Continuamos recordando a los personajes que hicieron historia
en nuestro país y que fallecieron en julio.
Leoncio Prado
El 15 de julio de 1883, poco antes de cumplir los 30 años de edad, murió fusilado el coronel Leoncio Prado Gutiérrez, tras dar él mismo la orden de disparar a los cuatro soldados chilenos que exigió para que cumplieran la condena del ejército invasor de ser fusilado en su propia habitación después de la batalla de Huamachuco, en la que las tropas del general Andrés Avelino Cáceres fueran vencidas cinco días antes.
Nacido el 29 de agosto de 1853 e hijo del dos veces presidente de la República Mariano Ignacio Prado, a los 9 años de edad ingresó al Colegio Guadalupe, a los 12 ya era cabo en el Regimiento de Lanceros de la Unión; y a los 13 dejó el colegio para combatir contra los españoles en el combate de Abtao, por lo que fue ascendido a guardiamarina.
Participó en el combate del 2 de mayo de 1866 en el Callao y fue ascendido al grado de alférez. En 1874, partió para Cuba, acompañado por su hermano Justo y su medio-hermano paterno Grocio con quienes se alistó en el ejército libertador. Por esta acción, el gobierno cubano lo premió otorgándole el grado de coronel de su Ejército. Su retrato figura entre los patriotas de la Galería del Ayuntamiento de La Habana, entre los próceres de la Independencia de la isla.
Asistió a la Batalla del Alto de la Alianza y en muchas acciones de hostigamiento al ejército chileno, hasta caer herido en Huamachuco por una granada que le destrozó la pierna izquierda, y luego ser apresado por el invasor, que admiraban su arrojo y valentía.
Según versión de los militares chilenos presentes en la pequeña habitación, cuando entraron dos soldados, Prado pidió que fuera aumentado su número para que dos le tirasen a la cabeza y dos al corazón. Al ser cumplido el pedido dio breves instrucciones a la tropa y agregó que podían hacer fuego cuando hiciera una señal con la cuchara y pegase tres golpes en el cachuchito de lata en el que le sirvieron café solicitado por él.
Se despidió luego de los oficiales chilenos, los abrazó y les dijo: "Adiós compañeros."
La habitación era pequeña. Al frente y al pie de la cama se colocaron los cuatro tiradores y detrás de ellos los tres oficiales presentes. Leoncio Prado dio la orden para la descarga. "Todos llorábamos, todos menos Pradito", narraría después el capitán chileno Rafael Benavente.
Es que Leoncio 'Pradito' se había ganado el corazón de sus enemigos. Dice la historia que los integrantes del pelotón dispararon sus armas con los ojos nublados por las lágrimas.
Sus restos descansan en la Cripta de los Héroes en el Cementerio Museo 'Presbítero Matías Maestro' de Lima.
Hipólito Unanue
Médico, naturalista, meteorólogo, político y precursor de nuestra Independencia, Hipólito Unánue y Pavón dejó de existir el 15 de julio de 1883 en la ciudad de Cañete.
Nació el 13 de agosto de1755 en Arica, estudió en el Seminario San Jerónimo y en la UNMSM donde se graduó como bachiller en Medicina (1783) y asumió la cátedra de Método de Medicina (1786).
En la lucha por la Independencia contribuyó a la fundación de la Sociedad Amantes del País (1790), en cuya publicación, El Mercurio Peruano, empezó a escribir con el seudónimo de 'Aristo'. Sus temas eran diversos y de un interés notable, con artículos cuya importancia ideológica se demuestra en la 'Idea General del Perú' aparecida en su primer número.
Fundó el Anfiteatro Amazónico, fue nombrado cosmógrafo mayor del reino de España y editó la 'Guía política, eclesiástica y militar del Virreinato del Perú' y sus 'Observaciones sobre el clima de Lima y su influencia en los seres organizados, en especial el hombre' (1805). El virrey Abascal lo nombró protomédico general (1807), fundó el Real Colegio de Medicina de San Fernando (1808) y erigió el cementerio 'Presbítero Maestro' (1808).
No obstante su proximidad al virrey colaboró en periódicos considerados 'sediciosos' como El verdadero Peruano y El Satélite del Peruano.
A la llegada de José de San Martín firmó el Acta de la Independencia aprobada por el cabildo de Lima (15 de julio de 1821), y formó parte del gobierno protectoral instaurado por el general argentino.
Elegido diputado por Puno presidió el Congreso Constituyente (1822-1823); colaboró con Bolívar como ministro de Hacienda y RR. EE.; ejerció el Poder Ejecutivo durante la ausencia del Libertador, y fue distinguido por haber "cooperado a romper nuestras cadenas y a establecer el imperio de la voluntad popular".
Sérvulo Gutiérrez
Sérvulo Gutiérrez nació en Ica en 1914. Hijo de Daniel Gutiérrez Fernández y Lucila Alarcón Valverde, su familia era numerosa (16 hermanos) y estaba dedicada tradicionalmente a la artesanía y la restauración artística.
Desde temprana edad trabajó en diversos oficios, como mozo de restaurante y peón en la construcción de la carretera Pisco-Castrovirreyna. Se dedicó también a fabricar huacos, con tal habilidad y maestría que muchos expertos llegaron a considerarlos auténticos. Ante la confusión, el propio Sérvulo declararía públicamente su autoría.
Incursionó en el boxeo y llegó a ser campeón nacional de peso gallo y subcampeón en el campeonato sudamericano realizado en Córdoba, Argentina (1935).
Atraído ya por la pintura y con el deseo de perfeccionar sus conocimientos, permaneció en Buenos Aires y trabajó durante varios años al lado de Emilio Pettorutti.
En 1942 recibió el primer premio en la exposición sobre motivos amazónicos.
Por sus dotes se le considera el pintor más representativo de su generación, y presentó exposiciones en Buenos Aires, Caracas y Lima.
De sus últimos años destacan sus cuadros sobre el Cristo de Luren y Santa Rosa de Lima. Una de las variantes de su pintura dedicada a la santa limeña la realizó en el muro de un bar.
Falleció de una afección hepática el 21 de julio de 1961, en Lima.
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