Guernica en nuestra memoria
El 'Guernica' a Guernica. Pintura original de Pablo Picasso.
El bombardeo de la noble y leal villa de Guernica, un municipio de la provincia española de Vizcaya, territorio histórico de la comunidad autónoma del país vasco, es el símbolo de los horrores de la guerra para todo el mundo.
El horror que causó este episodio fue muy alto en la opinión pública internacional, no solo por el sacrificio absurdo de inocentes, sino, sobre todo, por ser la primera vez en la Historia en que se atacaba desde el aire una ciudad.
La razón del ataque no podía ser la existencia de depósitos de armas ni cuarteles o tropas, ni objetivos estratégicos ni que la villa fuese un nudo de comunicaciones. Guernica carecía de cualquier importancia militar o estratégica.
Se le llamó 'Operación Rügen' y fue realizado sobre esa población española el 26 de abril de 1937, en el transcurso de la Guerra Civil Española, por parte de la Legión Cóndor alemana y la Aviación Legionaria italiana, que combatían en favor del bando encabezado por Francisco Franco sublevado contra el gobierno de la Segunda República Española.
La Legión Cóndor tenía como comandante al teniente coronel Wolfram von Richthofen (primo del histórico aviador de la Primera Guerra Mundial Manfred von Richthofen, más conocido como el 'Barón Rojo'), que ordenó el bombardeo. El grupo estaba formado por cuatro escuadrillas de Ju-52 y la escuadrilla VB 88 de bombardeo experimental, escoltados por cazas Heinkel He 51 de las escuadrillas de caza al mando del teniente Gunther Lützow, a los que se sumó cierto número de aviones de caza italianos.
El lunes 26 de abril de 1937 era día de mercado, como todos los lunes del año, pero la cantidad de gente que había en Guernica no se había incrementado, ya que la feria fue prohibida antes del mediodía por el alcalde, ante la cercanía del frente y el temor del avance enemigo.
Antes del ataque, Guernica tenía una población de unas 5,000 personas, a las que habría que añadir un gran número de tropas, que se retiraban para preparar la defensa de Bilbao, y refugiados que huían del avance de las tropas franquistas.
El primer ataque lo realizaron un Dornier Do 17 alemán y tres Savoia S-79 italianos que habían despegado de Soria a las 3 y 30 de la tarde con la misión de bombardear la carretera y el puente al este de Guernica, para obstaculizar la retirada del ejército republicano. Las bombas cayeron en los alrededores del puente y la estación de ferrocarril, destruyendo varias viviendas, y las del Dornier Do-17 alcanzaron la iglesia de San Juan. A continuación intervinieron tres bombarderos alemanes He-111, escoltados por cazas
A las 6 de la tarde se produjo el bombardeo más intenso a cargo de 19 Ju-52 alemanes. Estos aviones descargaron tanto bombas explosivas como incendiarias, "una mezcla del todo innecesaria si el objetivo hubiese sido solo un puente", causando una gran destrucción. Las últimas acciones del ataque se produjeron entre la 6 y 45 y la 7 siete de la tarde. Cinco cazas Fiat y cinco Messerschmitt Bf-109 realizaron ametrallamientos tanto en el interior de la población como en los alrededores.
Aunque posteriormente se dijo que el objetivo de la operación era la simple voladura de un puente, el hecho real es que tanto el puente como una fábrica de armas, situada en las afueras de la población, resultaron intactos. El ataque fue devastador: los bombarderos lanzaron una gran cantidad de bombas medianas de 250 kg, ligeras de 50 kg y más de tres mil proyectiles incendiarios de aluminio de 1 kg sobre el casco urbano de la ciudad. Los cazas, entretanto, disparaban en vuelo rasante a las personas que huían del lugar.
El de Guernica no fue el primer bombardeo en alfombra para destruir una población civil ni el primer bombardeo contra civiles que habían llevado a cabo los aliados de los sublevados en Vizcaya: un mes antes, el 31 de marzo, aviones italianos habían bombardeado Durango en tres oleadas a lo largo de todo el día, y causaron unos 294 muertos.
Ello motivó que La Junta Municipal de Defensa de Guernica decidiera construir un sistema de refugios para la población civil e instalar un sistema de señales de alerta, visual y sonoro. El sistema funcionó y salvó vidas.
En medio de la terrible destrucción que sufrió materialmente la villa foral, con muchísimos daños de todo orden, hubo suerte en lo que respecta a vidas humanas, porque el repique de campanas tras el aviso del vigía que estaba en la cima del monte Cosnoaga, y sobre todo porque el primer avión que vino y lanzó tres bombas asustó a la gente, que se metió en los refugios o huyó del casco urbano, buscando refugio en los bosques cercanos o en las casas o caseríos más alejados, por lo que el número de víctimas fue mucho menor de lo que al principio se pensó.
Nunca han llegado a saberse la cifra exacta de víctimas ni existen datos fiables al respecto. Los datos más actuales apuntan entre 250 y 300 muertos, una cifra proporcionalmente elevadísima ya que representó a algo más del 5 % de la población. El 70 % de los edificios de la ciudad fue totalmente destruido por el incendio, y el 20 % resultó gravemente dañados.
Los lugares históricos vascos, la Casa de Juntas de Guernica (histórico lugar de reunión de las asambleas que regían Vizcaya y sede de su archivo histórico) y el anexo Árbol de Guernica, símbolo ancestral del pueblo vasco, no fueron afectados por el bombardeo. El cercano puente que se afirmó luego era el objetivo, quedó intacto.
El 28 de abril, dos días después del bombardeo, las tropas sublevadas entraban en la villa foral, tomando el control de la misma y quemaron los archivos que hallaron en la iglesia de Santa María, imposibilitando el recuento final de fallecidos.
Las motivaciones del ataque han sido objeto de polémica durante mucho tiempo, pero la mayoría de historiadores coinciden en que "la intención del bombardeo era destruir Guernica".
Lo incuestionable es que los alemanes efectuaron el bombardeo a petición de las tropas franquistas que estaban en primera línea.
El ejército alemán utilizó los efectos del bombardeo como arma política en la guerra fría que mantenía con Inglaterra, y les interesó que la prensa mundial exagerase los resultados. Así, Guernica habría sido una especie de ensayo de lo que luego serían los bombardeos masivos de la Segunda Guerra Mundial.
En los juicios de Núremberg, el entonces mariscal de la Luftwaffe, Hermann Göering, declaró: "La guerra civil española dio una oportunidad de poner a prueba a mi joven fuerza aérea, así como para que mis hombres adquirieran experiencia."
La repercusión internacional que alcanzó la masacre de Guernica, unida a su utilización propagandística, ha hecho que sea una masacre mundialmente conocida y considerada como un icono antibélico.
El hecho inspiró a Pablo Picasso su más famoso cuadro, el Guernica, que pintó para que fuera expuesto en el pabellón de España en la Exposición Internacional de París de 1937, y al ilustre escritor Blas de Otero que escribió un poema del mismo nombre.
También la poeta y escritora chilena y premio Nobel de Literatura Gabriela Mistral escribió un poema titulado 'Árbol de Guernica', que empieza diciendo;
Volverá a ser verde y ancho
el roble, el roble nuestro.
Mordido de la metralla,
no del rayo de los cielos,
volverá a brotar contadas
una hoja por cada Euskaro
y será a la semejanza
nuestra y tierno.
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