jueves, 28 de septiembre de 2017

Piolinadas

Indio sí saber

Un vaquero encuentra un indio acostado a la orilla del camino con la oreja pegada a tierra. Curioso por esta costumbre india le pregunta qué le pasa. El indio le contesta:

- Carreta grande, cuatro ruedas, cuatro caballos, carreta llevar hombre blanco, rifle en brazos, al lado hombre blanco, mujer bonita, pelo largo, mujer llevar niño recién nacido en brazos.

 El vaquero sorprendido le comenta:
- ¡Caramba!, yo había escuchado de la habilidad de los indios para detectar si vienen caballos o carretas con solo pegar el oído a la tierra, pero usted me ha sorprendido, ¿cómo puede dar tantos detalles con solo pegar su oído a tierra? 
- Es que, ¡Acaba de pasarme por encima!

El piloto y la azafata

Después de haber efectuado el despegue, el piloto del avión se dirige a los pasajeros por el altavoz: 

- Estimados pasajeros, el vuelo será de 14 horas. Por favor mantengan sus cinturones abrochados y disfruten del vuelo. 

Al terminar el rollo de siempre, olvida apagar el micrófono y empieza a decirle a su copiloto: 

- ¡Ahora sí, apenas ponga el piloto automático, me echo una buena cagada, y luego me voy por la azafata! 


Al notar que todos los pasajeros escuchan el comentario, la azafata sale corriendo para avisar al capitán que apague el micrófono cuando, de repente, una ancianita sentada junto al pasillo le pone el bastón, haciendo que ella se tropiece y caiga al suelo. La azafata, desconcertada, voltea a ver a la anciana, mientras esta le dice:

- ¡Quieta, quieta! Primero déjalo que cague.

Un viaje a Cuba


Una señora se va sin su esposo a un Congreso en Cuba. Cuando llega al hotel de La Habana encuentra en su habitación a un negro de dos metros desnudo con unos atributos que le quitan el aliento. Pasan la noche juntos una y otra vez hasta que amanece... En el descanso, ella le pregunta:

- Mi amor, ¿cómo te llamas?

-No te lo pienso decir porque te reirías –contesta él.

Y así día tras día durante una larga semana hasta que llega el día de regreso a su casa.

El 'cubanito' la acompaña al aeropuerto. Y una vez más, y antes de despedirse le pregunta:

- Por favor, no me dejes ir así, dime cómo te llamas.

- Prométeme que no te vas a reír –le dice- ... Me llamo Nieve.

La señora suelta una gran carcajada...

El cubano le dice

- Ves cmo te reíste...

Y responde la señora:
- No me reído de tu nombre, sino de la cara que va a poner mi marido cuando le diga que estuve una semana en Cuba con 35 centímetros de nieve.

Amigos de pesca

Cuatro hombres casados se van de pesca... Después de una hora, se escucha la siguiente conversación:

Hombre 1: - No tienen ni idea de lo que tuve que hacer para venir a pescar este fin de semana. Tuve que prometerle a mi señora que pintaría toda la casa el próximo fin de semana.

Hombre 2: - Eso no es nada. Yo tuve que prometer que le construiría una terraza nueva para la piscina, con los sofás y las mesitas que ella quiere...

Hombre 3: - Jáaa, ¡ustedes se quejan por nada! Yo tuve que prometerle que remodelaría la cocina completa, incluyendo el cambio de todos los electrodomésticos.

 

Luego continúan pescando hasta que se dan cuenta que el cuarto amigo no había dicho ni una palabra, y deciden preguntarle: "¿Y tú qué tuviste que prometer para venir a pescar este fin de semana, o nos vas a decir que no tuviste que prometer nada?"

Hombre 4: - Yo puse el despertador a las 5:30 de la mañana, y cuando sonó, me acerqué al oído de mi mujer y le dije en voz seductora: "¿Pesca o sexo?", y ella me contestó: "Abrígate bien y que pesques mucho..." 

Dos ancianos en un burdel


Dos viejitos, deciden ir a un burdel. Al llegar, la madame los mira bien, llama a la mucama y le dice:

 - Anda a las habitaciones 1 y 2 y coloca una muñeca inflable en cada cama. Estos dos están tan viejos que no van a notar la diferencia. No voy a gastar a mis muchachas con estos viejitos calientes.

La mucama cumple las órdenes y, a los pocos minutos, los dos viejitos van a sus respectivas habitaciones y hacen 'la tarea para el hogar'.

En el trayecto de vuelta a sus casas, uno de los viejitos dice:
- Creo que la mujer que estaba conmigo estaba muerta…
- ¿Muerta? -pregunta el otro viejito-. ¿Por qué piensas eso?
- Es que no se movió ni habló mientras le hacía el amor…

- Créeme, Podría haber sido peor -dice el otro-. ¡Yo creo que la mía era una bruja!

- ¿Una bruja? ¿Por qué dices eso?
- Bueno... lo que pasó es que mientras yo estaba en los preliminares le di una mordida en el trasero, y entonces ella me tiró un gas en la cara, salió volando por la ventana y encima de eso se llevó mi dentadura…

Novia molesta


Un tipo fue a un psiquiatra porque estaba teniendo graves problemas con su vida sexual. El psiquiatra le hizo muchas preguntas, pero no pudo obtener una imagen clara de los problemas. Finalmente, él preguntó: "¿Alguna vez has visto la cara de tu novia mientras estás teniendo relaciones sexuales?"

"Bueno, sí, lo hice una vez".

"¿Y cómo se veía?"

"Oh, ¡ella se veía muy enojada!"

En este punto, el psiquiatra sintió que realmente estaba llegando a algún sitio. "Bueno, eso es muy interesante, debemos investigar esto un poco más, ahora dime, dices que solo has visto el rostro de tu novia una vez durante el sexo, eso parece algo inusual... ¿Cómo fue aquella vez?"

El tipo respondió: "Nos estaba mirando a través de la ventana."

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