El día de la proclamación de nuestra independencia, los limeños de entonces llegaron a contar con tres pendones o estandartes, cada uno de los cuales corrió su propia suerte: el primero, que se usó poco, fue llevado al extranjero; el segundo, modificado, es el estandarte oficial del municipio limeño hasta hoy, aunque su original desapareció como por encanto; y el tercero, fue precursor de nuestra bandera actual.
La primera insignia de nuestro país, el Estandarte de Pizarro, fue traído por el propio conquistador. En 1825 fue rescatada de la catedral del Cusco por el general Sucre, quien se la obsequió a Simón Bolívar. Estaba confeccionado con tela de damasco color grana y llevaba en una de sus caras, el escudo de armas de Castilla, y por la otra, la imagen del Apóstol Santiago. A la muerte del Libertador, fue entregado en custodia a la municipalidad de Caracas.
El Pendón o Estandarte Real de la Ciudad de Los Reyes, llamado también Pendón del Rey, fue la insignia que el Rey Carlos V y su madre, la reina Juana, otorgaron a Lima por real cédula el 7 de diciembre de 1537, dos años después de fundada nuestra ciudad capital.
Confeccionado en tela fina encarnada con forro amarillo, la insignia llevaba en una de sus faces las armas de Castilla y de León, y sobre la otra, el escudo de armas de Lima.
(El escudo lleva tres coronas de oro de reyes, que simbolizan a los tres Reyes Magos, y una estrella, que recuerda a la de Belén. Así lo quiso Francisco Pizarro para que se entendiera que la fundación de Lima fue hecha el 6 de enero, día de la Epifanía, aunque el acta de fundación tuviera por fecha el 18 de ese mes.)
(Esa pretensión se mantuvo durante los 300 años de dominación española, por cuya razón el estandarte era paseado la víspera y el día de los Reyes -5 y 6 de enero-, originando cierta confusión que dio lugar a que durante varios años, después de la independencia, la fundación de Lima fuera celebrada cada 6 de enero.)
A la llegada del Ejército Libertador, el estandarte desapareció y se supuso que habría sido llevado por los españoles cuando abandonaron la capital. El mismo San Martín dispuso una investigación para descubrir su paradero; y gracias a un infidente español, la insignia fue hallada en una hacienda cerca de Chincha.
A principios de 1822, San Martín remitió el recuperado Estandarte al cabildo para que este confirmara su autenticidad, tal como ocurrió el 2 de abril del mismo año. En esta misma oportunidad, los regidores limeños acordaron obsequiárselo a San Martín, aunque consignando erradamente que se trataba del 'Estandarte de Pizarro', para que lo conservara en su poder como símbolo de la "tiranía destruida bajo su protección".
A la muerte del general argentino, en 1850, el Estandarte fue devuelto a Lima. Guardada desde entonces en el ministerio de Relaciones Exteriores, el pendón original desapareció misteriosamente en 1865, sin que jamás se supiera su destino final.
Al ser restaurado en 1824, se le suprimieron las armas de España, y el Estandarte de Lima quedó tal como se conserva y exhibe hasta hoy.
El tercer Estandarte, llamado de la Libertad, fue mandada confeccionar especialmente para dar mayor solemnidad a la ceremonia de proclamación de la independencia y sustituir al Estandarte Real, un símbolo de sumisión a la corona de España, de la cual precisamente el Perú se iba a liberar.
Estandarte de Pizarro- Dibujo referencial del Estandarte Real (Ursula Alvarado)-
Estandarte mandado confeccionar por San Martín.
La orden fue dictada por San Martín el 18 de julio, conforme a las características determinadas por él mismo, en Pisco, el 21 de octubre del año anterior. Consistía en una bandera de seda de ocho pies de largo y seis de ancho, dividida por líneas diagonales en cuatro campos: dos blancos (extremos superior e inferior) y dos encarnados (los laterales); en cuyo centro una corona de laurel ovalada enmarcaba un sol saliendo por detrás de sierras escarpadas, que se elevaban sobre una mar tranquilo.
Lo que sucedió con ese Estandarte, nos lo relata el historiador Rubén Vargas Ugarte, S.J.: "Esta bandera era de difícil hechura y por este motivo el 15 de marzo de 1822 se resolvió modificarla, sustituyendo los triángulos por dos fajas transversales encarnadas y una blanca en el centro. Su parecido con la española era manifiesto y a la distancia se la podía confundir, como de hecho sucedió; de ahí que se impusiera una nueva modificación y las fajas horizontales se hicieron verticales".
El Congreso, en febrero de 1825, después de varias propuestas, adoptó como enseña nacional esta bandera, pero en cambio modificó totalmente el escudo.
Y como tal se conserva hasta la fecha.
Gloria y honor a ella.
El escudo de Lima
El escudo de Armas de Lima fue otorgado por la Corona Española el 7 de diciembre de 1537 mediante Real Cédula firmada en Valladolid por el Emperador Carlos V y su madre la Reina Juana I de Castilla.
Está formado por un campo principal azur, con tres coronas de oro de reyes puestas en triángulo y encima de ellas una estrella de oro que toca con sus puntas las tres coronas, y por orla unas letras de oro que dicen: Hoc signum vere regum est ('Este es el verdadero signo de los reyes').
Exterior al escudo se sitúan las iniciales I y K (Ioana y Karolus), que son los nombres de la reina Juana I y su hijo Carlos I. Sobre las letras se sitúa una estrella y abrazándolas dos águilas afrontadas de sable coronadas, que sujetan el escudo.
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