Muchas personas quisieran convertirse en héroes, familias enteras quisieran contar con uno de ellos en su árbol genealógico. Oros se convierten en tales sin haberlo buscado ni deseado intencionalmente. ¿Qué hace que una persona se convierta en héroe y sea recordado eternamente? ¿Cuáles son los requisitos para recibir tal distinción? Se lo decimos en el presente artículo, sintetizado de varios estudios realizados y publicados en la web.
Características de un héroe
En primer lugar, un héroe debe ser una persona preocupada por el bien de los demás, con alto nivel de empatía, que sale a socorrer a otro ante un peligro o adversidad, buscando genuinamente la seguridad y bienestar de su prójimo.
Debe ver las cosas desde el punto de vista ajeno, no ser simplemente compasivo y comprensivo sino colocarse en la posición de los demás.
Debe ser una persona competente y confiada, con destreza y autoconfianza para salir al rescate de alguien en necesidad; sentirse segura en sí misma y de sus habilidades y que puede manejar el reto ante sus ojos y entender que pueden lograr éxito de cualquier manera.
Debe regirse por códigos de conducta y de valores personales y asumir grandes riesgos; ser valiente ante el peligro y la adversidad, además de poseer fuertes convicciones.
Debe poseer destrezas y entrenamientos; tener habilidades o capacidades físicas muchas veces esenciales para ayudar a alguien. Mientras más conocimiento tenga, mejor probabilidad de tener confianza suficiente para ayudar cuando sea necesario.
Ser persistente, aun en situaciones de peligro, pues si va a correr a salvar a alguien dentro de un edificio en llamas, no solo debe ser valiente sino también saber superar el miedo.
Debe tener pensamientos positivos; es decir, capacidad de ver resultados positivos ante el peligro inmediato, lo que le permite tener una mayor tolerancia al riesgo.
Debe ser una persona desinteresada, no responder a sus propios intereses, sino a los de los demás antes que por sí mismos.
El héroe debe ser inesperado; una persona desconocida, anónima, que aparece en el momento indicado cuando más se necesita su ayuda, sin tener un plan o agenda determinada.
Rasgos éticos, morales e intelectuales
Por lo general, un héroe tiene una naturaleza mixta, es decir, es mitad humano y mitad dios, como en la mitología antigua. Se pone, a pesar de su superioridad, al mismo nivel de la gente común a la que aqueja problemas semejantes, lo que hace que nos sea simpático y nos identifiquemos con él.
Otra característica más obvia es su coraje para enfrentar la vida, porque no podría llamársele tal si todo le diera miedo o no emprendiera ninguna aventura. El héroe siempre tiene el coraje suficiente para enfrentar los problemas de la vida y de su propio destino.
La característica principal es no tenerle miedo a la muerte. En sus combates y empresas que lo llevan al borde de la existencia, muestra y demuestra valor y coraje.
Un verdadero héroe se rige por valores universales los cuales hacen referencia al ciclo de la vida: del inicio, al final y a la renovación de la vida. Si no tiene miedo a la muerte, es porque no se fija en la muerte del individuo, sino en la pervivencia del espíritu humano.
El autosacrificio, la bondad, el amor por el prójimo son características que sin duda todo héroe necesita poseer para alcanzar algún lugar de respeto en su comunidad.
Desde luego la valentía es necesaria para poder sobreponerse a sus instintos de supervivencia y arriesgarse por otros.
La encontramos cuando la situación nos lo requiere: madres que se arriesgan cuando ven que sus hijos están en peligro; o bomberos que entran en edificios en llamas para salvar la vida de alguien atrapado dentro. Son situaciones extremas que lo empujan a buscar en sí el valor necesario para salir con éxito de ellas.
Un verdadero héroe debe ser osado y honorable; debe mostrar que puede tomar las riendas de una situación compleja y llevarla a nuevos lugares sin importarle los riesgos.
Debe poner el bien común por sobre su interés personal. Los héroes históricos se han caracterizado por saber dar un paso al costado cuando ese bien mayor podía ser llevado a cabo de mejor modo por otro.
Por último, no debe buscar convertirse en héroe. No pensar en querer ser visto como tal, sino solo dar los pasos necesarios, sin otro interés que salvar a sus semejantes.
Los héroes son tales porque la sociedad en un momento dado los coloca en el mármol, el papel moneda, el nombre de un edificio o calle de un vecindario. Los convierte en salvador de su comunidad.
Pensemos si no, en los miles de héroes que nadie recuerda o en los que son héroes para una comunidad y villanos para otras.
Por estas razones, no cualquiera puede ser considerado héroe.
(El tema lo seguiremos tratando en otros atículos.)
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