Trenes de temer

Viajar en tren es una experiencia agradable, que nos permite admirar la belleza de los paisajes por donde cruza. Pero no todos, aunque seguros, pueden hacernos sentir tranquilos, sobre todo si de cruzar al filo de una montaña o a grandes alturas como si estuviéramos viajando en avión. Son rutas llenas de emoción, que atraviesan empinados pasos de montaña o sobre las nubes, no recomendables para los débiles de corazón. De ahí la pregunta: ¿Viajaría usted en algunos de estos trenes que les mostramos a continuación?:

Trenes de bambú (Camboya)

En Camboya la mayoría de las rutas de sus trenes fueron construidas por los franceses, y después destruidas durante el régimen de los jemeres rojos. En su remplazo, los lugareños decidieron utilizar rutas de bambú, en coches hechos a mano para impulsar a la gente a través de las vías. Era muy peligroso en ese momento, y a menudo causaban accidentes mortales. Hoy en día, sin embargo, algunos carros han sido reforzados, son relativamente seguros y utilizados como una atracción turística.

Las vías muertas (Tailandia)

Si alguna vez han visto la película 'El puente sobre el río Kwai', quizás recuerden esta pista del tren, ya que es la misma que pasa a través del río en la película. Situado en la provincia de Kanchanburi, Tailandia, la construcción del 'ferrocarril de la muerte' costó la vida de cientos de prisioneros de guerra estadounidenses y británicos durante la Segunda Guerra Mundial. A pesar de su historia angustiosa, la pista se extiende a través de una parte inmensamente escénica de Tailandia, con un montón de vistas de la cubierta del bosque exuberante.

Ruta Aso Minami (Japón)

Esta es un viaje solo para valientes: su ruta cruza un volcán activo. Si tiene valor, la línea de este tren la caerá de perlas, pues pasa directamente a través de la región más volcánicamente activa en Japón. A pesar de que las erupciones son raras, el bosque quemado de lava que rodea la pista es una prueba clara del peligro inminente al que se enfrenta constantemente.

Tren de la Nariz del Diablo (Ecuador)

La ruta este tren ha sido descrita como uno de los viajes en tren más aterradores del mundo. Cruza la Cordillera de los Andes a unos 9,000 pies de altura y la sensación de vértigo es constante. Cualquier buscador de emociones puede optar por montar en un vagón viejo que parece que va a precipitarse al vacío en cualquier momento.

Ruta Chennai-Rameswaram (India)

Esta pista de tren es increíblemente única: tiene poco más de 2 km de largo y fue construida en 1914 para conectar el sur de la India con la isla de Rameswaram. La ruta se extiende a lo largo de un puente de mar bajo en voladizo, que apenas se puede ver desde el interior del tren. De hecho, todo lo que se ve es el mar azul profundo. Una experiencia estimulante para quien esté dispuesto a hacerlo.

Tren a las nubes (Argentina)

Mientras que algunos viajes del tren se deslizan prácticamente a través del océano, este se realiza a través de los cielos. Su construcción tomó alrededor de 27 años y su ruta incluye una espiral en zig zag extremadamente peligrosa a través de un terreno de montaña traicionero; pasa por 13 puentes espectaculares y 21 túneles, y en un punto por encima de las nubes para evitar las montañas del norte de Argentina.

White Pass y la ruta de Yukon (Alaska)

Esta aterradora ruta de tren no es más que una ruta de vía estrecha que une el Skagway de Alaska con el Yukon de Canadá. Muy pocos otros viajes en tren son tan precarios como este, que prácticamente abraza el acantilado alto que atraviesa. Fue construido en 1898 durante la fiebre del oro de Klondike. Entonces se utilizaba ampliamente y hoy solo como atracción para turistas temerarios.

Ruta Georgetown Loop (USA)

Norteamérica tiene un montón de ferrocarriles de vía estrecha, pero este, que pasa directamente a través de las Montañas Rocosas, podría ser el más peligroso de todos. Localizado en Colorado, fue construido originalmente para los buscadores de plata. La parte más escalofriante del viaje es el paso sobre el Puente de la Puerta del Diablo, donde tiene que reducir su velocidad tanto como sea posible, por temor a que el puente se derrumbe.