sábado, 16 de septiembre de 2017

De inga, de mandinga... y de bachiche

La presencia de inmigrantes italianos al Perú se inició tan tempranamente y se extendió tanto por todo el territorio nacional que (casi) no existe a la fecha familia ni actividad en la que no se note la huella de los hijos de la bota europea. Sea en las artes, las ciencias y las letras; o en la industria, el comercio y la minería, Italia se encuentra siempre presente.

En su libro 'La huella de Italia en el Perú', Manuel Zanutelli Rosas nos permite recordar la gravitación de la presencia italiana en la vida nacional, desde la llegada de Francisco Pizarro, con quien, dice, llegaron cuatro aventureros de ese origen: Martín de Florencia, Pietro Castagno, Juan de Niza y el religioso franciscano Marco de Niza.

Diez años después de fundada Lima, otro bachiche, Pietro Martín de Sicilia (Pedro Martín de Cicilia, en la 'Relación Cronológica de Alcaldes de Lima') fue alcalde de la ciudad junto con Antonio de Ribera (entonces, los alcaldes se sucedían anualmente).

Fue el turinés Antonio Ricardo quien introdujo la imprenta en Lima; y un tocayo y compatriota suyo, Antonio Raimondi, quien nos hizo conocer nuestro propio país, en su inmortal obra 'El Perú'.

Fueron italianos quienes impulsaron la industria vitivinícola en el valle de Chincha, luego en Ica, caso del ingeniero Filippo Zunini que adquirió la hacienda Ocucaje, y produjo los famosos vinos con este nombre.

Fue el músico italiano Andrés Bolognesi Camparella padre del héroe de Arica, Francisco Bolognesi; y fueron italianos quienes defendieron su patria adoptiva en la Guerra del Pacífico. Uno de ellos, Domingo Pescetto, último alcalde Arica, precisamente, cuidó el cadáver de Bolognesi y lo salvó de las hordas enemigas; y otro italiano, Pedro Luis Storace Merlín, fue tercer maquinista de la corbeta 'Unión'.

Fueron italianas las primeras compañías de bomberos: la 'Roma', fundada en 1866 tuvo por finalidad defender el puerto del Callao amenazado por la escuadra española, y su participación en el combate del 2 de mayo, fue oportuna y sacrificada.

La 'Garibaldi' fue fundada en Chorrillos en 1872, y cuando la guerra con Chile, trece de sus integrantes fueron apresados por el enemigo, y pasados por las armas.

Las otras compañías, 'Italia N° 2' y 'Garibaldi N° 3', iniciaron sus actividades en Bellavista en 1868, y en el Callao en 1873, respectivamente, y prestaron invalorables servicios, recuerda Zanutelli.

Cita a otros pioneros italianos, que han dejado profunda huella en nuestro país: Pietro D'Onofrio, fundador de la fábrica de helados y chocolates; y Edmundo Ravettino, de la de dulces y golosinas, que han endulzado a varias generaciones de peruanos.

 

Cármine Caracciolo, primer virrey italiano. Pedro D'Onofrio, fabricante de helados.

Giacomo Cogorno fundó la panadería 'Excelsior', y Luigi Nicolini, el molino 'La Unión' para elaborar harina y trigo; Giuseppe Ratto, instaló las fábricas de calzado 'El Águila', primero, y 'El Inca', después; y Flavio Gerbolini, Américo Antola y Eduardo Carozzi, en colaboración con Curioni y Reisser, los primeros industriales textiles de nuestro país.

Cármine Nicola Carácciolo fue el primer y único virrey italiano que gobernó en el Perú; Claudio Rebagliati, se encargó de la restauración, armonización e instrumentalización de nuestro Himno Nacional; y Bartolomé Boggio, fundó las fábricas de tejidos Santa Catalina y San Jacinto, e impulsó la expansión eléctrica de Lima.

Siguen otros nombres ilustres: Faustino Piaggio, precursor petrolero y fundador del Banco del Callao; Marco Ghio, el que instaló el primer motor a un bote pesquero y fabricó la primera lancha bonitera; Emilio Sequi, fundador de La Voce d'Italia, el más importante y longevo periódico italiano en el Perú (1887-1943), y muchos más.

Finalmente, recordemos que en 1977, durante el gobierno militar, el Presidente de la República, los comandantes generales de las Fuerzas Armadas y siete titulares de los 17 ministerios existentes entonces tenían origen italiano.

O sea, que a los italianos los tenemos hasta en la sopa. Como que la esposa de nuestro editor y sus tres hijos tienen también la nacionalidad italiana por ser, ella, descendiente de un bachiche neto. Él es un 'extranjero' en su familia.

 

Publicado en el diario oficial El Peruano el sábado 16.9.17

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