miércoles, 5 de julio de 2017

Ciudad de los libres

Lima es poseedora de una variedad de títulos: Ciudad de los Reyes, Villa o Ciudad Jardín, Perla del Pacífico, 'Sucursal de la gloria'; "ciudad de campanas y de campanillas" o "ciudad de apodo, remoquete y chunga", a decir de José Gálvez; y muchos otros, a cual más rimbombante y zalamero.


La heroica y esforzada ciudad...

Pero existo título oficial, que pocos recuerdan. Es el de "Heroica y Esforzada Ciudad de los Libres", conferido por el general José de San Martín, en septiembre de 1821.

El título fue un reconocimiento a la valiente y decidida actitud que asumió la población, cuando a principios de ese mes Lima se vio amenazada por tropas realistas al mando del general José Canterac, que pretendía reponer en el cargo al virrey La Serna. Los españoles llegaron hasta los alrededores de La Molina, Camacho, Surco y San Borja.

Enterado de ello, el 2 de septiembre San Martín suspendió una función teatral para dirigir desde su palco una proclama, invitando a todos los habitantes a defender la capital y recomendarles unión y confianza en el ejército.

De inmediato el público improvisó una entusiasta y patriótica manifestación y se dirigió a Palacio de Gobierno a brindar su apoyo al ejército y expresar su firme decisión de defender la ciudad.

La noticia se difundió y excitó a todos a hacer frente al enemigo. El entusiasmo bélico fue indescriptible, según relatos de la época.

La Gaceta del Gobierno, en su edición del día 5, dice: "Jamás ha manifestado pueblo alguno más entusiasmo por su propia causa: nunca ardió tan viva y tan pura la antorcha de la causa de la santa libertad. En tan augusto momento ha manifestado el pueblo de Lima que es acreedor al goce de los bienes que la Independencia les promete".

El 12 relata: "El pueblo electrizado venía en todas direcciones a la Plaza Mayor: ¡Viva la Patria!, ¡armas! y ¡mueran los enemigos!, era el único grito que se oía. Cada cual tomaba piedras, palos, machetes y toda clase de instrumentos domésticos, fabriles y de labranza, cuando ya no había armas que repartir para su defensa."

En el Cuadro Histórico Político de la Capital del Perú, Félix Devoti relata: "El día 7 de setiembre (…) ¡venganza y libertad! resonaban las calles por todas partes. Los ancianos mismos y los niños lo repetían. Todos pedían armas, todos se disputaban la preferencia, mientras que el sexo débil ordenado en la plaza, como si hubiese sido de antemano disciplinado y esgrimiendo en alto sus puñales, clamaba participar y juraba verter toda su sangre antes que permitir que el aborrecido enemigo volviese de nuevo a profanar sus hogares."

A mediados del mes, al retirarse los realistas, San Martín expresó su reconocimiento a la actitud de los habitantes de Lima, y en una proclama expresó: "Peruanos, vuestro destino es irrevocable, consolidado por el constante ejercicio de las virtudes cívicas que habéis demostrado en época de conflictos."

 Y en honor a la justicia, el Protector cursó una carta al presidente de Lima, José de la Riva Agüero, en la que agradece… "a los beneméritos individuos que tanto se distinguieron en los días que el enemigo amenazó esta capital", y determina… "que la capital del Perú se denomine en adelante LA HEROICA Y ESFORZADA CIUDAD DE LOS LIBRES".

La carta fue retransmitida por Riva Agüero al alcalde de Lima, Isidro de Cortázar y Abarca, quien la difundió por toda la ciudad.

Quién sabrá por qué este título se mantiene entre las sombras.

                       

… Ciudad de los libres, hoy.

 

Publicado en el diario oficial El peruano el 29.06.17

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