Se libró en el techo del mundo
La historia de la guerra de la independencia del Perú está plagada de hechos poco conocidos o poco difundidos, que deben ser rescatados del olvido para conocimiento cabal de nuestro pasado.
Uno de esos hechos es la Batalla de Pasco, la segunda en importancia que libró el Ejército Libertador, al mando del general José de San Martín a casi tres meses de su desembarco en Paracas, ocurrido el 8 de septiembre de 1820.
La Batalla de Pasco, que se libró el 6 de diciembre de ese año, fue parte de la primera campaña del general Juan Antonio Álvarez de Arenales a la sierra. En esa batalla, las fuerzas independentistas se enfrentaron a las tropas realistas, con mil hombres, comandadas por el brigadier de origen irlandés Diego O'Reilly, enviado desde Lima por el virrey Joaquín de la Pezuela para cortar el paso a las tropas de Arenales.
El general Álvarez de Arenales alentando a los soldados de la independencia. La nieve caída el día anterior, alfombró el escenario grandioso más alto de nuestra patria.
La campaña de Arenales fue el primer movimiento estratégico que realizara San Martín en su epopeya libertadora del Perú, y abrió el camino al triunfo de la Expedición Libertadora que culminaría con la ocupación de Lima el 10 de julio de 1821.
En efecto, a poco de establecer su cuartel general en Huacho, San Martín decidió destacar una columna volante al interior del país para que, simultáneamente a una marcha de circunvalación, despertase el espíritu revolucionario en las provincias, y lograr que las fuerzas patriotas situadas a la distancia concurriesen a engrosar al ejercito de Lima. Con esta acción, buscaba desconcertar los planes del enemigo y ocultar los propios; además de alcanzar la integración con el grueso del ejército que operaba en el norte, destruyendo las tropas realistas que encontrara a su paso.
Álvarez de Arenales fue designado por su experiencia en la guerra de montaña y la popularidad de su nombre en el Alto Perú.
La división expedicionaria se componía de los batallones 11 de 'Los Andes' y el 2 de Chile; dos piquetes de granaderos y cazadores a caballo, y montoneros de la zona. Es decir, lo conformaban soldados peruanos, de Chile, Colombia, Argentina y Paraguay, en un hermoso gesto de solidaridad, unidos por el común deseo de ver a nuestra América libre del yugo español.
Se trataba de 740 infantes, 120 hombres de caballería y cuatro piezas de artillería. Con ellos, Arenales tomó sucesivamente las ciudades de Huamanga, que juró su independencia el 1 de noviembre; Huanta, Jauja y Tarma, que hizo lo propio el 29 de noviembre. En todos esos lugares se produjeron levantamientos contra la dominación española.
Los expedicionarios llegaron a Cerro de Pasco, ubicado a 4,380 msnm, el 5 de diciembre, un objetivo fundamental a ser tomado a fin de cortar el flujo económico que representaba para el virreinato.
Los partes militares refieren que esa noche nevaba y el ambiente estaba cubierto de nubes bajas, lo que fue aprovechado por los patriotas para alcanzar las faldas y la cima del cerro Uliachín, posesionándose allí sin ser descubiertos. Por el nombre del cerro se conoce este hecho también como la Batalla de Uliachín.
Desde allí los patriotas iniciaron la batalla al cesar la nevada y aclararse el cielo. Luego de tenaz ofensiva, los patriotas hicieron huir a las fuerzas realistas, obteniendo una contundente victoria que culminó con una exitosa carga final.
Según el historiador Rubén Vargas Ugarte, los realistas tuvieron 41 muertos, 19 heridos y 320 prisioneros, entre ellos 26 oficiales, incluido el jefe de la caballería, el teniente coronel Andrés de Santa Cruz, y el propio O'Reilly, capturado dos días después en Lauricocha, a 20 leguas al noroeste del campo de batalla. Los patriotas sufrieron 15 bajas, entre ellos un oficial y 23 heridos. (Otras fuentes refieren que los muertos del bando realista fueron 58 u 83 y los prisioneros 422 o 343, entre ellos 12 o 28 oficiales.) Además, se tomaron dos cañones, 360 fusiles, banderas, estandartes, pertrechos y cuanto tenían los españoles.
Al día siguiente después de este importante triunfo, se convocó a todos los pobladores, en la plaza Chaupimarca, donde se juró solemnemente la independencia de Pasco.
En esas circunstancias, Santa Cruz y la unidad de caballería que mandaba se pasaron al bando independiente.
A mérito de este triunfo el general San Martín dispuso la creación de una medalla en cuyo anverso se representaba las armas del Perú, y en el reverso la frase: "A los vencedores de Pasco", pendientes de una cinta blanca y encarnada. Además, ordenó que sargentos, cabos y soldados usaran al costado izquierdo del pecho un escudo bordado sobre fondo encarnado, con la leyenda: "Yo soy de los vencedores de Pasco".
Medalla conmemorativa de la Independencia de Pasco.
En 1945, el glorioso ejército argentino envió envía una delegación de granaderos al mando del coronel Francisco Fullana, para expatriar los restos sus compatriotas caídos en esa memorable batalla. En medio de un conmovedor toque de silencio ejecutado por un corneta argentino, los granaderos cavaron en terrenos de Patarcocha y, de rodillas, con reverencia y veneración, el coronel Fullana recogió varios puñados de tierra cerreña y las puso en una urna de cristal, que fue depositada junto a las que contienen las tierras de Chacabuco y Maipú, en el Altar de la Patria del Panteón de los Próceres de la hermana República.
Además, una de las principales calles de Buenos Aires lleva el nombre de 'Cerro de Pasco', en homenaje a la tierra cerreña. Este homenaje no se ha repetido en nuestro país, que disfrutó de los frutos minerales de sus entrañas.
Monumento al general Álvarez de Arenales en Cerro de Pasco,.
La Asociación Cultural Yarovilca, de Cerro de Pasco, ha iniciado una campaña con el fin de lograr que la Batalla de Pasco sea catalogada entre las efemérides de la libertad americana como están consideradas las batallas de Maipú, Boyacá, Carabobo, Pichincha, Junín, Ayacucho y Callao. ¿Por qué no?
Publicado en el diario oficial El Peruano el sábado 2.12.17
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