4.- Tratamiento ortográfico de extranjerismos y latinismos, incluidas las locuciones
La RAE ha dictado nuevas normas que deben seguirse cuando se emplean en textos españoles palabras o expresiones pertenecientes a otras lenguas, siendo la principal novedad en este sentido la equiparación en el tratamiento ortográfico de todos los préstamos (voces o expresiones de otras lenguas que se incorporan al caudal léxico del español), con independencia de que procedan de lenguas vivas extranjeras (extranjerismos) o de voces o expresiones latinas (latinismos).
De acuerdo con estas normas, los extranjerismos y latinismos crudos o no adaptados —que se utilizan con su grafía y pronunciación originarias y presentan rasgos gráfico-fonológicos ajenos a la ortografía del español— deben escribirse en los textos españoles con algún tipo de marca gráfica que indique su carácter foráneo, preferentemente en letra cursiva, o bien entre comillas simples.
En cambio, los extranjerismos y latinismos adaptados —que no presentan problemas de adecuación a la ortografía española o que han modificado su grafía o su pronunciación originarias— se escriben sin ningún tipo de resalte:
Me encanta el ballet clásico / Me encanta el balé clásico.
Juego al paddle todos los domingos / Juego al pádel todos los domingos
Por su parte, las locuciones o dichos en otras lenguas que se utilicen en textos españoles deben escribirse igualmente en cursiva —o, en su defecto, entre comillas simples— para señalar su carácter foráneo:
La historia tuvo un happy end de película.
Su bien ganada fama de femme fatale le abría todas las puertas.
La tensión fue in crescendo hasta que, finalmente, estalló el conflicto.
Según se establece en la nueva edición de la ortografía, las locuciones latinas (expresiones pluriverbales fijas en latín que se utilizan en todas las lenguas de cultura occidentales, incluido el español, con un sentido más o menos cercano al significado literal latino) deben recibir el mismo tratamiento ortográfico que las provenientes de cualquier otra lengua. Por lo tanto, deben escribirse, de acuerdo con su carácter de expresiones foráneas, en cursiva (o entre comillas) y sin acentos gráficos, ya que estos no existen en la escritura latina:
Así fue, grosso modo, como acabó aquel asunto.
Se casó in articulo mortis con su novia de toda la vida.
Renunció motu proprio a todos sus privilegios.
Decidieron aplazar sine die las negociaciones.
El examen post mortem reveló indicios de envenenamiento.
Las grandes potencias eran partidarias de mantener el statu quo.
5.- Uso del masculino y femenino en plural. Los ciudadanos y las ciudadanas, los niños y las niñas
Este tipo de desdoblamientos son artificiosos e innecesarios desde el punto de vista lingüístico. En los sustantivos que designan seres animados existe la posibilidad del uso genérico del masculino para designar la clase, es decir, a todos los individuos de la especie, sin distinción de sexos: Todos los ciudadanos mayores de edad tienen derecho a voto.
La mención explícita del femenino se justifica solo cuando la oposición de sexos es relevante en el contexto: El desarrollo evolutivo es similar en los niños y las niñas de esa edad.
La actual tendencia al desdoblamiento indiscriminado del sustantivo en su forma masculina y femenina va contra el principio de economía del lenguaje y se funda en razones extralingüísticas. Por tanto, debe evitarse estas repeticiones, que generan dificultades sintácticas y de concordancia, y complican innecesariamente la redacción y lectura de los textos.
El uso genérico del masculino se basa en su condición de término no marcado en la oposición masculino/femenino. Por ello, es incorrecto emplear el femenino para aludir conjuntamente a ambos sexos, con independencia del número de individuos de cada sexo que formen parte del conjunto. Así, los alumnos es la única forma correcta de referirse a un grupo mixto, aunque el número de alumnas sea superior al de alumnos varones.
Más información sobre esta cuestión y otras relacionadas con el género gramatical, en el Diccionario panhispánico de dudas, s/v GÉNERO2.
6.- Nombre de los países. India o la India, de Perú o del Perú
Muchos nombres de países pueden usarse opcionalmente precedidos de artículo: (el) Canadá, (los) Estados Unidos, (la) India, (el) Líbano, (el) Perú, etc., siendo diferente en cada caso la preferencia mayoritaria por una u otra opción. En estos topónimos el artículo no forma parte del nombre propio, por lo que se escribe con minúscula y se amalgama con las preposiciones a y de dando lugar a las contracciones al y del:
Nunca he estado en la India / Nunca he estado en India.
Viajó al Canadá / Viajó a Canadá.
Vengo del Perú / Vengo de Perú.
Otros topónimos, en cambio, no admiten su uso con artículo: Iremos a Chile, Han vuelto de Egipto, No conozco Noruega.
Para saber qué nombres de países admiten el uso opcional con artículo, puede consultarse el Apéndice 5: Lista de países y capitales, con sus gentilicios del Diccionario panhispánico de dudas. En dicha lista, en los nombres de países que pueden usarse precedidos de artículo, este aparece entre paréntesis detrás del topónimo.
Existen, además, algunos topónimos en los que el artículo es parte indisociable del nombre propio. En esos casos, el artículo se escribe con mayúscula inicial y no se amalgama en la escritura con las preposiciones a y de:
Lo conocí en La Habana.
Volverá a El Cairo el mes que viene.
Vengo de El Salvador.
[Más información en el Diccionario panhispánico de dudas, s/v el, 5 y mayúsculas, 4.7, así como en los artículos dedicados específicamente a diversos topónimos.]
7.- Plural de las siglas: las ONG, unos DVD
En español, las siglas son invariables en la lengua escrita, es decir, no modifican su forma cuando designan más de un referente. El plural se manifiesta en las palabras que las introducen o que las modifican: varias ONG europeas, unos DVD, los PC. Por eso es recomendable utilizar siempre un determinante para introducir la sigla cuando esta ha de expresar pluralidad:
La medida ha sido apoyada por diferentes ONG del país.
¿Con cuántos PC portátiles podemos contar?
Tengo muchos CD de este tipo de música.
Debe evitarse el uso, copiado del inglés, de realizar el plural de las siglas añadiendo al final una s minúscula, con o sin apóstrofo: PC's, ONG's, PCs, ONGs.
8.- Fecha: De 2012 o del 2012
En la datación de cartas y documentos, el uso prefiere desde la Edad Media expresar los años sin artículo:
8 de enero de 1681
En Toledo, a 19 de diciembre de 1999.
Esta es, por tanto, la fórmula recomendada en el caso de la datación de cartas y documentos para indicar los años a partir del año 2000:
Quito, 9 de abril de 2012
Esta recomendación no implica que se considere incorrecto utilizar el artículo en estos casos:
Quito, 9 de abril del 2007
Naturalmente, si se menciona expresamente la palabra año, resulta obligado anteponer el artículo: 5 de mayo del año 2000.
Cuando se menciona el año 2000 o los años sucesivos en un texto, fuera de las fórmulas utilizadas en la datación de cartas y documentos, se tiende, en el habla espontánea, a usar el artículo delante del año:
Este documento fue revisado en febrero del 2002.
La inauguración está prevista para el 2008.
Pero también es posible, en estos casos, el uso sin artículo:
Este documento fue revisado en febrero de 2002.
La inauguración está prevista para 2008.
Evítese la omisión de la preposición de en las fechas: dígase: 2 de enero de 2012. No escriba: 2 enero 2004, ni enero 2, 2004.
La RAE ha decidido mantener el uso de la preposición 'de' en las cartas y dataciones de documentos. Lo correcto es escribir 1 de enero de 2012, pero no es incorrecto decir: en el verano del 2012..., es decir, cuando se habla en general.
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