sábado, 17 de junio de 2017

El reto de la reconstrucción II

Resulta fundamental recordar otros temas que la arqueóloga María Rostworowski en su libro 'Recursos naturales renovables y pesca. Siglos XVI y XVII' se refiere a la depredación ecológica; valdría la pena ver cuántos de los casos históricamente conocidos de 'crisis agrarias' costeñas, por ejemplo la que en el siglo XVII señaló el fin del abastecimiento del trigo local, no han sido causadas por una irracional explotación de la tierra y por modificaciones sustanciales de las redes hidráulicas y los bosques.

Hoy, cuando vemos que la crisis ecológica de la costa toma características alarmantes, puede ser el momento en que sea urgente estudiar las modificaciones que se hicieron presentes a partir de la introducción de nuevos cultivos y de nuevas técnicas desde el siglo XVI.

Al respecto, el ingeniero y experto en sismología Julio Kuroiwa advirtió que investigaciones realizadas entre 1989 y 1992, en la región Grau (o sea, el departamento de Piura, el más afectado por 'El Niño costero') la ciudad estaba creciendo hacia el sur –zona inundable- en vez de hacerlo hacia el NO, que es una zona más alta y con mejor suelo.

Sin embargo, tampoco la nueva ciudad resultó segura. Los fenómenos naturales, lluvias intensas y ríos desbordados, hicieron estragos en la ciudad de Lambayeque en el verano de 1791. En el norte del Perú fueron afectados 23 pueblos con 34,745 personas, y Lambayeque con 10,619. Los estragos causados por el río y las lluvias habían sido considerables, causando inundación, muerte, pérdida de cosechas y suelo productivo.

Una de las mayores causas de destrucción se debía a que la población tendía a vivir en la ribera de los ríos y al alcance de sus aguas en una inundación. Su ocupación principal y medios de subsistencia consistían en la cría de ganados menores, agricultura bajo riego y la elaboración de jabones en tenería.

Todas esas actividades se desarrollaban cerca de los ríos, o al alcance de sus aguas en una inundación. Tremendo error que ahora se deberá evitar a cualquier pecio.

 

Propuestas desestimadas

En un artículo publicado el 8 de octubre de 1996 en El Comercio, Julio Kuroiwa recordaba que los fenómenos naturales han estado ocurriendo por millones de años, y son cada vez más letales para el género humano por el explosivo aumento de la población. Esto trae como consecuencia que se ocupen zonas de alto riesgo a los que en muchos casos se edifican construcciones que no son adecuadas para resistir las fuerzas naturales que se generan en esos lugares.

Por ese entonces, dos años antes del FEN que se manifestó muy fuerte, el experto informaba a los alcaldes municipales que las universidades contaban con personal calificado en microzonificación y sobre el uso del suelo para hacer crecer sus comunidades de manera segura y ordenada. Con tal fin, el Centro Peruano Japonés de Investigaciones Sísmicas y Prevención de Desastres (CISMID) de la Facultad de Ingeniería Civil de la UNI (Universidad Nacional de Ingeniería) había capacitado a 80 profesionales, orientados principalmente a implementar programas en el interior del país.

El programa incidía en el problema de las construcciones de adobe que se construyen con los mismos defectos técnicos que causaron la muerte de 40 mil personas en el terremoto de 1970. Esto puede evitarse si se aplicaran las técnicas para incrementar sustancialmente la resistencia sísmica de las edificaciones de adobe, desarrollados por la UNI y la PUCP, entre otras instituciones, que son fáciles de ejecutar y de bajo costo.

 

Sin embargo, pese al tiempo transcurrido, esas técnicas estudios no han sido debidamente difundidas ni menos aplicadas.

"Una corta ayuda memoria –decía Kuroiwa- dirigidas a la autoridad respectiva que conoce técnicamente el problema y su decisión política de implementar un programa de difusión efectiva, permitirían un significativo avance en la mitigación de desastres."

"Es necesario –insistía Kuroiwa- difundir esos conocimientos entre la población, profesores y estudiantes para que no sigan construyendo viviendas de adobe que se pueden convertir en la tumba de sus ocupantes."

¿Se tomarán en cuenta esta vez las advertencias del experto?

 

Tarea inconclusa

No olvidemos que continúa la situación de emergencia que viven nuestros hermanos, en particular de la zona norte, afectados por 'El Niño costero'. No dejemos de asistirlos, contribuyendo como desde el principio para que aliviar en algo la situación por la que ataviesan, sumándonos al esfuerzo del Gobierno en esta tarea.

No olvidemos que el Perú sigue demandando nuestra ayuda, La situación de emergencia continúa y TODOS, en la medida de nuestras posibilidades, debemos seguir contribuyendo a superar esta angustiosa situación.

A ello se suma el problema por el que atraviesan nuestros hermanos del sur por la también cíclica época de fríaje que ya se les vino encima.

Peruano: no te olvides, sigue colaborando.

 

 

#Perú:UnaSolaFuerza

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