes de la posibilidad de realizar pruebas genéticas con exactitud, la clasificación de las cuatro especies de camélidos suramericanos fue extremadamente complicada ya que todas ellas pueden cruzarse entre sí y dar descendencia fértil.

Leche de camella, mejor que la de vaca. Un proyecto piloto sobre la leche de camella llevado a cabo por científicos de la Universidad de Las Palmas de Gran Canaria, la Universidad de Autónoma de Barcelona (UAB) y la King Saud University de Arabia Saudí afirma que esta posee valores nutritivos superiores en muchos aspectos a los de la leche de otros animales comercializada habitualmente. Comparada con otro tipo de leche, la de camella es además baja en grasa y con alto contenido de ácidos grasos insaturados y de cadena larga. Tiene un mayor porcentaje de sales totales, calcio libre, proteínas protectoras y vitamina C, y hierro, cobre y zinc.

 


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