Los primeros III
Primer buque de guerra hundido
El crucero ligero alemán Königsberg fue el primer buque de gran tamaño hundido a consecuencia de un ataque aéreo. Ocurrió el 9 de abril de 1940, tras ser impactado directamente por dos bombas de 45 kilos. El ataque fue emprendido por 16 aviones británicos Blackburn B-24, que habían partido de la base aeronaval de Hatston, en las islas Orcadas con ese objetivo. El buque, que se encontraba fondeado en el puerto noruego de Bergen, tardó tres horas en hundirse, lo que dio tiempo a que mtoda la tripulación abandonase la nave.
Crucero alemán Königsberg, bombardeado por aviones Blackburn B-24.
Primer ataque desde un portaaviones
El primer ataque aéreo lanzado desde un portaaviones tuvo lugar el 11 de abril de 1940. Es día, 18 aviones Swordfisch pertenecientes a los escuadrones 816.º y 818.º de la RAF desde el HMS Furious para cumplir una misión de bombardeo contra barcos alemanes fondeados en el fiordo de Trondheim, en Noruega. Todos los aviones que participaron en el ataque retornaron al portaaviones.
HMS Furious transporta a los aviones Swordfisch .
Primer ataque aéreo inglés con víctima inglesa
En el primer ataque aéreo sobre una ciudad alemana, 36 bombarderos británicos de los escuadrones 77.º, 18.º, 49.º, 51.º y 568.º de la RAF arrojaron sus bombas sobre un nudo ferroviarios en Mönchengladbach, la noche del 11 al 12 de mayo de 1940. Curiosamente, la única víctima mortal que causó el ataque fue una ciudadana inglesa que residía en esa ciudad germana.
Primeros bombardeos aliados sobre Berlín
El primer bombardeo aliado de la capital de Alemania ocurrió la noche del 7 al 8 de junio de 1940 en una operación en la que participó solo un avión, el cuatrimotor francés Farman F.22, bautizado Jules Verne. Esa misión fue la respuesta al ataque aéreo que sufrió París cuatro días antes por la fuerza aérea germana, la Luftwaffe, que ocasionó 254 muertos y graves daños en aeródromos e instalaciones defensivas. Fue una forma de restituir el orgullo galo. El avión despegó de un aeródromo de Burdeos, pilotado por el capitán Henri Daillière, quien dio un rodeo a través de Dinamarca y el mar Báltico antes de alcanzar Berlín. Tras dar varias vueltas sobre la ciudad, el avión dejó caer sus bombas sobre las fábricas de Siemens en los suburbios del norte de Berlín y causó daños de poca consideración, pero logró el objetivo de castigar a la capital alemana, aunque de modo simbólico. La prensa francesa magnificó el episodio afirmando que la misión estuvo a cargo de una formación de bombarderos y que todos regresaron a su base sin haber sido alcanzados por la defensa alemana. El 10 de junio, el mismo Daillière atacó las fábricas de Heinkelen Rostock, y en la noche del 13 al 14 de junio bombardeó los depósitos de petróleo en Venecia . El 17 de junio arrasó la base naval de Livorno, acciones por las cuales fue promovido a capitán de fragata. Después comandó la aviación naval de África occidental en diciembre de 1941, y fue asesinado a bordo de un avión de reconocimiento frente a Freetown (Sierra Leona) el 11 de octubre de 1942. Póstumamente, fue nombrado capitán del barco.
Cuatrimotor francés Jules Verne, pilotado por Henri-Laurent Daillière.
Primer ataque de la RAF sobre Berlín
La primera vez que los británicos nbombardearon Berlín fue en la nocha del 25 al 26 de agosto de 1940, dos días después de que la Luftwaffe bombardeara Londres por error. De los 81bombarderos de la RAF que participaron en la misión, 27 no lograron encontrar su objetivo y cinco fueron derribados.
Por su parte, la primera vez que los soviéticos bombardearon la capital del Reich se produjo un año después, la noche del 7 al 8 de agosto de 1941, con una formación de aviones procedentes de las islas de Osel y Dago, en el Báltico. Esta incursión causó sorpresa a Hitler, que consideraba a la obsoleta aviación soviética incapaz de llevar a cabo una misión de ese tipo. En total, Berlín sufriría un total de 363 raids aéreos a lo largo de la guerra.
El Reichstag después de ser bombardeada.
Primer lanzamiento de paracaidistas británicos
La primera vez que los británicos realizaron un lanzamiento de paracaidistas fue la noche del 10 de febrero de1941, en una operación denominada Colossus ('coloso') y que culminó en un rotundo fracaso. El objetivo escogido para la operación era un acueducto de agua dulce cerca de Calitri, en Apulia, al sur de Italia, que abastecía de agua a las ciudades de Tarento, Brindisi y Bari. El objetivo estaba situado 80 km hacia el interior, demasiado lejos para un desembarco o un ataque aéreo.
Ilustración de la fallida misión sobre el acueducto de Calitri.
Se encargó la tarea al 11.º Special Air Service Battalion (Batallón del Servicio Aéreo Especial), integrado por 350 hombres y que solo tenían siete meses de antigüedad. En la operación participaron seis bombarderos Whitley, desde los que saltaría la llamada Tropa X, compuesta por 38 paracaidistas, de los cuales siete eran oficiales, al mando del mayor T. A. G. Pritchard. El plan consistía en destruir el acueducto y caminar 80 km hasta la desembocadura del río Sele, donde los recogería el submarino Triumph la noche del 15 de febrero.
La Tropa X, en Inglaterra. Inicio de la misión.
La misión se torcería desde el primer momento. Uno de los seis aviones se equivocó y lanzó a los paracaidistas sobre otro valle y lo pudieron reunirse con los demás. Además, un sargento murió ahogado al caer sobre un lago. Pese a otras dificultades, lograron su objetivo, pero se iniciaba la parte más difícil. Para facilitar la travesía por territorio enemigo, se dividieron en tres grupos. El primero fue capturado por una patrulla de carabinieri, alertada por un aldeano. El segundo se rindió tras un intercambio de disparos con unos soldados; y el tercero, corrió la misma suerte que el primero. Todos los británicos fueron llevados a Nápoles, excepto un intérprete italiano, camarero del hotel Savoy de Londres, que fue entregado a un grupo de fascistas, torturado y asesinado, acusado de traición.
La Tropa X, en cautividad.
De todos modos, aunque los paracaidistas hubieran llegado a la desembocadura del Sele, el submarino no había acudido a la cita, por temor a ser detectados por los italianos. El balance de la misión fue decepcionante. El acueducto pudo ser reparado antes de que se terminara las reservas de agua, por lo que no tuvo ningún efecto sobre la moral de la población.
Tras ese fracaso, los británicos no volverían a lanzar una acción similar hasta el 27 de febrero de 1942, con la llamada Operación Biting, cuyo objetivo era apoderarse de un sofisticado radar alemán emplazado en Bruneval, en la costa francesa del canal de la Mancha. En este caso, aunque morirían dos paracaidistas, la arriesgada incursión alcanzó plenamente su objetivo.
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