Internet se ha convertido en los últimos meses en un campo de batalla entre detractores y defensores del pescado panga o pangasius, que en el Perú se expende como basa en los principales supermercados (Plaza Vea, Vivanda, Wong, Metro, etc.) en forma de filetes, a precio muy barato.
Este pescado de origen asiático ha motivado el envío de mensajes , unos para alertar de la peligrosidad de su consumo, y otros para señalar que la controversia se debe a su bajo precio y a la feroz competencia que hace a los productos locales. Parece un filete hermoso, gordito y muy económico, y muchos restaurantes lo venden como lenguado por su apariencia.
La controversia es casi universal. Sus detractores afirman que 'varias asociaciones' de consumidores y profesionales recomiendan no ingerirlo por contener trazas de productos tóxicos, cuyo consumo es 'peligrosísimo'.
Basa o panga
El Panga se 'cultiva' en el Mekong, uno de los ríos con mayor contaminación del planeta, porque en él se vierten residuos industriales, tóxicos y otros subproductos considerados peligrosos. Son alimentados con peces muertos, restos de huesos, mandioca y residuos de soja y grano. De ahí que estarían infectados con elevados niveles de venenos y bacterias, arsénico, metales contaminantes, fenoles policlorados, DDT, clorato y otros compuestos relacionados.
El panga crece cuatro veces más rápido que otros de su naturaleza y tendría hormonas inyectables producidas por una empresa farmacéutica china para acelerar su proceso de crecimiento y reproducción.
Al comprar basas estaríamos colaborando con empresas gigantes sin escrúpulos y especuladoras, que no se preocupan de la salud y el bienestar de los seres humanos. Este comercio está siendo aceptado por grandes corporaciones que venden al público en general a sabiendas que están vendiendo un producto contaminado.
Análisis realizados a este pescado asiático han detectado trazas de mercurio, antibióticos, pesticidas y bacterias que provocarían la listeria y el cólera.
Lo cierto es que en España el consumo de panga ha aumentado de manera exponencial en los últimos años, un 235% desde 2004, al tiempo que ha bajado la demanda de pescados autóctonos como la trucha o el rodaballo ocasionando grandes pérdidas en las industrias pesqueras del norte del país.
El panga, como se le conoce en España, gracias a su bajo precio y presentación sin piel ni espinas, se ha introducido con rotundidad en los menús que se ofrecen en colegios, hospitales, residencias y en millones de hogares de España y Latinoamérica, donde su importación y consumo tampoco ha sido cuestionado por las autoridades.
Precisamente, la mala publicidad contra el panga comenzó en España hace unos diez años, cuando pescadores y armadores de barcos del norte de la península ibérica, afectados por su bajo precio, comenzaron a difundir que estaba contaminado con desechos tóxicos industriales.
Esos desechos se atribuyeron al río Mekong, el más grande de Vietnam, uno de los cuatro países donde vive este 'pez gato'.
Estudios hechos en España por la Organización de Consumidores y Usuarios a muestras del pescado mostraron restos de mercurio y pesticidas, aunque en ningún caso excedían los límites que hicieran peligroso su consumo humano, y recomendaron no consumirlo más de una vez por semana.
En cambio, organismos independientes como la Organización de Consumidores y Usuarios de España (OCU) o la Asociación Nacional de Fabricantes de Conserva de Pescados y Mariscos de España (Anfaco-Cecopesca) han realizado análisis aleatorios y detectado trazas de medicamentos veterinarios (antibióticos).
Mitos y verdades
1.- Causa efecto 'vacas locas'. Por la forma en que supuestamente es alimentado el pez panga (restos de peces muertos, huesos en polvo y harinas preparadas) recuerda al caso del ganado afectado por encefalopatía espongiforme bovina, conocida como 'enfermedad de las vacas locas'. Sin embargo, no se tienen datos sobre algún efecto en humanos sobre ese trastorno debido al consumo del basa.
2. Es más barato porque no es nutritivo. Gracias a que crece rápido y no requiere grandes inversiones ni condiciones ambientales especiales, se ha puesto en duda su calidad nutrimental. Sin embargo, el filete basa posee 18 % de proteína, 1 % de minerales y 3 % de grasa, características similares a las del pescado blanco; y contiene menos ácidos grasos esenciales (Omega 3 y 6) que otros pescados de consumo humano.
3.- Está contaminado y no es seguro. Se dice que el basa contiene altos índices de arsénico y mercurio, entre otros contaminantes industriales que son desechados en el río Mekong. Pero estudios realizados por autoridades sanitarias han reportado bajos niveles de mercurio y, en general, es químicamente seguro. Así mismo, aunque se ha detectado presencia de bacteria del cólera, muy común en el sudeste asiático, una adecuada cocción previa a su consumo elimina el peligro.
4. Contiene altos niveles de hormonas. Para su rápida reproducción en cautiverio se recurre a procesos científicos y tecnológicos en jaulas dentro del río; pero no está suficientemente claro si las hembras son estimuladas con compuestos orgánicos a base de hormonas para elevar los índices de producción y tampoco hay estudios que demuestren la presencia de este tipo de sustancias en el filete.
Conclusión: teniendo en cuenta lo señalado en esta nota, cada consumidor tiene la potestad de exigir las explicaciones del caso antes de su adquisición y consumo.
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